Tras la caída de Joaquín el “Chapo” Guzmán, Ismael el “Mayo” Zambada es supuestamente el capo con más poder del Cártel de Sinaloa. Empezó en el narcotráfico a los 16 años. Hoy tiene 72 y pese a haber formado parte de la cúpula del narcotráfico mexicano desde los ochenta nunca ha ido a prisión.
Mientras el capo ha logrado algo insólito, sus socios han ido cayendo poco a poco uno detrás del otro. Recientemente, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) decidió acorralar a su familiares.
Al no poseer ningún inmueble ni negocios a su nombre, lo que más se ha logrado contra el capo es congelar las cuentas bancarias que sus allegados tienen el estado mexicano de Sinaloa.
Expedientes de la UIF en poder del diario Milenio, revelan que la dependencia ordenó congelar las cuentas de una de las parejas del “Mayo”, Leticia Ortiz Hernández, así como de una de sus hermanas, Ana María Zambada García. Según los documentos ambas manejan un bajo perfil.
Ante dichas acciones, tanto Leticia como Ana María interpusieron un amparo ante Juzgado de Distritos de Culiacán, según reportó Milenio. EL bloqueo de cuentas ocurrió días después de la captura y posterior liberación de Ovidio Guzmán, hijo del “Chapo” Guzmán.
La tercera esposa del “Mayo”, reclamó de la justicia federal la “orden de privar de forma provisional o definitiva la posesión y movilidad de recursos depositados en cuenta bancaria”, el 11 de octubre del 2019. De acuerdo con el diario, la suspensión le fue negada.
De nuevo, el pasado mes de septiembre un juez le negó la suspensión definitiva requerida. El caso aún está en curso.
Por su parte, el caso de Ana María, quien se identificó como maestra pensionada del ISSSTE, fue radicado ante el juez cuarto de distrito y también busca combatir el mismo acto.
La hermana del capo acudió el pasado 2 de octubre al Banco Santander con el objetivo de retirar, en efectivo, toda la cantidad que le es depositada mensualmente como pensión, lo cual no fue posible a pesar de contar con fondos suficientes.
La carrera criminal de Zambada despuntó antes que la de su socio Guzmán Loera, diez años menor (63). Su nombre apareció en los informes de inteligencia desde mediados de los ochenta, cuando estaba bajo el ala del capo Miguel Ángel Félix Gallardo.
Los negocios del Cártel de Sinaloa
Por varios años, los sinaloenses se han divertido en cines, comprado en joyerías y contratado servicios de consultoría, publicidad y construcción pertenecientes al Cártel de Sinaloa.
La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público reveló el movimiento de casi 2,000 millones de pesos desde cinco empresas en México, que han ayudado a la triangulación de recursos en beneficio de la organización criminal y sus principales operadores financieros.
La primera actividad ilícita se localizó en el estado de Jalisco, donde un operador financiero del Cártel de Sinaloa recibió a través de su esposa recursos de una empresa establecida en dicha entidad. La compañía expidió un total de 58 cheques que fueron cobrados en efectivo por 12,776,000 pesos.
Uno de los socios de esta empresa también es representante legal de al menos 13 negocios más, que se dedican a la publicidad, consultoría, asesoría y construcción, los cuales en conjunto han registrado retiros en efectivo por 497 millones de pesos.
Los siguientes movimientos fueron detectados en la capital de Sinaloa, donde a través de una empresa, dos operadores adquirieron cuatro propiedades en Culiacán por 17,352,000 pesos. Además, realizaron compras —que no corresponden con sus declaraciones de impuestos— por 14,118,000 pesos.
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