Tras la proyección del triunfo de Joe Biden en las elecciones presidenciales de Estados Unidos este sábado, el proceso electoral en aquel país entró en la siguiente fase, la de transición gubernamental, a pesar de los reclamos infundados hasta ahora del actual mandatario, Donald Trump.
Los líderes mundiales, salvo excepciones como la del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, felicitaron a Biden por su éxito en las urnas. El camino hacia el cambio de gobierno avanzará en las próximas semanas, para culminar el 20 de enero con la toma de posesión del ex vicepresidente Demócrata.
En estas circunstancias, Biden, como candidato primero en las elecciones primarias de su partido, y luego ya como candidato oficial en las generales, dejó clara su postura en diferentes temas relativos a México, aunque nunca se dirigió directamente a la administración de López Obrador. A continuación, un breve repaso.
El muro fronterizo
Si Trump hizo de la construcción del muro en la frontera de México y Estados Unidos una de sus banderas en las elecciones de 2016, y usó el tema en los últimos cuatro años para agitar a su base con posturas que los críticos calificaron como xenófobas, Biden ha sido su opuesto, con una postura radicalmente diferente.
El ahora presidente electo de los Estados Unidos fue categórico en junio pasado. “No se construirá ni un pie (30.48 centímetros) más de muro durante mi administración”, prometió Biden durante la conferencia anual de la Asociación Nacional de Periodistas Afroamericanos y la Asociación Nacional de periodistas hispanos.
“Me aseguraré de que tengamos protección en la frontera, pero estará basada en el uso de tecnología de punta para lidiar con todos los puertos de entrada. Ahí es donde todo lo malo está”, añadió. Pero el ex vicepresidente durante la gestión de Barack Obama (2009-2017) fue aún más allá.
Cuestionado sobre qué haría con la confiscación de terrenos a lo largo de la frontera para poder construir el supuesto muro, Biden fue certero: “Acabaremos con eso”. “Se terminó. Está hecho. Final. No lo vamos a hacer. Retiraremos las demandas. Estamos fuera. No vamos a confiscar más terrenos”, añadió.
Separación de familias y política migratoria
Una de las políticas más criticadas del gobierno de Trump ha sido la radical agenda migratoria, que ha implementado “tolerancia cero” con aquellos que llegan a la frontera de Estados Unidos. Esto ha provocado, entre otras situaciones como la creación de campos especiales para migrantes y refugiados, donde menores de edad han sido separados de su familias.
De acuerdo con las cortes estadounidenses, hay 545 niños que han sido separados de sus familiares por funcionarios fronterizos entre 2017 y 2018 con los que abogados defensores de migrantes no han podido comunicarse y no se sabe de su paradero.
La campaña de Biden, por su parte, prometió a finales de octubre la creación de un grupo especial de trabajo para reunir a estos menores con sus familiares. Además, en el sitio oficial del presidente electo, promete que en los primeros 100 día de su gobierno “revertirá inmediatamente las políticas crueles y sin sentido de la Administración Trump que separan a los padres de sus hijos en nuestra frontera”.
Esto incluye “terminar con el enjuiciamiento de los padres por violaciones menores de inmigración como una táctica de intimidación, y dará prioridad a la reunificación de los niños que aún están separados de sus familias”.
Durante la campaña, Biden también prometió incrementar los recursos humanitarios en la frontera y fomentar iniciativas público-privadas; terminará con la detención prolongada y reinvertir en un programa de manejo de casos; terminar con la llamada Emergencia Nacional que desvía fondos federales del Departamento de Defensa para construir un muro; entre otras.
En este apartado, Biden también prometió, como en diversas ocasiones en los últimos meses, restaurar la protección de los llamados “Dreamers", jóvenes que llegaron desde muy chicos a Estados Unidos, traídos por sus familiares migrantes, y que no conocen otra vida que la de aquel país, una política instaurada en la época de Obama que ha sido revertida por Trump.
Medio ambiente y comercio
En el aspecto ambiental, Biden ha sido también muy claro. “La emergencia climática nos presenta una enorme oportunidad para que la región dé un salto del desarrollo sucio en favor de las tecnologías del futuro. Inversiones en energía limpia e infraestructura sostenible traerán un boom de innovación al hemisferio", asegura en su página oficial.
La estrategia es antagónica de la de López Obrador, quien ha impulsado a las empresas del estado como Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en lugar de la entrada de empresas de energía limpia al país, además de impulsar el uso del carbón.
Biden propone “un marco para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero; nuevos estándares para ecologizar la industria, la minería y el turismo; grandes inversiones en tecnologías de energía limpia”. Por último, propone una red de energética integrada desde México hasta Centroamérica y Colombia, abastecida por un porcentaje cada vez más alto de energía limpia.
En cuanto al comercio, Biden ha aceptado en el pasado reciente que el nuevo tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que sustituyó al TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), es mejor, pero “no es ideal”, aunque lo respaldó debido a las “mejoras" que los movimientos laborales y progresistas consiguieron, de acuerdo con las declaraciones al Washington Post de un portavoz oficial del ex vicepresidente.
“Como presidente, me aseguraré de que los defensores del movimiento laboral y ambiental se sienten en la mesa y que no se firmen acuerdos adicionales hasta que hayamos conseguido grandes inversiones para los trabajadores y las comunidades” estadounidenses, añadió.
En su visita a México en septiembre de 2013, Biden, entonces vicepresidente de Estados Unidos, aseguró que “era fantástico estar” en el país vecino del sur. “Desde Canadá hasta la punta de Argentina, no hay razón para que en el Siglo XXI el hemisferio no sea la mayor potencia económica del mundo. Pero eso no pasará sin México”, dijo en aquel momento.
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