Aún cuando se compruebe la culpabilidad de Salvador Cienfuegos Zepeda o el general en retiro demuestre su inocencia, en el proceso, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) sufrirá un deterioro de confianza, consideraron analistas.
En los dos escenarios referidos el juicio será largo, mientras tanto, la opinión pública terminarán por pasar factura a este arresto de quien fuera el encargado de una de las instituciones más prestigiosas y respetadas.
“Disminuye la confianza de la población en las Fuerzas Armadas, todo mundo, todo el público, todos los taxistas, todos los periódicos están hablando de que las Fuerzas Armadas no son lo que eran, el Ejército no es lo que decía el presidente que era y que por eso le da muchas tareas”, expuso Raúl Benítez analista en temas de seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
A nivel de instituciones también se gesta un proceso de desconfianza con los demás cuerpos de Seguridad y de Defensa, según el especialista del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (CASEDE).
Cienfuegos Zepeda fue detenido el pasado 15 de octubre a su arribo al aeropuerto de California, en Los Ángeles. Una orden de arresto pesaba en su contra desde agosto del 2019, pues se le acusa de tres cargos de conspiración para manufacturar, importar y distribuir drogas, además de un cargo por lavado de dinero.
Habría colaborado con el Cártel H-2 para el tráfico terrestre y marítimo de cocaína, marihuana y metanfetamina, hacia EEUU, según el Departamento de Justicia de aquel país. Principalmente, estaría ligado con Juan Francisco Patrón Sánchez, El H2, quien asumió el liderazgo de una facción desprendida del Cártel de los Beltrán Leyva desde 2014.
En el plano internacional, el arresto de Cienfuegos Zepeda aumenta la desconfianza en el sistema de seguridad de México, lo que causaría dificultades en temas cooperación de combate al crimen.
“Aumenta la desconfianza con Inglaterra, con Alemania, con Francia, con Guatemala, con Argentina. Entonces, el narcotráfico, el crimen organizado tienen una dimensión transnacional y si hay desconfianza se dificulta la cooperación y si se dificulta la cooperación, ¿a quién beneficia? a los narcos, al crimen organizado”, agregó el académico de la UNAM.
Aunque se trate de un ex secretario de la administración anterior, el arresto pesa sobre la institución y es un duro golpe que mina la credibilidad de la Sedena.
Datos del Latinobarómetro del 2018 arrojaron que las Fuerzas Armadas eran la segunda institución de mayor confianza de los mexicanos. Al menos 57% confiaba en la Iglesia y el 50% en las FFAA.
“Todos los generales deben estar muy asustados sin saber cómo reaccionar y yo creo que les va a bajar el empoderamiento de imagen que tienen de ellos mismos”, aseguró Raúl Benítez tras conocer la noticia el pasado 15 de octubre.
El mismo López Obrador dijo el sábado pasado que la presunta conducta criminal de Cienfuegos Zepeda no significaba fincar culpas a toda una institución. Agregó que respalda tanto a la Sedena como a la Marina Armada de México, pero iría tras los involucrados en el caso porque no quiere “encubrir a nadie”; lo anterior, siempre que se demuestren complicidades y los funcionarios sigan activos en su gobierno.
Por otra parte, Carlos Pérez Ricart, profesor investigador del CIDE (Centro de Investigación y Docencia Económicas), reconoció que si bien, esta desconfianza puede traducirse en una competencia de empoderamiento y consolidación de otras dependencias (como la Secretaría de Marina o la Guardia Nacional), también puede resultar en ineficacia, porque ambas estarán compitiendo por perseguir el mismo objetivo en aras de mostrar que son confiables y buscan resultados.
En este sentido, Raúl Benítez dijo que la Guardia Nacional como la Secretaría de Marina Armada de México habrían de “balancear” el proceso de desconfianza generado por el arresto de Cienfuegos Zepeda. Mientras que al interior del Ejército vendrá un proceso de reflexión muy importante.
“La competencia entre la Marina y el Ejército es necesaria, vital, porque si la Sedena puede fallar en este momento que va a entrar en un proceso de autorreflexión muy fuerte, está la Marina para seguir con su fuerza, haciendo lo que tiene que hacer un Ministerio de Defensa del país (...). Si no hay dos instituciones militares, sino si hay tres: Guardia, Marina y Sedena, mejor, porque así se van contraponiendo”, argumentó el especialista de CASEDE.
Mónica Serrano, doctora en Relaciones Internacionales por la universidad de Oxford, consideró que es “perverso” para la soberanía que, al igual que en Colombia, los intereses externos pongan en competencia a las Fuerzas Armadas mexicanas, en este caso, a la Guardia Nacional contra el Ejército y la Marina. Pues esto conllevaba una lógica de sometimiento al combate de las drogas a que ha orillado la política de EEUU.
Raúl Benítez también destacó que a nivel interno hay un reacción de tipo nacionalista militar reactiva, lo cual significa un sentimiento de traición por autoridades estadounidenses al ir contra uno de los altos mandos cuando se suponen que había una colaboración cercana. Los adeptos de este sector propondrían reducir e, incluso, congelar las relaciones con el gobierno norteamericano. Por ello era importante prevenirlo, porque es necesaria que los países combatan en conjunto estos ilícitos.
Los ponente participaron en el Seminario sobre Violencia y Paz, auspiciada por el Colegio de México y moderado por Sergio Aguayo.
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