“Hay una apuesta por la vida que es terca y genuina”: Daniela Rea sobre el después de la violencia

“Ya no somos las mismas: Y aquí sigue la guerra” es un libro que se deshace del los clichés de “ganadores y perdedores” en la violencia y da una nueva perspectiva

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La narrativa de las mujeres se había ignorado (Foto: REUTERS/Edgard Garrido)
La narrativa de las mujeres se había ignorado (Foto: REUTERS/Edgard Garrido)

La incesante violencia que ha vivido México en los últimos años ha sido devastadora para muchas partes de su sociedad. Pero de las que poco se ha escuchado, son las voces de las mujeres que han sido directamente afectadas, los hijos de las víctimas, entre otros.

Pero Ya no somos las mismas: Y aquí sigue la guerra es un libro que trata de cambiar esta perspectiva. Con las narraciones de nuevas voces, Daniela Rea Gómez editó un trabajo en el que se cuentan las historias desde un punto de vista que no había sido considerado.

“Lo que nosotros pensamos cuando lo estuvimos preparando era contar desde otro lugar estos años de violencia y horror. Como que casi todas las veces estaba contando desde discursos bien bélicos y heroicos. [...] Quisimos mostrar cómo iluminar muchos relatos y otras experiencias de la violencia que fueran más allá de los discursos bélicos que casi siempre estaban en voz de los funcionarios, de los abogados, de los sicarios, de los narcos y pues esto lo que nos muestra. La violencia tiene consecuencias que digamos que se van decantando, siempre llegan al cuerpo de las mujeres de una u otra forma y que traspasa generaciones, que se metan a nuestras casas y a nuestros cuerpos”, expresó Rea Gómez en entrevista con Infobae México.

Otro de los propósitos de acuerdo con la periodista, era dejar la narrativa de violencia detrás y enfocarse en la vida después de esta y cómo esto afecta poco a poco a la sociedad. Así como ser testigos de los cambios que se han tratado de hacer para romper estos ciclos.

Gracias a "Ya no somos las mismas: Y aquí sigue la guerra", esta perspectiva se comienza a tomar en cuenta
(Foto: Sashenka Gutierrez/EPA vía Shutterstock)
Gracias a "Ya no somos las mismas: Y aquí sigue la guerra", esta perspectiva se comienza a tomar en cuenta (Foto: Sashenka Gutierrez/EPA vía Shutterstock)

“Contar estos años desde la experiencia de las mujeres, también nos iba a dar la posibilidad de imaginar o de reivindicar acciones que se están haciendo y que pueden abonar a cambiar esta violencia. Que el problema era que si lo seguíamos contando desde los vencedores, en realidad íbamos a seguir en ese circuito de entre más violencia, más policías, más armas, más ejército, más violencia y una de las muchas cosas que propone este libro es salirnos de estos discursos”, explicó Rea Gómez.

Esta compilación contó con la participación Alejandra E. Saavedra López, Celia Guerrero, Daliri Oropeza, Daniela Pastrana, Emanuela Borzacchiello, Erika Lozano, José Ignacio de Alba, Lyidiette Carrión, Marcela Turati, Marina Azahua, Paula Mónaco, Raquel Gutiérrez, Sara Uribe y Verónica Gago. Estos reporteros, poetas y fotógrafos fueron quienes prestaron sus plumas para dar vida a estas historias, las cuales tenían tanto la necesidad de ser habladas, como de ser escuchadas.

“Para ellas es importante que sus experiencias tengan un lugar, que sean legitimadas como cualquiera de nosotras, que al igual que nuestras experiencias sean escuchadas, sean acogidas de una u otra forma. Yo pensaría más bien la necesidad de nosotras de escucharlas, de escuchar estas historias en el sentido de poderle dar un viraje a las formas en que nos habían contado este horror estos años”, agregó la editora.

Pero la necesidad no solamente es por comprender la violencia vivida, sino recalcar lo que pasa después de que esta llegó y cómo cada espacio trata de reconstruir, crear una nueva existencia y tratar de seguir adelante.

La autora insistió en ver lo que pasa después de la violencia (Foto: EFE/Fernando Bizerra Jr.)
La autora insistió en ver lo que pasa después de la violencia (Foto: EFE/Fernando Bizerra Jr.)

“Creo que hay una necesidad política de conocer, porque la gente en sus espacios, en sus colonias, grupos, circuitos y busca siempre formas de sobrevivir, de estar bien. Creo que hay una apuesta por la vida que es terca y genuina, y que más allá de todo el terror que se genere, esta necesidad por la vida va a brotar y yo creo que eso es lo que nos están enseñando las historias de ellas. Por ejemplo, cuando escuchas o lees las historias de las mujeres desplazadas, ves que después encontraron nuevos sitios, y tratan de reconstruir algo ahí”, ahondó.

Según la autora, lo importante dentro de la vida después, son las acciones que se toman y cómo se da el sentido a estos capítulos nuevos. Ya sea madres que mantienen arreglados sus hogares o maestras que tratan de los niños que provienen de un contexto de violencia no sigan siendo ignorados.

Dentro de este volumen, cada capítulo comienza con una ilustración que retrata el verbo clave del capítulo. Las respectivas palabras son redefinidas por el autor, quien escuchó la experiencia de quienes compartieron sus vivencias.

“Creo que todas esas cosas que se han hecho y que se pueden detectar a través de los verbos que están en el libro son como esas apuestas. Me parece que son acciones que nosotras hacemos de manera cotidiana y justo la idea del libro es sacar ese ámbito de lo privado y darles un sentido político. [...] Los procesos no son para nada simples porque la organización social es compleja y más en un contexto donde todo está en juego. [...] Son textos tercos, que son historias que apuestan a la vida desde un lugar o desde una postura terca, porque queremos vivir y queremos estar bien y queremos construir esos lugares donde queremos estar bien”, insistió.

Rea se cuestionó si en realidad hay ganadores en una historia que lleva miles de desaparecidos y muertos (Foto: EFE/Fernando Bizerra Jr)
Rea se cuestionó si en realidad hay ganadores en una historia que lleva miles de desaparecidos y muertos (Foto: EFE/Fernando Bizerra Jr)

Por otro lado, lo que pretende hacer este texto, es la función de un escucha, alguien que está cuidando y apoyando a las víctimas, a sus familiares, y a las decisiones que tomen respecto a sus casos.

“Es un llamado a que escuchemos cómo las personas quieren y necesitan ser acompañadas. Probablemente hay familiares de desaparecidos que han deciden no buscar o no internarse en búsquedas concretas como otros y lo que nos toca es apoyarlos en esa decisión, hay quien si decide hacerlo y lo que toca es acompañar. El libro intenta convocar, que nos acerquemos a escuchar con atención cuales son las cosas que las personas necesitan. [...] Hay una historia de Emanuela Borzacchiello donde ella justo escucha con mucha atención a una mujer que ha sufrido todo los tipos de violencia. Ella le dice: ‘¿qué necesitas?’ y ella responde: ‘me quiero rendir, ya no quiero luchar’. Ella [Emanuela] contesta que está ahí para sostenerla. Este libro es una convocatoria para que conversemos y miremos de cerca la violencia”, señaló.

Finalmente, Rea señaló que este libro todo desde varios puntos de vista que colaboraron, algo que se debe aplicar en el comportamiento cotidiano. El texto también reinterpreta esta batalla que se ha vivido en el país, no como una historia de héroes y villanos, sino algo más complejo en el que se muestra que en realidad la sociedad mexicana está perdiendo.

“El libro no ha buscado ser una última palabra, sino justo convocar a que otras personas hagan las propias conversaciones que les hagan sentido. Otra cosa valiosa del proyecto es que hay muchas experiencias, muchas historias de periodistas, pero también maestras, poetas, creo que también sería interesante que no va ser desde un solo lugar donde encontremos respuestas y entendimiento. Pero está bien pensar en cosas más colaborativas, multidisciplinarias, con todas las complejidades que puede de por sí traer. Además, es importante que dejemos de pensar esta historia en términos de ganadores o perdedores, porque honestamente: ¿quién puede mencionarse ganador, encima de 200 mil muertos, 30 mil desaparecidos?”, finalizó.

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