El movimiento feminista en México vive ahora mismo un estallido que, sin duda, dejara estos días registrados en su historia. Pero la intensificación de esta lucha no es casualidad, sino el reflejo del hartazgo generalizado por la inacción de las autoridades en temas cada vez más alarmantes, como las crecientes cifras de feminicidios, casos de violencia –física, psicológica, sexual– en contra de mujeres y niñas, registradas a diario en el país.
La toma de las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), realizada el pasado 4 de septiembre por parte de colectivos y víctimas de violencia, quienes convirtieron el lugar precisamente en un refugio, representa el último grito desesperado de las mujeres que están indignadas por no recibir atención en sus denuncias.
Para hacer una idea del panorama, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), desde enero hasta agosto de este 2020, ocho meses, se han registrado 626 feminicidios a nivel nacional. Un promedio de casi tres al día.
La cifra en sí ya es alarmante, pero queda muy por debajo de lo que reporta el Mapa Nacional de los Feminicidios en México, creado por la geofísica María Salguero. En los mismos ocho meses, tan solo los feminicidios reportados por la prensa local y nacional en todo el país, sumaron 1410 casos. Es decir, más del doble de lo que arrojan las cifras oficiales.
Aunque esta es la lucha feminista que ahora mismo atrae los reflectores por la radicalidad con la que se manejan sus representantes, no es el único tema que reclaman las mujeres en México. Tampoco es el único feminismo que está intensificando su labor.
“Hay muchos feminismos. Hay feminismos que están haciendo un trabajo muy oculto, muy localizado, en comunidades indígenas y rurales. Hay un feminismo académico. Hay un feminismo que se llama de la gobernanza, con funcionarias y mujeres de los partidos, en el Congreso. Y el que ha cobrado mucha visibilidad en los últimos años es el feminismo de estudiantes, jóvenes, muchas de ellas que se asumen como anarquistas", señala la académica de la UNAM, Marta Lamas, en entrevista para Infobae México.
La antropóloga de 73 años, es una de las figuras más representativas del movimiento feminista en México. Ella ha luchado durante décadas en pro de los derechos de las mujeres, por ejemplo, la legalización del aborto. Precisamente, basada en su experiencia feminista, Lamas ve una gran diferencia en la actitud del gobierno –al menos en la Ciudad de México–; la de ahora en comparación con la de las administraciones pasadas.
“Creo que la política de ella (Claudia Sheinbaum) ha sido una política de mucha apertura", aunque advierte que no es suficiente “y es lo que las chicas están reclamando”.
Lamas se refirió también a los señalamientos que hizo la alcaldesa capitalina sobre la activista Beatriz Gasca, quien ha apoyado a las manifestantes de la CNDH con donaciones. Sheinbaum la acusó de financiar la toma del recinto con fines políticos. “Me pareció un error político muy fuerte de ella”.
Y precisamente hizo hincapié en el riesgo que corren estas acciones, como la toma de la CNDH, en volverse “una zona gris”, refiriéndose al margen en el que intereses políticos, diferentes a la causa legítima, se pueden colar desvirtualizando el reclamo feminista. Entonces, para evitar esta situación, la académica considera vital que las activistas no bajen la guardia y que entre todas las expresiones feministas definan rutas y planes de acción para que puedan llevar a buen puerto su reivindicación.
“Estamos a punto de ver un estallido feminista (...) la protesta es la mecha, es lo que destapa la cosa. Pero después de eso hay que hacer política, lo que implica diálogo, negociación, sentarse con alguien que piensa distinto para tratar de llegar a soluciones y puntos concretos”.
Aunque, en el caso particular del refugio en la CNDH, Lamas no ve en las activistas –siquiera– la intención de establecer un diálogo. “No creo que las chicas estén ahorita con la disposición de escuchar; primero que nada, están muy enojadas, con toda la legítima razón, y además los casos que están defendiendo, son absolutamente desgarradores”.
¿Qué es ser feminista?
Para Marta Lamas "es luchar por la emancipación de todos los seres humanos; de que la diferencia sexual no se convierta en desigualdad, que la orientación sexual no se convierta en desigualdad, que el color de piel no se convierta en desigualdad o la clase social o el aspecto. El feminismo es una protesta de las mujeres, pero debe incluir a todos los seres humanos”.
Además agrega la defensa y la preservación del medio ambiente como temas que también deben estar presentes en la agenda feminista.
“Mi corazón feminista está feliz y fascinado desde hace dos años o tres de ver que por fin las chicas jóvenes salen a la calle a protestar”, celebró la académica, quien es todo un referente del movimiento en México.
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