La Ciudad de México se ha vuelto un punto clave para las organizaciones criminales, las cuales se concentran en la extorsión, venta de drogas y homicidios; sin embargo, en Cuauhtémoc el alcalde Néstor Núñez López aseguró que en la localidad existen pandilla o células delictivas, mas no se tiene un problema de grandes organizaciones, conocidas en México como cárteles.
Hace tiempo, se dio a conocer que a la demarcación llegó La Unión Tepito y La Anti-Unión, dos de los cárteles más fuertes de la capital. Sin embargo, el dirigente de la alcaldía negó a El Universal que esto fuera cierto. “Ya no tenemos un problema de cárteles, tenemos un problema de pandillas, de grupos, de escisiones" que en algún momento si fueron parte de dichas organizaciones.
Atribuyó los delitos como extorsión y homicidios a conflictos entre pandillas. Además, fuentes de gubernamentales habrían asegurado al periodista Kevin Ruiz que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) está buscando pelear por las plazas ocupadas por otros grupos criminales.
(La Anti-Unión) se decía que estaba financiada por Jalisco Nueva Generación, porque quería tomar el control de la plaza, no solo de Cuauhtémoc, si no de la Ciudad de México
La alcaldía Cuauhtémoc se mantuvo en los primeros lugares en delitos de alto impacto, según los datos del tercer trimestre del 2020 del Observatorio Ciudadano de la Ciudad de México. De acuerdo con el medio mexicano, la violación, el narcomenudeo, el robo a transeúnte, a casa habitación, en transporte público, trata de personas y extorsión serían los más frecuentes.
Las autoridades habrían logrado disminuir la incidencia delictiva a 62% gracias a las estrategias implementadas por cuadrantes y los cambios entre mandos policiales y acciones de las dependencias de seguridad de la capital.
En septiembre pasado, el mismo diario mexicano dio a conocer que existía presencia del CJNG en al menos seis alcaldías y destacó que las principales eran Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc.
Sin embargo, contrario a lo que asegura Núñez López, autoridades capitalinas no especificadas habrían dado a conocer que el cártel se relacionaba con células delictivas más pequeñas para operar al interior de la capital.
Entre ellas estaría “La U” o “La UVA”, asentada en las alcaldías Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo; “La Anti-Unión” o “La Rosa Nueva”, ubicada en Cuauhtémoc y “Los Rodolfos”, quienes mantienen sus fuerzas en Iztapalapa, Iztacalco y Xochimilco. También se ha identificado la presencia del Cártel de Tláhuac en varias zonas de Milpa Alta e Iztapalapa.
Además, especialistas aseguraron que uno de los principales problemas es que los mismos policías abren paso a los delincuentes, es decir, que el modus operandi del CJNG se basaría en esas alianzas con los agentes del estado que les permiten apoderarse de territorios debilitados o recién desarticulados por las autoridades.
En octubre, el periodista Héctor de Mauleón aseguró que el cártel ya había llegado a la CDMX, pues se habrían reportado la exigencia de pagos por derecho de piso a comerciantes ubicados en las calles Manuel Doblado, Circunvalación y Peña y Peña.
Supuestamente, la cuota para negocios establecidos es de cinco mil pesos por cada metro lineal, además de un “derecho de piso” de mil pesos a la semana y otra “aportación” de diez mil para que el grupo criminal impida que se coloquen puestos ambulantes delante de los establecimientos.
Sin embargo, las autoridades de la capital informaron que no se habían recibido denuncias sobre el tema por parte de los comerciantes. incluso, el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, afirmó hace unos días antes que no ve al Cártel Jalisco Nueva Generación como una amenaza para la Ciudad de México.
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