El director de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Raúl Padilla, criticó la falta de apoyos hacia el sector de la cultura, esto como parte de su discurso al aceptar el Premio Princesa de Asturias, galardón que se le dio a la FIL Guadalajara como parte de sus casi 40 años de fomento a la lectura.
Padilla pronunció un discurso al recibir el premio, en donde criticó la postura de quienes quieren dejar que los libros dependan únicamente de las leyes del mercado; sin embargo este no fue el único al que apuntó como responsable de la complicada situación cultural que se vive en México sino que también responsabilizó a las autoridades que buscan “hacer ver que la cultura es prescindible”. Así lo dijo:
Nuestra feria es una empresa cultural pública creada y sostenida por la Universidad de Guadalajara. Esta fórmula parece un error para quienes desean que la suerte del libro se deje entera en manos del mercado, pero también a los gobiernos que creen que la cultura es prescindible y que los libros, la ciencia, la educación deben sacrificarse por otros ideales
El director de la FIL Guadalajara dio a entender que es en parte a los libros y a la letra impresa, quienes se alimentan y ayudan a alimentar la libertad. En específico se refirió a la libertad escrita y al constante conflicto que ha existido con los medios de comunicación desde el gobierno de México:
Los libros, y en general la letra impresa, se alimentan de la libertad y, a la vez, la amplían. La modernidad política apareció con la libertad de imprenta, con el derecho a escribir y publicar sin restricciones. Defendamos este valor fundamental, con más razón frente a los gobiernos populistas que hoy amenazan nuestra herencia liberal y ponen en riesgo la democracia
Recordemos que por la pandemia de COVID-19, muchas de las ferias y festivales culturales de México se han tenido que posponer o cancelar, mientras que los pocos que sí lograron seguir adelante con sus proyectos se han tenido que adaptar rápidamente a las nuevas tecnologías para poder reproducir el contenido a través de internet o manteniendo una capacidad muy limitada de aforo que no les permite recaudar la cantidad de ingresos que se esperaban.
Un caso similar está sucediendo con el Festival Internacional Cervantino 2020, el cual tuvo que anunciar que pasará sus contenidos a través de la televisión pública y en sus plataformas digitales, mientras que se dieron por perdidos todos los ingresos por las entradas y la ciudad de Guanajuato perdió la gran captación de recursos que permitía traer uno de los festivales más representativos del país.
Otro gran eje de literatura que decidió pasar todo su contenido por internet es la FIL del Zócalo, la cual decidió realizar las ofertas y las ponencias completamente en línea, con videos y pláticas completamente virtuales y contando con el apoyo de perfiles de Facebook, Youtube, Instagram y Twitter para poder exponer sus contenidos.
Hay que decir que uno de los proyectos más llamativos que se adoptó durante la pandemia y que permitía la sana distancia entre los asistentes fue de la Festival Internacional de Cine de Guanajuato, el cual adoptó la idea del “aquacinema”, en el cual muchos de los usuarios podían ver los cortometrajes y contenidos del festival desde pequeñas embarcaciones desde las que gozaron de hermosas vistas, además de que todos los contenidos del programa.
La problemática de la cultura se debe a que es el ramo al cual el gobierno dirigido por Andrés Manuel López Obrador más ha recordado para poder dirigir esos recursos hacia el sistema de salud, el cual se encuentra desbordado debido a la gran cantidad de contagios que no se ha podido dar abasto para controlar el creciente número de casos de COVID-19. El recorte supuso un decremento de 21% a la cultura, lo que la dejó en apenas 10 mil 681 millones de pesos.
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