Este martes, la Comisión de Marina del Senado, en la que se discutieron las reformas para transmitir las facultades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) sobre los puertos a la Secretaría de Marina (Semar), se aprobó con unanimidad el proyecto impulsado desde la bancada de Morena en la Cámara de Diputados y por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
La Comisión de Marina del Senado fue dirigida por el priista Eruviel Ávila. Además, se reunieron en la sede alterna del hotel Casa Blanca, los senadores Arturo Bours Griffith, Higinio Martínez, Américo Villarreal Anaya y José Ramón Enríquez Herrera, de Morena. Del Partido Verde Ecológico de México estuvo Israel Zamora Guzmán.
Aunque el senador Eruviel Ávila se empeñó en asegurar que no se trata de una “militarización” de los puertos, sino su fortalecimiento, los expertos han calificado de esa manera al hecho de que se desplacen a autoridades civiles para dar paso a que autoridades castrenses tomen su lugar.
“Definitivamente se trata de una militarización de los puertos” declaró para Infobae México el abogado de la Universidad Iberoamericana, Andrés Alcántara Silva. “Las facultades que actualmente tiene la SCT en la materia pasarán a ser competencia exclusiva de la Marina, desplazando por completo los mandos civiles”.
Esta decisión no ha sido del todo bien recibida entre las y los simpatizantes de Morena, el partido político que llevó a la presidencia a Andrés Manuel López Obrador. Tatiana Clouthier, una de las diputadas más populares del partido, votó en contra de la medida cuando se discutió en el Palacio de San Lázaro. Además, Javier Jiménez Espriú, renunció a mediados de este año a la titularidad de la SCT por no haber sido informado de las medidas que López Obrador propuso para quitarle facultades a su dependencia.
En un comunicado de prensa, la Semar informó sobre la manera en que distribuirán a sus elementos a través de los puertos para ocupar las funciones de Guardia Costera. Andrés Manuel señaló que la intención de esto es mejorar la seguridad y evitar el tráfico de estupefacientes como el fentanilo (narcótico de especial interés para la Drug Enforcement Administration de Estados Unidos).
Además de los 87 mil 359 elementos de la Guardia Nacional dedicados a “Operaciones para la Construcción de la Paz” (que involucran intercepciones terrestres, aéreas y marítimas “para disminuir los incidentes de violencia y garantizar el desarrollo económico”), se desplegarán 13 mil 426 elementos de la Semar que también se dedicarán a la vigilancia e intercepción marítima, en los puertos y sus alrededores. Por otro lado, sólo 665 elementos serán dedicados a operaciones de búsqueda y rescate.
Los 13 mil 426 elementos de la Semar serán distribuidos de la siguiente manera:
4 mil 701 para Mantenimiento del Estado de Derecho y salvaguarda de la vida humana en la mar; que incluye 4 operaciones dedicadas desde evitar el tráfico ilegal de combustibles, protección de barcos camaroneros y el ecosistema de la vaquita marina, hasta la intercepción de embarcaciones bajo sospecha de tráfico de estupefacientes.
Mil 157 elementos navales para vigilar y controlar las instalaciones portuarias, donde trabajarán junto a autoridades fiscales y aduanales para localizar y examinar cargas que representen un “riesgo a la seguridad nacional”.
7 mil 568 elementos que llevarán a cabo Operaciones de Infantería de Marina para el mantenimiento del Estado de Derecho en el mar. Esto incluye “combatir el tráfico de armas, personas y mercancías”.
Para el periódico El Financiero, Marcelino Tuero del Consejo Consultivo Marítimo Mercante, explicó que con la presencia de autoridades castrenses sin experiencia mercantil en las aduanas “Va a haber un estrangulamiento del comercio exterior, habrá una lentitud inmensa por parte de las aduanas para tramitar todo lo que los agentes aduanales tienen que hacer para exportar o importar una mercancía”.
Agrega que autoridades militares ya han dirigido instituciones portuarias sin dar resultados favorables: “Ya se probó que la Secretaría de Marina no pudo terminar con el tráfico de estupefacientes en Lázaro Cárdenas, allí el capitán de puerto y el directo de la aduana marítima pertenecen a la marina” Lo mismo ocurrió en Manzanillo donde el capitán del puerto es un contralmirante.
También para El Financiero, el doctor en Derecho, Rodríguez Garduño mostró su desacuerdo con el presidente López Obrador quien asegura que un mando militar evitará la corrupción de los puertos por el crimen organizado: “Por eso hemos tenido tres directores de aduana, prácticamente las aduanas son controladas por estas organizaciones. El presidente pretende que a los militares no les suceda eso, lamentablemente los militares también pueden ser cooptados por el crimen”.
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