Promover el acceso a las tecnologías en salud es vital en México para evitar que el país sufra escasez de dispositivos médicos como ventiladores o falta de insumos y pruebas serológicas, como ocurrió con la pandemia de la covid-19, señaló la Asociación Mexicana de Industrias Innovadoras de Dispositivos Médicos (AMID).
“México tiene gran oportunidad de poder mirar a su capacidad productiva y utilizarla para ampliar los beneficios de pacientes en el tema”, expresó Fernando Oliveros, presidente de la AMID, en entrevista con Efe.
El directivo señaló que la pandemia por coronavirus, que en México suma cerca de 920,000 contagios y rebasa los 91,000 muertos, ha expuesto la necesidad de que se mire hacia el mercado interno.
“Somos el principal fabricante de América Latina y el octavo a nivel mundial. Realmente la capacidad de producción y manufactura del país está muy enfocada al mercado externo y hay muy bajo consumo interno”, lamentó.
Explicó que el país vivió una paradoja en la demanda de dispositivos médicos para atender la covid-19 al inicio de la pandemia, pues mientras a inicios de año México hizo exportaciones a China y Europa, tras la llegada del coronavirus al país muchos mexicanos murieron por la falta de esos aparatos y respiradores.
“El reto es que nunca más nos vuelva a pasar esto y si se repite que estemos preparados”, afirmó.
Señaló que México es actualmente la decimocuarta economía del mundo y en el mercado de dispositivos médicos se ubica en el sitio 46 “tenemos que trabajar al respecto”, manifestó.
IMPORTANTE LA INVERSIÓN EN SALUD
Oliveros afirmó que no se debe de ver a la tecnología como algo caro o inaccesible, aunque aceptó que la salud y especialmente la tecnología dedicada a ella no ha sido una prioridad de los Gobiernos.
“Esta pandemia nos debe dejar la lección de que invertir en salud es prioridad, porque la economía y la estabilidad del país puede depender de la salud de la población”, afirmó.
En los últimos 13 años y en promedio, el Gobierno de México invirtió el 2.5% del Producto Interno Bruto (PIB) en bienes y servicios de salud pública, según la Secretaría de Hacienda mexicana.
Este nivel de inversión pública es inferior al gasto mínimo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (6%), y también es inferior al gasto promedio gubernamental de los países de América Latina y el Caribe (3.8%).
Oliveros manifestó que los Gobiernos deben ponderar los beneficios de invertir en las tecnologías pues la pandemia ha expuesto los beneficios de las mismas, sobre todo con el uso de la telemedicina o el monitoreo remotos.
RETOS A FUTURO
Oliveros señaló que la covid-19 ha mostrado que la industria de dispositivos médicos “juega un rol importante, pues tocamos todas las etapas de esta pandemia”.
Señaló que la emergencia sanitaria también dejó enseñanzas, sobre todo en aprender a trabajar de manera más efectiva pues “colocamos lo que producíamos en 7 u 8 años de demanda en seis meses”.
Pero también, uno de los grandes desafíos será enfrentar a un emergente mercado negro de dispositivos que ha aprovechado la pandemia para incrementar su negocio.
“Es un tema al que tenemos que ponerle mucho ojo. Nosotros hicimos el compromiso de no incrementar precios para no favorecer la emergencia del mercado negro”, apuntó.
Señaló que el gran objetivo de la AMID, la cual es conformada por 140,000 trabajadores y 34 empresas, es mostrar tecnología de calidad y que ésta llegue a los clientes.
Finalmente, insistió en la necesidad de que la gente entienda la importancia de la calidad y que los gobiernos den crédito al valor de la tecnología implementada en salud.
“La lección de esta pandemia es que todos tenemos que tirar hacia un mismo lado. Tenemos que estar conscientes que el bienestar y beneficio de los pacientes está por encima de nosotros”, finalizó.
EFE
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