Leonel Báez Martínez, Ángel Gerardo Ramírez Chaufon y Jesús Armando Reyes Escobar, trabajadores de Sanborns, desaparecieron el 29 de noviembre de 2019. A casi un año de este suceso, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) ofreció una recompensa de un millón 500 mil pesos a quien proporcione información para su localización.
“La información que aporten los particulares sobre los hechos a que se refiere el Acuerdo será recibida en la Coordinación General de Investigación de Delitos de Género y Atención a Víctimas, que se ubica en General Gabriel Hernández, número 56, colonia Doctores, alcaldía Cuauhtémoc; así como en la dirección de correo electrónico: fiscalia.fipede@fgjcdmx.gob.mx y al número telefónico 55 53455073”, explicó este martes la FGJ-CDMX en un comunicado.
De acuerdo al comunicado, el titular de la Coordinación mantendrá la comunicación permanente con las personas que aporten la información.
Además la persona titular de la fiscalía revisará la información proporcionada y determinará la procedencia o improcedencia de la entrega de la recompensa y podrá confirmar o modificar el monto propuesto por la Coordinación General de Investigación de Delitos de Género y Atención a Víctimas, dentro de los 10 días hábiles siguientes a la recepción de la propuesta.
La desaparición
Ángel Gerardo de 20 años de edad trabajaba en la sucursal del restaurante antes mencionado en de la Plaza Parque Lindavista en la alcaldía Gustavo A. Madero. El joven salió de sus labores a las 18:35 horas.
Jesús Armando de 30 años y Leonel de 35 acudieron al restaurante como apoyo y sus turnos finalizaron a las 21:30 horas, tres horas después que Ángel Gerardo. De acuerdo con el testimonio de la hermana de Jesús Armando, Ruby, ambos salieron juntos.
“Ambos salen juntos, se dirigen hacia el Metrobús Riobamba donde la cámara C5 los ubica despidiéndose de un grupo de amigos, ellos caminan en dirección hacia la avenida Insurgentes y ahí es donde se pierden, ya no tenemos ningún contacto desde ese momento”, explicó Ruby a el diario Excélsior.
A pesar de que los jóvenes no estaban juntos en el momento de su desaparición, Leonel y Jesús Armando coincidieron con Ángel en la esquina de Riobamba y Montevideo apenas con unos minutos de diferencia.
“[Por la cámara] Se ve pasar él [Ángel] por unos segundos y minutos después se ve pasar a Jesús y Lionel, igual por unos segundos; la diferencia en la que pasan por minutos, pero es ya a una hora muy apegada a la última conexión de Jesús y Lionel (en Whatsapp); tanto como por el video como por la hora en la que se conectan sabemos que el hecho sucede ahí”, aseguró Gerardo Ramírez, el papá de Ángel.
Las autoridades por lo pronto no habían tenido avances hasta agosto de este año, por lo que las familias decidieron participar en una búsqueda por el Ajusco, la cual fue organizada por colectivos de búsqueda.
Después de la desaparición de los jóvenes, las familias han intentado localizarlos a como dé lugar y además tuvieron que presionar a las autoridades para poder ver avances en las carpetas de investigación.
“Desaparecieron de una forma sigilosa como si nadie se hubiera percatado, como si nadie se hubiera dado cuenta, pareciera que es muy fácil desaparecer a alguien”, señaló Gerardo Ramírez a Excélsior en febrero.
“Es un Calvario día con día es salir a buscarlo a la tarde en la calle llegar a la casa y no darle respuesta mi mamá de mi hermano”, agregó Ruby a nombre de las tres familias.
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