Los integrantes del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), que laboran en el Tecnológico de Monterrey, hicieron un llamado a las autoridades para revertir la decisión de no renovar el convenio institucional que proporciona estímulos económicos a investigadores.
A través de un comunicado de prensa, consideraron esta medida como una “afección de derechos” y un “trato discriminatorio” al señalar que, sin importar a qué institución educativa pertenecen, ya sea pública o privada, el SNI es una comunidad con un aspecto en común: el aprecio por la ciencia y el conocimiento.
Hacemos un respetuoso llamado a las autoridades para revertir esta decisión y para mantener un diálogo sobre la relevancia de la inversión en ciencia y tecnología para el ecosistema mexicano de investigación, y en este contexto, reconocer la trascendencia de restablecer el apoyo a todas y todos quienes somos parte del SNI
Agregaron que muchos de los miembros de la comunidad científica optaron por un plan de vida ligado a la investigación, por lo que dependen en gran medida de los estímulos otorgados por el Conacyt. Dichos apoyos económicos, aseguraron, se derivan del reconocimiento y la constante evaluación de su labor como generadores de conocimiento, evaluados bajo “los más altos estándares de calidad”.
Este tipo de decisiones podrían generar la pérdida de perfiles valiosos, no sólo para las instituciones, sino para la sociedad misma
Asimismo, acusaron que tal determinación atenta directamente contra el desarrollo de la investigación en el país, lo que podría propiciar “importantes retrocesos en el ámbito de la educación, la tecnología y el bienestar social”.
En este sentido, los miembros del SNI, que también forman parte de la comunidad del Tec de Monterrey, solicitaron a las autoridades buscar alternativas para robustecer el apoyo a la investigación, y con ello, a la economía del conocimiento.
El documento fue firmado a nombre de los investigadores que realizan trabajos de impacto en las áreas de humanidades, educación, biotecnología, alimentos, tecnologías de la información y comunicación, energía, desarrollo sostenible, mecatrónica, ingeniería, ciencias de la salud, política pública, ciencias sociales, negocios, arquitectura, diseño y arte.
En todas ellas hemos generado conocimiento e innovaciones que, junto con las que realizan nuestros colegas de las universidades, institutos y centros de investigación públicos y privados, fortalecen el crecimiento y desarrollo de México
Cabe recordar que el pasado 21 de octubre, los senadores mexicanos aprobaron en lo general los artículos no reservados del dictamen de minuta que reforma diversas leyes en materia de extinción de fideicomisos, entre los cuales desaparece el apoyo a la ciencia.
Sin embargo, en días previos, el Conacyt ya había comenzado a recortar apoyos a otras instituciones, siendo una de ellas la Universidad Iberoamericana (Ibero).
En una carta, la institución privada informó que a partir del 9 de noviembre los docentes ya no recibirán recursos por parte del órgano adscrito al la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Aunado a esto, dio a conocer que actualmente participa en 48 programas de posgrado, 25 de ellos en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) y que cuenta con 508 becarios nacionales del Conacyt.
“La colaboración de organismos públicos y privados ha demostrado ser socialmente relevante al agregar valor a los recursos públicos con investigación de calidad. El conocimiento generado es un bien público”, se lee en el boletín.
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