Este viernes, el empresario mexicano, Ricardo Salinas Pliego, anunció que se siente “muy bien” y que, en su experiencia, “el Covid fue como una gripa”. Desde su cuenta de Twitter publicó que sus síntomas fueron leves y anunció que está listo para “seguir trabajando y jugar golf”.
El miércoles 14 de octubre, Salinas publicó su diagnóstico positivo desde la red social y llamó a guardar la calma con la confianza de que todo saldría bien. Tras el anunció, fue recibido con críticas de usuarios, como la periodista Denise Dresser, quienes respondieron asegurando que, a diferencia suya, sus trabajadores fueron obligados a exponerse durante la pandemia. Además cuestionaron si los empleados tuvieron el mismo acceso al servicio médico que el empresario.
“Ojalá se recupere. Lástima que no cuida a sus trabajadores, a quienes obliga a exponerse. Seguramente no tendrán acceso a tratamientos que usted recibirá. Decir que ‘nos tiene que dar a todos, vamos a estar bien’ es una irresponsabilidad con la sociedad que le proveyó su fortuna”, escribió Dresser.
El empresario respondió a la crítica en tono de sarcasmo, pues le agradeció sus “buenos deseos e intenciones”, además de contestar algunos comentarios de los seguidores de Dresser en su contra.
Además de las publicaciones relacionadas con su estado de salud, Salinas Pliego ha causado polémica por sus opiniones sobre la distribución de la riqueza, el sistema de pensiones y las restricciones comerciales determinadas por las autoridades de salud.
El tema de las restricciones laborales fue particularmente controversial porque una empleada de Banco Azteca en Guadalajara denunció que su gerente no le permitió guardar cuarentena, por políticas de la institución, al principio de la crisis sanitaria y, un par de meses después, ella y su madre murieron por una infección de coronavirus.
Además, una usuaria de redes sociales lo confrontó luego de sufrir un despido arbitrario. Le reclamó la desconsideración con su historial laboral de 18 años. Salinas le respondió que era malagradecida y que, de haberla conocido, la hubiera despedido antes.
Con su comentario sobre las pensiones respaldó esta implicación de que sus empleados son bienes desechables sobre los que no tiene responsabilidad alguna. “Para el patrón, cualquier contribución a la pensión del trabajador es sólo un impuesto más. Es un gravamen extra a quienes creamos las fuentes de trabajo”, escribió.
Recientemente, Grupo Elektra perdió un litigio, precisamente contra el Servicio de Aportación Tributaria, frente al Tribunal Federal de Justicia Administrativa. La autoridad determinó que la empresa tenía un adeudo de 18 mil 455 millones de pesos por “infracciones contables” que datan de 2008 a 2012.
Además, la misma corporación deberá pagar otros 2 mil millones de pesos en impuestos por operaciones vinculadas con Mexicana de Aviación.
A los usuarios que lo cuestionaron sobre su posición de privilegio para enfrentar al Covid Salinas les respondió a la manera sarcástica usual y se dignificó agradeciendo los reclamos.
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