La violencia en México no ha parado ni por la pandemia de COVID-19. Entre diciembre de 2019, cuando se identificó el virus por primera vez en Wuhan, China, y septiembre de 2020, Integralia ha contabilizado 87 masacres en el país.
La consultora, a través de su cuenta de Twitter, reveló este lunes que tan sólo en los últimos cuatro meses, entre junio y septiembre, se registraron 44: así informó que los enfrentamientos entre grupos del crimen organizado en México han incrementado a pesar del confinamiento y la crisis sanitaria provocada por el coronavirus.
Integralia especificó que en cada una de las masacres contabilizadas han muerto tres o más civiles.
Durante el periodo señalado han muerto 27 personas en Irapuato, Guanajuato; 25 personas en Zacatecas, Zacatecas; 23 personas en Coatzacoalcos, Veracruz; 19 personas en Uruapan, Michoacán; 10 personas en Ciudad Juárez, Chihuahua, y 10 personas en Caborca, Sonora. Este último es el municipio que vio nacer a Rafael Caro Quintero, el Narco de Narcos.
Guanajuato, destacó, es la entidad federativa donde se ha concentrado el mayor número de masacres en los últimos dos años, con 31 registradas, lo cual equivale a 35% del total.
Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Migración y Población, reveló el pasado 7 de octubre cifras que ayudan a dimensionar el horror en uno de los países que más ha sufrido el castigo de la delincuencia organizada.
En sólo 23 meses —de diciembre de 2018 a septiembre de 2020— las autoridades periciales han hallado más de 1,257 fosas clandestinas en México. Ahí, enterrados sin nombre y con marcas de la violencia, han sido encontrados 1,957 cuerpos. De ellos, sólo 806 han sido identificados y 449 entregados a sus familiares.
El informe enfatiza que diez municipios concentran el 41% de las fosas clandestinas halladas en lo que va del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Tecomán, Colima, un terreno disputado por los cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, y la Nueva Familia Michoacana, ocupa el primer lugar, con 96 fosas y 164 cuerpos exhumados.
Detrás se encuentran Úrsulo Galván, Veracruz, con 75 fosas y 17 cuerpos; Ahome, Sinaloa, con 63 y 100; Acapulco, Guerrero, con 61 y 33; y Mazatlán, Sinaloa, con 48 y 101.
La lista continúa con los municipios Playa Vicente, Veracruz, con 45 fosas y 2 cuerpos; Puerto Peñasco, Sonora, con 35 y 52; Manzanillo, Colima, con 33 y 38; Cajeme, Sonora, con 30 y 45; y Juárez, Chihuahua, con 30 y 28.
En tanto, los estados con mayor número de fosas son Veracruz, con 190; Sinaloa, con 153; Colima, con 149; Guerrero, con 123; y Zacatecas, con 112.
Jalisco encabeza la lista de las entidades con más cuerpos desterrados, de acuerdo con los informes del gobierno, en el estado —bastión del Cártel Jalisco Nueva Generación— se han exhumado 605 cuerpos; Sinaloa, cuna de uno de los cárteles de la droga más poderosos de México, reportó 253 cuerpos; Colima, con 232; Sonora, con 143; y Michoacán, con 113.
Alejandro Encinas precisó que el número de fosas y cuerpos hallados en lo que va del sexenio representa el 30.7 y 28.3%, respectivamente, de la cantidad histórica registrada desde 2006. “En estos dos últimos años hemos localizado el 30.7 por ciento de las fosas históricamente registradas y se han exhumado el 28.3% de los cuerpos que se han exhumado en su totalidad, de 2006 a la fecha”, aseguró.
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