Uno de los episodios militares más negros en la historia contemporánea de México ocurrió el viernes 1 de mayo del 2015, cuando el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) derribó un helicóptero de la Fuerza Aérea con un lanzacohetes, acabando con la vida de ocho militares y un policía federal.
La aeronave - un Cougar con matrícula 1009- fue derribada en el municipio de Villa Purificación, Jalisco, con una técnica similar a la utilizada en Oriente Medio por terroristas.
El propio gobierno mexicano reconoció que fue una emboscada "inédita y perfectamente diseñada”.
Los criminales incluso intentaron “rematar” a los oficiales que sobrevivieron al aterrizaje forzoso, quienes lograron ser rescatados por sus compañeros que participaban en el arranque del Operativo Jalisco, de acuerdo con el relato oficial.
Esa mañana la Sedena, junto con la Policía Federal, la Marina, la Procuraduría General de la República (PGR) y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), arrancaron el operativo para sumarle puntos a la administración del ex presidente priista Enrique Peña Nieto, gravemente perjudicada por el caso Ayotzinapa.
Cuatro helicópteros, dos de la Fuerza Aérea Mexicana y dos de la Policía Federal, sobrevolaron el camino entre los municipios de Casimiro Castillo y Villa de Purificación (a unos 300 kilómetros de la capital jalisciense, Guadalajara), como parte de un recorrido de reconocimiento.
Al observar un “convoy atípico” por el tipo de camionetas “que automáticamente llaman la atención”, de acuerdo con las palabras del comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, el helicóptero Cougar “se aproximó un poco”.
En los segundos siguientes el rotor de cola fue golpeado por un proyectil que había sido expulsado de un lanzador de origen soviético RPG (Rocket-propelled grenade, por sus siglas en inglés), capaz de disparar cohetes impulsados por granadas.
Tras el ataque, el grupo criminal encabezó a partir de las 9:00 horas del mismo viernes cuatro enfrentamientos y realizó 39 bloqueos en 25 municipios —siete de la Zona Metropolitana de Guadalajara—, según información del gobierno de Jalisco.
Fueron un total de 26 rutas del transporte público y 12 puntos carreteros afectados, así como 11 sucursales bancarias, cinco gasolineras y 36 vehículos incendiados. También hubo acciones similares en Guanajuato, Colima y Michoacán, donde el cártel tiene presencia.
Caída del CJNG
Los días de gloria del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) parecen haber quedado atrás. La semana pasada la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) bloqueó 1,000 millones de pesos a 1,683 personas que operaban recursos para la organización criminal y la anterior e informó sobre el aseguramiento de un importante arsenal del Grupo Élite en Lagos de Moreno, Jalisco.
Posiblemente la ofensiva contra el cártel de Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho", se inició después de que el presidente Donald Trump pidió a López Obrador que intensificara los operativos contra el cártel. En febrero de 2020, los gobiernos de México y de EEUU dieron un golpe al criminal cuando el hijo del “Mencho”, Rubén Oseguera González ,”El Menchito", fue extraditado, y su hija, Jessica Johanna Oseguera González, fue detenida mientras acudía a una de las audiencias de su hermano.
Una aparente respuesta que no deja de sentirse tardía. Desde su creación en 2011, el CJNG sembró el terror en todo el territorio mexicano y sus negocios de drogas alcanzaron países como Estados Unidos, Colombia y, sin confirmar, en Canadá, Argentina, Holanda, Ghana, Nigeria, Marruecos, Rusia, China, Corea del Sur, Alemania, Perú, Centroamérica, Bolivia, Malasia, Indonesia, Vietnam, Polonia, Australia y Camboya, superando al Cártel de Sinaloa.
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