La cruenta batalla por el Cártel de Sinaloa: el Mayo, los hijos del Chapo y el grupo de Caro Quintero se disputan su control

Los enfrentamientos se han ido agravando en los últimos meses, pero tienen su origen en la caída de Joaquín Guzmán Loera, que cumple una cadena perpetua en EEUU

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La guerra tuvo lugar luego
La guerra tuvo lugar luego del arresto del Chapo Guzmán, que paga una cadena perpetua en EEUU (Foto: Infobae)

Tras el arresto y condena de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, el Cártel de Sinaloa sufrió una división interna que en el último año se ha manifestado en disputas sangrientas, al menos entre tres grupos que buscan hacerse del control de la poderosa organización transnacional.

Los primeros en buscar la dirección del cártel fueron los hijos del Chapo, quienes se criaron y crecieron en el negocio de Guzmán Loera. Cual si fuera una empresa, los Chapitos no pretenden alejarse del imperio que su padre ayudó a crear, con vínculos para el tráfico de drogas en los cinco continentes.

Aquellos que empezaron a disputarle territorio a los Chapitos fueron los del Cártel Caborca, comandados en el desierto de Sonora por Rafael Caro Quintero, legendario capo de la década de 1980 que pasó casi 30 años en prisión y fue liberado en 2013. Las autoridades de Estados Unidos ofrecen USD 20 millones por datos que lleven a su recaptura, pues es acusado de asesinar al agente de la DEA (Administración de Control de Drogas), Enrique Kiki Camarena, en 1985.

Finalmente, está la agrupación más experimentada y columna vertebral del Cártel de Sinaloa, liderada por Ismael Zambada García, el Mayo. Narcotraficante que nunca ha pisado la cárcel en sus 72 años y mantiene un bajo perfil que le ha permitido operar en el negocio durante décadas. Viendo caer a enemigos, familiares y amigos, pareciera intocable que probablemente nunca sea arrestado, según analistas.

Caro Quintero fue arrestado en
Caro Quintero fue arrestado en 1985 por su participación en el asesinato de un agente de la DEA infiltrado en su grupo criminal (Foto: Archivo)

Un informe del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia, de la entonces Procuraduría General de la República, fue elaborado en mayo de 2017. Este documento ubicaba que el Cártel de Sinaloa contaba con 10 células distribuidas en nueve entidades federativas de México.

El dilema ya aparecía hace tres años, pues el Chapo fue reaprehendido de forma definitiva en enero de 2016 y extraditado a EEUU un año después. Con ello se estableció una falta de liderazgo visible y los hijos del narcotraficante pretendieron ampliar su dominio al interior del cártel.

Aunque no está claro si los comandados por Caro Quintero mantienen una alianza con el Mayo Zambada, lo cierto es que el Cártel Caborca disputa las rutas del trasiego de drogas en el desierto sonorense, precisamente al perjudicar las operaciones de los Chapitos. Estos últimos serían dirigidos por el primogénito del Chapo, Iván Archivaldo Guzmán Salazar, junto con su hermano Alfredo y, en segundo rango, Ovidio Guzmán López.

Sonora es un estado fronterizo con EEUU, que por ello se ha vuelto estratégico para el paso de drogas. El brazo armado de los Chapitos en este sitio son los llamados Durangos/Cazadores, liderados por José Bibiano Cabrera Cabrera, alias El Durango, quien presuntamente murió al estallar una granada en la camioneta que viajaba a mediados de septiembre pasado. Otro brazo armado de los vástagos de Guzmán Loera en Sonora serían Los Salazar, comandados por Crispín Salazar Zamorano.

Jesús Alfredo, Iván Archibaldo y
Jesús Alfredo, Iván Archibaldo y Ovidio Guzmán, "Los Chapitos", pretenden ampliar el dominio interno del imperio criminal que su padre ayudó a forjar (Foto: Archivo)

Mientras que la facción de Caro Quintero estaría dirigida por su sobrino, Rodrigo Páez Quintero, quien controla la escisión de Los Páez. El mismo secretario de Seguridad (próximo a renunciar para ir por la gubernatura de Sonora en 2021), Alfonso Durazo, ha reconocido el resurgimiento del Narco de Narcos.

La disputa contra el Mayo Zambada tuvo su indicador más claro el 17 de octubre del 2019, cuando los Chapitos pidieron apoyo al líder del Cártel de Sinaloa para rescatar a Ovidio Guzmán López, detenido en Culiacán por agentes de la Guardia Nacional y la Fiscalía General de la República. La gente del viejo capo no acudió al llamado. Con ello se profundizó la división.

Después, la guerra se acentuó en marzo pasado con las facciones lideradas por Los Rusos y Los Ninis. Los primeros del lado de Zambada García y los segundos del brazo armado de los Chapitos. Otro evento que hizo especular sobre la guerra interna fue el asesinato de Rodrigo Aréchiga Gamboa, alias El Chino Ántrax, acaecido 16 de mayo pasado. Este pistolero del Mayo habría sido ejecutado por órdenes de los hijos de Guzmán Loera.

Sin embargo, las fricciones entre los dos bandos iniciaron durante el juicio del Chapo Guzmán, en Nueva York, en 2018, cuando dos integrantes de la familia Zambada: Jesús y Vicente Zambada -hermano e hijo del Mayo- testificaron por parte de la Fiscalía con la intención de lograr un beneficio en sus condenas.

"El Mayo" Zambada cumple nunca
"El Mayo" Zambada cumple nunca ha pisado la cárcel desde que comenzó su actividad criminal en 1980 (Foto: Archivo)

A través de narcomantas, asesinatos y videos en redes sociales, es como los capos reportan de sus disputas internas. Aunque hacia el exterior, con origen en el mismo cártel, se mantienen en disputa contra otras facciones locales o nacionales, tal es el caso del Cártel Jalisco Nueva Generación.

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