A través de redes sociales se volvió viral el error de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (CONALITEG), la cual puso a disposición del público los clásicos “libros verdes” editados cuando José Vasconcelos fue director de la Secretaría de Educación Pública (SEP) de 1921 a 1924. Uno de los tomos de colección es “La Ilíada”, del autor griego Homero. Sin embargo, a través de su página oficial, la CONALITEG le cambió el nombre al libro por “La Ileada”.
La omisión se dio a conocer a través de una publicación en Twitter del popular usuario conocido como Vampipe. En el tweet escribe “La Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos de la @SEP_mx (@Conaliteg) nos recomienda leer: LA “ILEADA”. Pensaba que se llamaba La Ilíada. Así es. El @GobiernoMX siempre al servicio de la cultura.”
A raíz de la publicación, la CONALITEG y la SEP recibieron burlas y críticas por parte de usuarios de la red social. El término “La Ileada” se volvió rápidamente el número 8 en tendencias nacionales, acumulando a las 12 de la tarde la cantidad de 2,975 tweets al respecto.
Entre las burlas dirigidas al error cometido por la CONALITEG también rescataron el momento en que Beatriz Gutiérrez Müller recordó en sus redes sociales el natalicio del autor estadounidense Oscar Wilde. Sin embargo, a la hora de identificar la nacionalidad del escritor, escribió por error la palabra “estadunidense” omitiendo algunas letras. Así lo recordó el usuario de Twitter Héctor Marqués también conocido como “Jiots”: “Entre la que escribe Estadunidense y los que escribieron ‘La Ileada’ no cabe duda, la educación en un país es reflejo del gobierno que se tiene.”
Tras la controversia, la CONALITEG retiró de su página los títulos rebautizados.
La colección de libros verdes se puso a disposición del público en su versiones digitalizadas en conmemoración a los 99 años desde que José Vasconcelos tomó la titularidad de la SEP durante el gobierno de Álvaro Obregón.
En esos años, la propuesta del reconocido funcionario público fue criticada por sus contemporáneos por parecerles una “medida aristocrática”. Opinaban que el publicitar a los clásicos respondía a motivaciones burguesas que no iban de acuerdo con las aspiraciones de la Revolución Mexicana. Sin embargo, José Vasconcelos defendió la propuesta ante sus colegas.
El antiguo secretario de educación pública relató que a través de sus lecturas de los tomos de El Capital, conjunto de obras que contienen los postulados teóricos de Carl Marx, pudo acercarse a discusiones en las que se hablaba de las estrategias de educación del pensador de la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Vasconcelos narra que la idea de publicar su colección de clásicos identificados por su característico color verde en el empastado, le llegó al escuchar de Máximo Gorki (promotor cultural de la URSS) quien afirmaba “Hay que abaratar los clásicos… hay que darlos a los pobres... No es justo que sean privilegios de ricos...”.
El pensador mexicano asegura que fue ese el origen de, lo que él considera, una de sus más grandes acciones al mando de la SEP. Vasconcelos describe la colección como la iniciativa que “más me ufana y regodea. De paso, también, mi edición de clásicos fue la mejor propaganda que se haya hecho en favor de México desde que el país existe”.
Fueron estas las ideas que llevaron a la impresión de obras escritas por Platón, Esquilo, Eurípides, y la edición de grandes títulos como La Odisea y la Ilíada, mas no la Ileada.
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