Para Alexei Chévez Silveti, consultor en temas de Seguridad, México no atraviesa un proceso de militarización, sino de militarismo, pues la primera opción conllevaría ver a castrenses en diversas áreas de gobierno, aunque reconoce que hay un uso excesivo de las Fuerzas Armadas (FFAA) por parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
“Militarización en el uso estricto de la palabra no hay. Y hay que ser muy puntuales en ello. No hay militares en otras áreas de gobierno y tampoco hay militares legisladores. Lo que si hay es un uso indiscriminado de las FFAA ¡para absolutamente todo!, construyen, reparan, cuidan”, consideró Chévez Silveti en entrevista con Infobae México.
El especialista refirió que en la administración de López Obrador se han designado tareas a las Fuerzas Armadas que están fuera de su área natural, incluso, algunas son inconstitucionales o muy cerca de violar la Ley.
Para ilustrar este caso estarían las encomiendas de administrar puertos y construir un aeropuerto en Santa Lucía, así como su participación en el programa Sembrando Vida, que busca cultivar 266 millones de árboles entre 2019 y 2020.
Sin embargo, el especialista apuntó que esas colaboraciones no implican un ansia desmedida de poder por parte de las Fuerzas Armadas. Comentó que esto responde, más bien, a una cuestión de lealtad y eficacia, lo que lleva a obedecer las órdenes de su comandante supremo, en este caso, el presidente de la República.
Ellas hacen lo que se les manda en detrimento de su función principal de cualquier ejército en el mundo
Otros analistas han coincidido en la dependencia de AMLO de los miembros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Por ejemplo, expertos consultados por Reuters, afirmaron el fin de semana pasado que la reciente detención de Salvador Cienfuegos Zepeda, ex titular de la Sedena con Enrique Peña Nieto, pondría en jaque esa relación del mandatario con las FFAA.
“Ha puesto todo su capital político en hacer que su proyecto político funcione a través de las fuerzas armadas”, dijo Falko Ernst, analista del International Crisis Group. "Si se aleja de eso, no hay nadie más a quien acudir en este momento. No le quedan muchas otras opciones ", agregó el especialista a Reuters.
El jefe del Ejecutivo mexicano ha dicho que respalda tanto a la Sedena como a la Marina Armada de México, pero iría tras los involucrados en el caso de Cienfuegos Zepeda porque no quiere “encubrir a nadie”, siempre que se demuestren complicidades y los funcionarios sigan activos en su gobierno.
El general en retiro fue arrestado el pasado jueves 15 de octubre cuando arribó al aeropuerto de California en Los Ángeles. Planeaba pasar unos días con su familia en Estados Unidos, pero agentes federales, tras órdenes de la DEA (Administración de Control de Drogas, por sus siglas en inglés), le detuvieron porque estaría involucrado en tráfico de drogas, lavado de dinero y beneficiar a un grupo ligado al Cártel de los Beltrán Leyva.
Esto supuso un duro golpe a una de las instituciones con más prestigio y respeto. El mismo López Obrador dijo el sábado pasado que la presunta conducta criminal de Cienfuegos Zepeda no significaba fincar culpas a toda una institución.
El fracaso del Culiacanazo
Alexei Chévez dijo que el llamado Culiacanazo, de reciente aniversario el 17 de octubre, debió marcar un cambio completo en el actuar de las Fuerzas Armadas. El fracaso de aquella operación, donde detuvieron y liberaron a Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, demostró que las formas tradicionales quedaron superadas por un grupo delincuencial como el Cártel de Sinaloa.
Advirtió que no hay constancias para verificar que esos cambios al interior de la Sedena se hayan dado. Por ejemplo, no hay un informe sobre las fallas ni las medidas que se tomaron para que una situación como esa no vuelva a suceder. Tampoco se han reportado responsables del fracaso.
La Guardia Nacional es simbólica
El experto criticó que la Guardia Nacional, creada para combatir el crimen organizado y mantener la paz interior. Aseguró que ha sido un gran fracaso, pues no ha logrado disminuir los índices de criminalidad en el país.
“Se nos ha dicho que serían la solución y hasta ahora no vemos operativos que hagan una diferencia contra el crimen. Su presencia es meramente simbólica en el país. Se ha dejado a un lado la investigación y operación policial. Tiene el triple de efectivos que PF y aun así no han logrado hacer una diferencia”, aseveró el asesor en Crimen Transnacional.
Refirió que estos agentes no cumplen los requisitos mínimos para ser policías y no hay recursos ni voluntad para capacitarlos, por ello “se han convertido en los hechos en otra arma de Sedena”, finalizó.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: