Luego de ser arrestado y de haber tenido tres audiencias, una inicial y la última de imputación, Salvador Cienfuegos Zepeda aún tiene un largo camino por recorrer en la Corte del Distrito Este de Nueva York, donde fiscales de Estados Unidos habrán de comprobarle cuatro delitos relacionados con narcotráfico.
En la llamada Initial Appearance le fueron leídos los cargos y duró escasos cinco minutos, como sucede con regularidad en el proceso fue una comparecencia corta. El general en retiro afirmó haber entendido las acusaciones, pues tuvo acceso a ellas en español. Esto ocurrió el 16 de octubre, un día después de que fuera arrestado en el aeropuerto de Los Ángeles, cuando arribó para pasar unos días y viajaba en compañía de su familia.
Para que Cienfuegos fuera arrestado, los fiscales presentaron evidencia ante el Gran Jurado, instancia que accedió a fincar las acusaciones o Indictment. Así sucedió el 14 de agosto del 2019, cuando con la jueza Vera M. Scalon se avaló la causa probable de que el general hubiera cometido delitos federales. Con estas acusaciones, el extitular de la Defensa Nacional (Sedena) fue detenido el 15 de octubre.
El 20 de octubre tuvo otra audiencia en la corte del Distrito Central de la División Oeste de California, donde no acudió sino mediante su abogado, Duane R. Lyons. Este defensor buscó negociar una fianza argumentando que Cienfuegos no huiría y estaba dispuesto a limpiar su nombre, como conseguir una residencia en Nueva York, donde sería juzgado. Agregó que ofrecía USD 750 mil, los ahorros de toda su vida, para seguir su proceso en libertad.
Pero el juez Alexander F. McKinnon dio razón a los fiscales y negó el beneficio de excarcelar al acusado, quien podría escapar a México, donde sería protegido por políticos así como por criminales de alto rango, dada su influencia y perfil como ex secretario de Estado. Y aunque existe un acuerdo de extradición entre México y EEUU, el juez consideró que esto no era garantía suficiente para que Cienfuegos fuera devuelto al país norteamericano, pues los trámites podrían prolongarse por años.
La audiencia del 20 de octubre fue para turnar la custodia del ex jefe del Ejército mexicano a los Alguaciles de Estados Unidos (U.S. Marshals), quienes se encargaron de trasladar al imputado a Nueva York, donde radica el caso.
En el área metropolitana de esta ciudad hay dos tribunales: el Distrito Sur de Nueva York (que abarca a Manhattan, el Bronx, Westchester y otros condados al norte de la urbe) y el Distrito Este de Nueva York (que incluye Brooklyn, Queens, Staten Island y Long Island); es en esta segunda corte donde tendrá lugar el proceso.
Hasta ahora, Cienfuegos está acusado por tres cargos de conspiración para manufacturar, importar y distribuir cocaína, metanfetamina y marihuana, además de un cargo por lavado de dinero. Pero los fiscales podrían fincarle otros delitos, como ya sucedió con Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad con Felipe Calderón que habría beneficiado al Cártel de Sinaloa por 19 años; arrestado en diciembre de 2019 y también preso en Nueva York.
De acuerdo con la Oficina de los Defensores Federales de Nueva York, el paso siguiente a la audiencia inicial es aquella de imputación o de lectura de cargos, conocida como Arraignment. Al detenido, tras serle leídas las acusaciones, se le pregunta cómo se declara, culpable o no culpable. Cienfuegos llegó a esta instancia el jueves 5 de noviembre y se dijo inocente.
“La mayoría de la gente se declara no culpable en esta audiencia, incluso aunque se sepa que es probable que se disponga del caso, eventualmente, con una declaración de culpa. Es muy raro que haya alguna razón para declararse culpable tras la Lectura de Cargos, a menos que todos los detalles de la disposición han sido previamente acordados entre las partes”, explica la organización de abogados neoyorkina.
De modo que la posición del general no fue sorpresiva, pues en su comparecencia del pasado 20 de octubre, Duane R. Lyons afirmó que su cliente pretendía combatir con vigor los cargos que le son fincados.
Luego de la declaración de no culpable, Edward V. Sapone y Michael Vitaliano, abogados del general en retiro, dijeron ante el juez Steven M. Gold que abordarían el tema de la fianza en un momento posterior. Los fiscales de Nueva York pretenden que este beneficio sea negado nuevamente, como en la corte de California.
De la comparecencia se determinó que el próximo 18 de noviembre dará inicio, formalmente, el proceso de juicio; desde entonces, iniciará un periodo de 70 días para que sean recabadas las evidencias contra Cienfuegos. Ese día será introducida la Acusación del Gran Jurado, versiones de prensa refieren que será presencial ante la jueza Carol Amon.
“No obstante, este periodo de 70 días se puede extender con el consentimiento de ambas partes y la aprobación por parte del Juez. A menudo el periodo se extiende con el fin de darle a las partes oportunidad para revisar las pruebas (discovery), introducir mociones y discutir la posibilidad de una declaración de culpa”, detalla la Oficina de los Defensores Federales de Nueva York.
Previo al juicio, la defensa del general puede introducir “mociones”, comúnmente usadas para suprimir evidencia. Esto procedería si las autoridades tomaron declaraciones de forma irregular. Un ejemplo también sería la intercepción de comunicaciones mediante espionaje sin respaldo de un mandamiento legal. Son recursos cuyo propósito es que la fiscalía no presente evidencia ilegal. El juez decidirá si las pruebas son admitidas o son desestimadas.
La defensa de Cienfuegos tendrá acceso a la evidencia que, a decir de los fiscales, sostiene las imputaciones de narcotráfico. Ya sean documentos, grabaciones, así como el “material 3500”: declaraciones de personas que brindarán testimonio en el juicio.
Otro momento intermedio son las negociaciones con la fiscalía. Pero se prevé que la defensa de Cienfuegos arme una estrategia para argumentar la insuficiencia de pruebas y obtener así una sentencia de no culpabilidad, esto es que el general no buscará evitar el juicio ni negociará ser testigo protegido.
Aunque la otra posibilidad es el Acuerdo de Declaración de Culpa (Plea Agreement), un pacto para determinar qué cargos serán desestimados y cuáles aceptados, así como pautas de sentencia. Este último documento deberá ser avalado por el juez. Algo que podría ser ofrecido por los fiscales, encabezados por Michael P. Robotti, para que Cienfuegos aporte información e ir por más implicados, que colabore y acepte una parte de los delitos a cambio de reducir su condena o no sea juzgado por algunas imputaciones.
Cuando el ex titular de la Sedena se declaró no culpable, lo hizo sin saber con antelación cuál podría ser su sentencia, pues podría ser acusado de más cargos y no sabe qué calificará el jurado. Acaso tiene estimaciones. Podría enfrentar una condena perpetua como pena máxima, o 10 años como pena mínima, pero esto aún es incierto si se suman y prueban más delitos.
Si procede el juicio, se deberá seleccionar al jurado. Para un caso criminal son 12 personas y entre dos y seis miembros alternativos, dependiendo de cuánto dure el proceso. Este grupo puede ser interrogado por la defensa y la parte acusadora. Una posibilidad es el juicio sin jurado, pero esto debe ser acordado por las partes.
Ya con el enjuiciamiento se expondrán las evidencias y argumentos para sostener las acusaciones o para rebatirlas. Habrá uso de testigos, documentos, grabaciones y otros recursos. Si es el caso, la defensa podrá objetar las pruebas o testimonios con aval del juez.
“Un acusado criminal no está obligado a presentar ninguna evidencia. No obstante, el abogado y su cliente pueden optar por presentar evidencia y/o testigos. El cliente siempre debe decidir si él o ella desea testificar o permanecer en silencio. Si opta por permanecer en silencio, el jurado será instruido para no usar tal silencio en su contra”, refiere la organización de defensores de Nueva York.
A Cienfuegos se le relaciona con el Cártel H-2, un remanente de los Beltrán Leyva a quienes habría beneficiado para sus operaciones entre 2015 y 2017. Principalmente, estaría ligado con Juan Francisco Patrón Sánchez, El H2, quien asumió el liderazgo de la facción en 2014.
Con ese cártel, el general habría pactado no realizar operaciones en su contra; perjudicar a grupos rivales; localizar transporte marítimo para el tráfico de drogas; presentar a líderes de la organización con otros funcionarios corruptos para colaborar a cambio de sobornos; así como advertirles sobre investigaciones del gobierno estadounidense.
Los datos anteriores fueron obtenidos por la intercepción de miles de mensajes de un teléfono Blackberry, audios que podrán figurar en el juicio, si este se concreta. Además de otras pruebas.
Finalmente, será el jurado quien dicte un veredicto unánime. Si no se llega a un acuerdo, el juez puede declarar el proceso como nulo y el fiscal podrá llevar este caso, de nueva cuenta, a juicio. Otro escenario es que el jurado califique al acusado como “no culpable”, por lo cual será liberado de inmediato. Pero si se encuentra culpabilidad, se levantará la sesión para que el juez decida sentencia. Entonces, Cienfuegos esperará detenido sobre tal decisión.
Luego del juicio, un abogado puede apelar que sea desestimada la decisión del jurado, algo que el juez habrá de evaluar para determinar si procede tal moción o es desestimada.
Si Cienfuegos es hallado culpable de más de un cargo, el juez o la jueza decidirá si las sentencias serán de manera simultánea o consecutivas. También establecerá el pago de una multa por cada cargo. O si procede, la reparación del daño a las víctimas. Ahí se determinarán los años de cárcel, así como otras condiciones en caso de proceder la libertad bajo supervisión.
Existe, como última instancia, la apelación de sentencia para que sean revisados posibles errores en el juicio. Esto, mediante un aviso introducido 14 días después a que el juez o jueza se pronuncie. Si no hay irregularidades, la condena es confirmada. Podría solicitarse una revisión adicional, pero esto raramente procede.
Cabe destacar que la descripción anterior está sujeta a contingencias como el acuerdo entre el acusado y la fiscalía. Y si bien, no habría de suceder tal cual se ha referido, los escenarios están dispuestos de un modo general a como se procede en casos criminales en la entidad norteamericana, según la Oficina de los Defensores Federales de Nueva York.
También están las prórrogas que los abogados pudieran solicitar. Además, el proceso se desarrolla en el contexto de la emergencia sanitaria por COVID-19, que si bien ha tratado de sortearse con comparecencias virtuales, impactaría en la duración del juicio. No se sabe cuánto tardara en dictarse sentencia, las investigaciones podrían ampliarse, descubrir más pruebas, solicitar información al gobierno mexicano y llamar a más testigos. García Luna, por ejemplo, lleva preso casi un año y en el trayecto le han acusado de más cargos, su juicio está estimado a desahogarse en tres meses más. De modo que el trayecto del general Cienfuegos se vislumbra sinuoso y por varios meses.
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