Este martes, durante la conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador , adelantó que la próxima semana informará sobre la extensión del plan Zona Libre de la Frontera Norte y la implementación de un programa homónimo en la frontera sur.
“Estamos analizando hacer los mismo en Quintana Roo, fundamentalmente Chetumal, en Chiapas, en particular Tapachula y en 10 parques industriales del istmo en Oaxaca y Veracruz, desde Coatzacoalcos hasta Salina Cruz”, adelantó el presidente.
El plan Zona Libre consiste en la creación de cinturones geográficos donde las condiciones fiscales y salariales son mejores que en el resto del país. El objetivo es incentivar la inversión en esas regiones para generar empleos y retener a la población que, de otra forma, migraría a los Estados Unidos. El presidente López Obrador confirmó que el la Zona Libre del sur será equivalente a la del norte, “van a tener trato preferencial en lo fiscal y en cuanto a energías”.
Los beneficios con los que cuenta el programa de desarrollo son la reducción del Impuesto sobre el valor agregado al 8 por ciento, del Impuesto sobre la renta al 20 por ciento, el aumento al doble del salario mínimo, que, para el 2020, es de 185.56 pesos diarios, la homologación de precios de gas, luz, gasolina y diésel con Estados Unidos y la liberación de 25 kilómetros desde la frontera, a lo largo de la misma. Éste último implica la eliminación de algunas barreras comerciales como aranceles y cuotas.
La estrategia de crear una zona libre en las ciudades fronterizas terminaría este año, según el plan inicial de aplicación, pero el presidente aseguró que las regiones beneficiadas seguirán percibiendo incentivos.
En mayo de 2020, la Secretaría de Economía publicó el primer informe de resultados del programa. Ahí, argumenta que el fortalecimiento de la infraestructura en la región fronteriza tuvo como consecuencia un incremento en la inscripción de contribuyentes que aprovechan los incentivos fiscales. Esto implica, en teoría, que más empresas invirtieron y establecieron sus plantas en el espacio beneficiado.
Por otra parte, el gobierno asegura que el incremento salarial no provocó inflación en el año que transcurrió luego de su aplicación.
Los retos que identifica la secretaría están relacionados, principalmente, con el sistema de homologación de precios a los energéticos entre los dos países. Dice que todavía hace falta aumentar los estímulos fiscales en la franja para fortalecer el mercado de combustibles del lado mexicano. Además, los estímulos deben incluir el diésel, que hasta mayo no estaba contemplado, y a Ensenada, que quedó fuera.
Un plan de estímulos de esta naturaleza sería bienvenido en la franja del sur, no tanto por el riesgo de abandono migratorio hacia Centroamérica, como es el caso del norte con los Estados Unidos, sino por la necesidad de infraestructura e inversión en una región que históricamente ha estado desprotegida y que es habitada por algunas de las personas más vulnerables del país.
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