La lumbalgia es el dolor localizado en la parte inferior o baja de la espalda, cuyo origen tiene que ver con la estructura músculo-esquelética de la columna vertebral; no obstante, este padecimiento se puede prevenir al cambiar el estilo de vida, como hacer ejercicio, evitar posturas inadecuadas o reducir el tiempo de permanecer sentado.
Y es que de acuerdo con la fisioterapeuta Adriana del Carmen Echevarría González, de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) León, de la UNAM, de 50% a 80% de las personas pueden padecer dolor grave en la espalda baja o lumbalgia.
Señaló que en el caso de los adultos, es la segunda causa de consulta médica, y las posibilidades de padecerlo se incrementan por el sedentarismo o la obesidad.
Tan solo durante el 2017, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó alrededor de 300,000 consultas por este motivo, y del 10% al 15% de éstas fueron incapacidades, inasistencias o bajas laborales.
Además, indicó que estas cifras representan un gran porcentaje registrado, sin considerar que hay un número de casos no contabilizadas por mal diagnóstico.
La experta destacó en su intervención en el programa “La UNAM Responde” que en muchas ocasiones el dolor intenso, además de afectar la zona lumbar, también se presenta en el cuello, hombros y las muñecas.
“Una de las primeras señales es cuando comenzamos a sentir cansancio en la zona lumbar o físico en general; es una señal de estrés mecánico en articulaciones o músculos. Esta sensación puede prolongarse y presentar molestias”, comentó.
De igual manera, precisó que actualmente se reconocen cerca de 56 causas probables de la lumbalgia, las cuales, por sí mismas, no desatan un periodo de dolor en la espalda baja, pero la combinación de varias de ellas incrementa el riesgo de padecerlo.
Ignorar estas señales el cuerpo sólo manifiesta mayor dolor, por lo que dijo, se hace cada vez más difícil ayudar al paciente.
“Una vez que se ha presentado el primer episodio es posible que se vuelva a sufrir otro. Pero si al presentarse en la primera ocasión generas cambios en el estilo de vida, disminuyen las posibilidades de que llegues a generar una discapacidad”, destacó.
Por ello, recomendó tratar de cambiar el estilo de vida para reducir las posibilidades de sufrir dolor agudo o crónico en la espalda baja.
Para reducir el riesgo de padecer nuevamente este tipo de molestia, Echevarría González recomendó: realizar regularmente ejercicio, evitar mantener por tiempo prolongado posturas inadecuadas y pasar demasiado tiempo sentado, así como contar con un espacio adaptado para trabajar.
El ambiente también puede contribuir a reducir este padecimiento, es decir: “donde no hayan contaminaciones sonoras, que sea privado, que nos permita concentrarnos, va a ser que seamos más productivos y disminuya el tiempo que permanecemos en la computadora”.
Finalmente, aconsejó mantener una buena alimentación para prevenir la obesidad.
Por otro lado, demás especialistas recomiendan practicar estas actividades para reducir el dolor de espalda.
Nadar es el deporte ideal, ya que es considerado uno de los deportes más completos, pues fortalece ligamentos y musculatura de las piernas, así como la columna vertebral y los brazos.
Asimismo, caminar para evitar el sedentarismo eso sí, siempre tener el cuenta el calzado utilizado.
Bicicleta fija para trabajar la musculatura de las extremidades inferiores y mantener la buena forma física sin que ello suponga un impacto para la espalda.
Pilates y yoga para conseguir elasticidad y trabajar músculos abdominales.
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