Francisco Rodríguez Borgio es conocido como el Zar de los Casinos y es un empresario del estado de Querétaro que a incrementado su fortuna gracias a sus negocios en los sitios de apuestas. No obstante, la justicia de España lo llamó a comparecer el próximo miércoles 18 de noviembre.
De acuerdo con una publicación del semanario Proceso publicado el sábado 31 de octubre, existe una investigación en su contra donde se presume la responsabilidad del magnate en una amenaza y conspiración para asesinar a Guillermo Martínez Cárdenas y Lorenzo Martínez Cárdenas, empresarios españoles, así como a Andrés Valea Vera, jefe de seguridad de los dos últimos.
El periodista Alejandro Gutiérrez señaló que, en el caso que se armó en el país europeo, también testificará una mexicana de nombre Marcela. Ella supuestamente trabajaba para el Cártel de Sinaloa y estaría relacionada con las agresiones contra los empresarios españoles y su jefe de seguridad.
En la pieza periodística titulada “Rodríguez Borgio: una historia cargada de abusos, despojos y amenazas”, la revista Proceso explica que la Sección de Homicidios, Secuestros y Extorsiones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil española aseguró que la mujer dijo haber actuado en el intento de ejecución de los empresarios ibéricos por órdenes de Rodríguez Borgio.
De acuerdo con el expediente al que el medio mexicano tuvo acceso, el móvil de la agresión data del 2015, cuando el Zar de los Casinos vendió un predio de nombre Petempich en la Riviera Maya del estado de Quintana Roo. La extensión del terreno era de 250 hectáreas, asimismo, tenía 700 metros lineales en la playa de la zona.
También acusa que durante el proceso de negociación mercantil “hubo una serie de desacuerdos, estafa y espionaje, así como amenazas, sobornos a un funcionario del gobierno estatal, encabezado en esas fechas por el priista Roberto Borge (2011-2016)”.
Estas diferencias fueron haciéndose más grandes cada día, hasta derivar en un atentado contra el hijo del empresario mexicano y posteriormente otro en contra de los españoles.
“En agosto de 2016 el hijo de Rodríguez Borgio sufrió un atentado en Querétaro, en el que se acusó a un abogado del despacho mexicano –Joaquín Ramos Balea, representante de los empresarios españoles–, quien fue absuelto por la Suprema Corte de Justicia de la Nación tras dos años de prisión”, se lee en el reportaje.
De acuerdo con la investigación, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) tenía en la mira al empresario mexicano, pues pareciera tener algún tipo de responsabilidad en el robo de combustible a Petróleos Mexicanos (Pemex) a través de Grupo Queroil, Gasolineras Grupo Mexicano, Grupo de Gasolineros de México e Inmobiliaria GGM.
El texto del periodista Gutiérrez también trae a colación que en febrero del 2014 se le giró una orden de aprehensión por falsificar una licencia de la Dirección Adjunta de Juegos y Sorteos de la Secretaría de Gobernación para adquirir el permiso SEGOB/DGG/723/97 por el caso de falsificación para operar 18 casinos Big Bola, la cadena de casinos de Rodríguez Borgio. Dicha cadena cuenta con 20 sucursales en toda la República Mexicana.
También se le llegó a relacionar por el delito de lavado de dinero derivado de la venta clandestina de combustible a través de la llamada Caja Libertad y su cadena de casinos. Sin embargo, durante todo el sexenio de Enrique Peña Nieto, el empresario pudo realizar viajes alrededor del mundo sin ningún tipo de restricción.
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