Culiacán es una de las ciudades mexicanas más afectadas por el narco. Allí ya está prácticamente normalizada la violencia, la presencia de los cárteles en las calles, las balaceras y los retenes militares.
La capital de Sinaloa se encuentra entre los diez municipios del país con mayor número de homicidios vinculados al crimen organizado y concentra el 67% de los asesinatos ocurridos en el estado en 2020.
Ahí tienen presencia los grupos criminales más importantes del estado: Los Chapitos (acaudillados por Iván y Archibaldo Guzmán Loera), Los Mayos (como llaman a la gente de Ismael El Mayo Zambada) y Los Guanos (dirigidos por un hermano del Chapo: Aureliano Guzmán Loera).
De acuerdo con el periodista Héctor de Mauleón, la relación entre Los Chapitos y El Mayo Zambada se rompió definitivamente porque este se negó a enviar gente de refuerzo para apoyar a Ovidio Guzmán durante el “Culiacanazo” de octubre de 2019. Los Guzmán lo acusaron de “haberse replegado”.
Esto se conoció gracias al semanario Río Doce, quien dio con unos audios en los que operadores de Los Chapitos les reclamaron a los sicarios del “Mayo” por no haberle entrando “a los chingadazos”.
Los Chapitos
Al parecer, tras la captura definitiva de su padre en 2016, “Los Chapitos” no se han puesto de acuerdo con “El Mayo”, ni con su tío, Aureliano Guzmán Loera, alias “El Guano”, sobre el control de las operaciones del grupo.
Debido a que su padre fue uno de los fundadores del cártel, ellos sienten que tienen derecho a heredar lo que él construyó. Y aunque es cierto que son mucho más ostentosos que “El Mayo” en cuanto a gastos y fiestas se refiere, “Los Chapitos” sí que conocen el funcionamiento interno y por eso quieren asumir el control absoluto. Como resultado, los dos bandos llevan años envueltos en feroces batallas.
Una de los episodios más recientes ocurrió en mayo de 2020, cuando José Rodrigo Aréchiga Gamboa, alias “El Chino Antrax”, quien fuera el jefe del escuadrón de sicarios “Los Antrax”, fue hallado muerto luego de escapar de la supervisión federal por su libertad condicional en San Diego. Se cree que “Los Chapitos” fueron los responsables de la masacre.
“El Chino Ántrax” era un aliado cercano de “El Mayo”, pues creció junto a los hijos de Zambada en Culiacán. Un mes después de su asesinato, se registró un tiroteo de varias horas en las afueras de Culiacán, al parecer entre los dos bandos, dejando un saldo de 16 muertos.
El principal negocio de “Los Chapitos” es el narcotráfico internacional. Según varios pliegos acusatorios en Estados Unidos, los hijos están involucrados en el tráfico de grandes cantidades cocaína, marihuana y metanfetamina hacia Estados Unidos, usando una amplísima red de contactos en toda Latinoamérica.
Se sabe que el grupo se ha adaptado a los cambios de los mercados de la droga y ha apostado por el tráfico de drogas sintéticas, junto al CJNG, especialmente en lo que respecta al tráfico del potente opioide sintético fentanilo. Además, el grupo ha buscado otros mercados diferentes al estadounidense y ha comenzado a capitalizar los lucrativos mercados en Australia.
Los principales territorios para “Los Chapitos” son su lugar natal en el estado de Sinaloa, especialmente la capital Culiacán, donde parecen tener mucha más influencia y poder que en otros centros urbanos. Por otro lado, se cree que “El Mayo” mantiene un control fuerte en las zonas rurales y circundantes a la capital.
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