Salvador Cienfuegos Zepeda, ex secretario de la Defensa Nacional con Enrique Peña Nieto, se declaró no culpable de los tres cargos por narcotráfico y uno de lavado de dinero que le son imputados en una corte de Nueva York.
En medio de una audiencia accidentada que fue aplazada, el general en retiro rechazó los cuatro delitos que pesan en su contra. Ante el juez federal Steven M. Gold de la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York, Cienfuegos estuvo representado por sus abogados Edward Sapone y Michael Vitaliano.
Con esta acción, el ex titular de la Sedena desafía al gobierno estadounidense para que le sean probadas las acusaciones.
De acuerdo con la revista Proceso, el juez leyó a Cienfuegos los tres cargos de conspiración para manufacturar, importar y distribuir drogas, además de un cargo por lavado de dinero. También le fue cuestionado si entendía las imputaciones y si conocía sus derechos, a lo que respondió que sí.
“No culpable, su señoría”, fue la respuesta del ex jefe del Ejército y sus abogados, luego que el juez Gold le preguntara su posición y le expusiera las acusaciones.
Previamente, la defensa de Cienfuegos había pedido un aplazamiento de la audiencia de imputación, pero esta petición fue negada debido a la dificultad de programar las comparecencias por llamadas desde la cárcel.
Cabe destacar que la posición del general no es sorpresiva, pues en su audiencia del pasado 20 de octubre, su abogado de entonces, Duane R. Lyons, afirmó que Cienfuegos pretendía limpiar su nombre, así como combatir con vigor los cargos que le son fincados.
Para esta comparecencia debía declararse culpable o inocente y como ya lo mencionó, el ex titular de la Sedena negó haber conspirado para distribuir marihuana, metanfetamina y cocaína, así como haber blanqueado dinero proveniente de la venta de esas sustancias en EEUU.
De manera formal, será hasta el 18 de noviembre cuando dé inicio el juicio de Cienfuegos Zepeda, luego que su defensa planteara que comenzara hasta entonces el periodo de 70 días con que cuenta la fiscalía para reunir las pruebas contra el general en retiro.
Por lo pronto, el acusado permanecerá en prisión preventiva, aunque su defensa planteó la revisión de un derecho a fianza en otro momento, pues la Fiscalía solicitó al juez que esta posibilidad también fuera negada.
En un evento accidentado, el juez decidió aplazar la comparecencia debido al ruido generado por quienes escuchaban a distancia, en su mayoría reporteros que no silenciaron sus teléfonos e intervenían en el proceso. El mismo Cienfuegos solicitó volumen para seguir el caso. No habían transcurrido ni 10 minutos cuando los abogados del general plantearon posponer.
Las voces se colaban y el juez lanzó una advertencia para que los dispositivos fueran silenciados o cancelaría el acceso público, por lo que no se tendría información en tiempo real. Como esa instrucción de la autoridad no fue acatada, la audiencia fue diferida por una hora.
Pasado ese tiempo llegó el momento para la lectura de cargos y ahí fue donde el ex titular de la Sedena se dijo inocente. En el proceso se comunicó mediante señas y moviendo la cabeza para asentir, pues la computadora desde la cual seguía su caso emitía ruidos que le impedían escuchar con claridad y tuvo que ser silenciada.
Salvador Cienfuegos Zepeda se encuentra detenido en el Metropolitan Detention Center en Brooklyn, prisión donde también está recluido el ex secretario de Seguridad Pública con Felipe Calderón, Genaro García Luna, este último acusado de colaborar con el Cártel de Sinaloa.
El general en retiro fue detenido el pasado 15 de octubre a su arribo al aeropuerto de California, en Los Ángeles. Una orden de arresto había sido girada en su contra desde agosto del 2019 por la jueza Vera M. Scanlon. El proceso radica en la misma Corte donde fue enjuiciado Joaquín el Chapo Guzmán.
Quien fuera jefe del Ejército habría colaborado con el Cártel H-2 para el tráfico terrestre y marítimo de cocaína, marihuana y metanfetamina, hacia EEUU, según el Departamento de Justicia de aquel país. Principalmente, estaría ligado con Juan Francisco Patrón Sánchez, El H2, quien asumió el liderazgo de una facción desprendida del Cártel de los Beltrán Leyva desde 2014.
Presuntamente, el mando castrense ayudó a que la organización criminal se expandiera de Mazatlán al resto de Sinaloa. Según el expediente No. 19-366 (CBA)(E.D.N.Y), Cienfuegos Zepeda pactó no realizar operaciones contra el grupo que encabezaba Patrón Sánchez; perjudicar a grupos rivales; localizar transporte marítimo para el tráfico de drogas; presentar a líderes de la organización H-2 con otros funcionarios corruptos para colaborar a cambio de sobornos; así como advertirles sobre investigaciones del gobierno estadounidense.
Los datos anteriores fueron obtenidos por la intercepción de miles de mensajes de un teléfono Blackberry que revelaron las operaciones del militar a cambio de sobornos.
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