Édgar Valdez Villarreal, la “Barbie”, tenía el sueño de ver una película autobiográfica. Antes de ser capturado en 2010, la ilusión del jefe de sicarios del cártel de los Beltrán Leyva se materializó.
Supuestamente, el capo mexicano, uno de los delincuentes más sanguinarios a comienzos de los 2000, dictó el guión de una historia sobre su carrera criminal. Crónicas de un narco se fija en su imperio de infamia, sus relaciones familiares y sentimentales. Su sangriento pulso con el gobierno, su reyerta con otros cárteles por el control de los territorios y su implacabilidad y sadismo.
El relato navega por la experiencia de Édgar Valdez Villarreal. Hay sobredosis de información y de ficción sobre su siniestra figura y su significación en la historia de México.
La narcoproducción, según el escritor Diego Enrique Osorno, fue rodada en locaciones públicas de Monterrey (Nuevo León) y Acapulco (Guerrero). Sobre la investigación y desarrollo del “melodrama” se conoce poco; sin embargo, se señaló al ahora diputado, Sergio Mayer, como el productor de la misma.
Osorno relata que en la cinta, la “Barbie” es interpretado por Diego Dreyfus, quien hoy en día es coach de vida. "También aparece Yeniffer Behrens, actriz de series como CSI, Desperate Housewifes, y Greys Anatomy, así como Carlos Millet, conocido actor del más famoso comercial de Telmex: “¡Háblele!”, quien en la cinta interpreta a Arturo Beltrán Leyva, el “Barbas”.
El filme se realizó en 2008, y ahora forma parte del culto a la vida de Édgar Valdez Villarreal.
Todo empezó no obstante, en los periódicos, su imagen — piel clara, ojos azules y cabello rubio— inundó la prensa, por ser el primer estadounidense en volverse figura central del narcotráfico.
Eso le impulsó a pagar desplegados en diarios locales de Monterrey, ostentándose como empresario y pidiendo a la sociedad unirse para acabar con Los Zetas.
La “Barbie” ha servido también a la memoria de la violencia en el país. Ahí las evidencias tienen mucho que decir. Según la historia criminal, el capo en colocar narcomantas y hacer grabaciones sobre asesinatos y amenazas a sus rivales.
Apenas quedan aspectos de la vida de la “Barbie” que no hayan sido recreados: sus leyendas criminales han sido objeto de películas, reportajes y series de televisión, las cuales han exprimido hasta el aburrimiento la historia del narcotraficante.
Édgar Valdez Villarreal dejó una estela de violencia en los sitios de México donde el cartel Beltrán Leyva operaba, principalmente en los estados de Guerrero y Morelos. El 30 de agosto de 2010, el sicario fue detenido cerca de Ciudad de México y cinco años más tarde fue extraditado a Estados Unidos.
Su detención fue parte de una serie de espectaculares persecuciones que protagonizaron las autoridades mexicanas durante el gobierno del expresidente Felipe Calderón (2006-2012).
En enero de 2016, Valdez Villareal se declaró culpable ante los tribunales estadounidenses por tráfico de cocaína y lavado de dinero. Recibió una pena de 49 años de cárcel.
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