A las 3 de la mañana de este miércoles, en la Cámara de Diputados, se aprobó en reserva –aupada por legisladoras de todos los grupos, como el de Igualdad Sustantiva– la eliminación del impuesto (IVA) a los productos de higiene menstrual, como son toallas sanitarias y tampones. Entonces pintaba a que esta jornada se marcaría con un logro histórico para las mexicanas en temas de justicia tributaria.
Sin embargo, horas después, las fracciones de Morena (partido oficialista), así como del Partido del Trabajo (PT) y del Partido Encuentro Social (PES) echaron esta iniciativa atrás. Los diputados de esos partidos, que estratégicamente fueron en su mayoría hombres, llevaron la propuesta a votación en lo particular y ahí la rechazaron.
La iniciativa, que viene desde el movimiento “Menstruación Digna”, busca reformar el artículo 2°-A de la Ley del Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA) para considerar dichos productos dentro de la llamada “tasa cero” –tomando en cuenta que son indispensables para un proceso fisiológico natural–, pues actualmente están grabados con una tasa del 16%, y a diferencia de otras cargas tributarias, estas no distinguen entre la capacidad económica de las personas.
“El argumento (de los detractores) era que no querían perder tres mil millones y medio de pesos del fisco”, compartió con Infobae México la diputada de Movimiento Ciudadano, Martha Tagle, quien también ha sido la principal impulsora de esta propuesta en el Congreso. Incluso, señaló, desde la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ya se había mostrado una fuerte negativa a la iniciativa.
“Desafortunadamente las (diputadas) que no conocen de temas fiscales convencieron a varias mujeres y hombres de que con este tema ibamos a beneficiar a las empresas. Incluso una diputada del PT llegó a decirlo en el pleno, que quienes estábamos impulsando la iniciativa de menstruación digna estabamos financiados por las empresas que producen dichos insumos”, señaló Tagle.
Y entonces la diputada puso el ejemplo de otros productos de primera necesidad, como medicinas y alimentos, que tienen tasa cero y que no representa eso ningún beneficio para las compañías que los elaboran.
Para Paulina Cataño, coordinadora del eje del IVA de Menstruación Digna México, "el IVA a productos de gestión menstrual es discriminatorio y causa mucísima desigualdad. Lo que buscamos es que se elimine este impuesto que además de ser discriminatorio atenta contra otros derechos a las mujeres, niñas, adolescentes y otras personas menstruantes”.
El colectivo lo explica con cifras: una mujer necesita 360 toallas o tampones promedio al año. En México hay más de 64 millones de mujeres en edad reproductiva, que en condiciones normales, gastarían entre 425 y 1,220 pesos (19.58 y 56.20 dólares) anuales en artículos de higiene menstrual. Ese gasto, representaría hasta el 8% del ingreso total mensual de una familia en situación de pobreza conformada por al menos dos personas que menstrúan.
“Menstruación digna lo que está impulsando es la necesidad de meterle la perspectiva de género a las políticas públicas, porque no hay; nuestra política carece de perspectiva de género en derechos humanos”, reiteró Cataño, explicando que esta medida ya es una realidad en al menos 20 países alrededor del mundo, como Colombia y Nicaragua.
Además, basada en las investigaciones que desde el movimiento hicieron con expertas en economía y leyes para poder realizar la propuesta, Paulina señaló que el impacto fiscal no es tan alto, "no es como que el país vaya a dejar de funcionar”. Y es que los tres mil millones de pesos que dejaría de recudar Hacienda no son ni el 1% del total de dinero que recauda en impuestos.
La diputada Tagle lamentó que desde Hacienda incluso compararon la eliminación del IVA en los productos de higiene menstrual con otros como el rastrillo, “por qué tendrían que pagar impuestos las personas por rasurarse la barba”, sin tomar en cuenta que los primeros, a diferencia de los segundos, son indispensables para un proceso fisiológico que experimentan una vez al mes, alrededor de 40 años, las personas que menstrúan.
No obstante destacó que también trabajan ya en el tema de la gratuidad de esos productos; ya se tiene una reforma que busca que toallas sanitarias y tampones sean distribuidos sin costo en las escuelas. También impulsaron ya un exhorto para brindar el mismo servicio a las reclusas del país. Y están negociando con Liconsa, que entrega las canastas básicas a personas de bajos recursos de parte del gobierno, que los productos necesarios para la mentruación sean agregados a esos paquetes.
Por otro lado, la legisladora subrayó que algo bastante molesto, a su parecer, en la discusión en la Cámara de Diputados fue que quienes votaron en contra no dieron la cara, “en otras reservas, cuando votan en contra, se suben a dar la cara. Aquí no se atrevieron porque tampoco quieren quedar mal con las mujeres”.
Pero, en nombre de las funcionarias que impulsan esta reforma, Tagle dijo que no pierden la esperanza de que sus compañeras en el Senado retomen esta causa, ahora que reciben la propuesta de la Ley de ingresos 2021 para su discusión.
“De no lograrse también nos queda la Corte, porque este es un tema que no vamos a dejar", advirtió Martha Tagle.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: