Con la captura de Adán González Ochoa, alias el “Azul”, líder que había quedado al mando del Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) tras la detención del “Marro”, el CJNG habría quedado como el virtual ganador de la guerra territorial por Guanajuato.
Sin embargo, lejos de tener el camino allanado, el cártel de Jalisco ha tenido que enfrentarse a las ofensivas de la autoridades. El pasado fin de semana, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado informó sobre la captura de 10 personas vinculadas al grupo delictivo, resultado de las labores de inteligencia del Grupo Táctico Operativo de las Fuerzas de Seguridad de la entidad.
Se trató del segundo golpe que recibió el Cártel Jalisco Nueva Generación en pocos días. El pasado 8 de octubre, un operativo de las fuerzas armadas acabó con la detención de siete presuntos sicarios, además de la incautación de drogas, armas y cartulinas alusivas al grupo criminal.
Estas operaciones simbolizan el cambio de paradigma en las prioridades del aparato de seguridad guanajuatense, que hasta hacía pocos meses había centrado sus esfuerzos en José Antonio Yépez Ortiz, el “Marro” y el Cártel de Santa Rosa de Lima.
Con el “Marro” y algunos de sus principales operadores en la cárcel, y los restos de su organización peleando entre sí, el gobierno estatal cambió de foco.
Pero ni con la detención de Yépez Ortiz —el pasado 2 de agosto—, la seguridad se ha hecho plenamente efectiva en el estado, según lo advierten las cifras oficiales y la incidencia de homicidios que se mantiene intacta en Celaya, León o en municipios limítrofes con Michoacán.
Actualmente operan 3 grupos delictivos en la entidad, debido a que el CSRL llegó a solicitar apoyo al Cártel de Sinaloa para combatir al CJNG, de acuerdo con lo afirmado por el experto en seguridad, David Saucedo, al periódico Milenio.
“Sin menospreciar esta detención, lo relevante para la situación es la guerra de cárteles en el estado de Guanajuato, también hay un ganador que es el Cártel Jalisco Nueva Generación”, afirmó.
La entidad es disputada por su ubicación estratégica, pues se encuentra a la mitad del paso entre el pacífico y el Golfo, rumbo a la frontera norte de México. Esta ruta sería esencial en las operaciones del CJNG. Antes de ser arrestado, visiblemente débil, Yépez Ortiz difundió un video donde aseguró que jamás permitiría el tránsito por Guanajuato al CJNG.
Tanto el CJNG y el CSRL han mantenido una guerra en el último año. A esas disputas el gobierno atribuyó la masacre de 27 personas que se encontraban en un centro de rehabilitación para adictos a drogas en Irapuato, Guanajuato, a principios de julio.
La caída del “Azul”
El “Azul”ingresó de lleno al grupo criminal guanajuatense escalando puestos con la bendición de su compadre, Yépez Ortiz. Tras la caída definitiva de éste, el “Azul” se erigió como cabecilla principal del cártel.
l frente, González Ochoa no conformó un grupo profesional de sicarios, ni sus manos se extendieron por Guanajuato, como afirmaban algunas apologías de su trayectoria criminal. Por el contrario, sus soldados nunca fueron leales, y eso le habría abierto la puerta a su captura.
En una averiguación previa a la detención, el experto en seguridad, David Saucedo, vislumbró un rompimiento en la cúpula del Cártel de Santa Rosa de Lima. Saucedo explica que muy posiblemente los jefes de plaza del grupo criminal recibían órdenes del “Azul”, pero al mismo tiempo contraórdenes del Marro desde la celda del penal de Almoloya, donde actualmente se encuentra preso. Esto habría provocado una guerra interna en el cártel.
“Existe la posibilidad de que haya sido detenido debido a una traición interna, algo muy frecuente en estas organizaciones delincuenciales que para poder desplazar a alguno de los líderes, los subalternos de las coordenadas y la localización de sus jefes, con el objeto de hacerse del control criminal de dichas organizaciones”, comentó el experto a Milenio.
¿Cómo afectará la captura del “Azul”, líder sangriento del CSRL, a la guerra por Guanajuato? El grupo criminal, hoy a la baja en su poder de fuego frente a otras organizaciones que se disputan la entidad, regresará al curso de una guerra interna.
“Nuevamente habrá una disputa por saber quién se queda con el control de la organización. Seguramente ya hay otros líderes que están levantando la mano, quizá se dé de nuevo lo que presenciamos con la captura del Marro: algunos líderes de plaza se van a pasar de manera definitiva con el Cártel Jalisco Nueva Generación; otros van a seguir en pie de lucha, tratando de defender los municipios y las regiones que tienen bajo su control”, advirtió el experto.
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