El libro tiene un objetivo principal: visibilizar una problemática que afecta a menores de edad en todo México. “Para todos y cada uno de los niños y niñas cuya tristeza y miedo invade su corazón. Esta lucha es por y para ustedes” es la dedicación con la que empieza “Un sicario en cada hijo te dio”, publicado en septiembre de este año y escrito por Saskia Niño de Rivera, Mercedes Castañeda, Fernanda Dorantes, y Mercedes Llamas.
“La dedicatoria la cambiamos como de último momento, porque como somos varías coautoras, empezamos a hacer las típicas dedicatorias de ‘agradezco a mi mamá, a mi papá...’ y me pareció que no venía al caso con la dureza del libro. Me parece que es un espacio que tenemos que ser muy congruentes en lo que es, que es algo durísimo, que estamos hablando de un tema doloroso y duro y así lo teníamos que entender”, dijo Niño de Rivera a Infobae México.
La autora enfatizó creo que “no hay nada más triste y duro” que niños sufriendo, “y eso es algo que permea mucho en el libro, que tratemos de no ver cómo criminalizar a estos niños, sino tratemos de ver cómo somos corresponsables de lo que estos niños viven y eso fue y es parte de esa dedicatoria”.
Niño de Rivera también es cofundadora y vocera de Reinserta, una organización sin fines de lucro que busca “romper los círculos de delincuencia para mejorar la seguridad del país” trabajando con el sistema penitenciario.
“Cuando empezamos con Reinserta fue súper duro, porque empezamos a trabajar con adolescentes en conflicto con la ley y al trabajar con ellos nos dimos cuenta de las historias de estos niños y siempre con este sentimiento de decir: ¿cómo podemos hacerle para hablar de estos niños?”, dijo.
No encontraba la manera de hacerlo hasta que fue contactada por la compañía editorial Penguin Random House. “Quedamos en hacer esto y me pareció perfecto”, comentó. “México pasa por momentos muy dolorosos donde de pronto no se toma de bien a bien el que hablemos de niños o personas que cometen delitos”.
Aunque al final del día el libro incluye testimonios de menores de edad que cometen delitos, el objetivo que las autoras querían lograr era no empapar sobre el tema de los delitos, sino que traspasara el cómo y qué se puede hacer para ver más allá del homicidio, el secuestro, o el crimen de la delincuencia organizada, y así entender por qué los niños lo cometieron y cuál es su historia.
El libro está dividido en tres partes: los testimonios crudos y reales que retratan lo que significa que un niño forme parte de organizaciones criminales; un análisis psicosocial y criminológico, y al final casos de éxito y de reinserción.
"Esto es lo que queremos que se quede, por eso hacemos el análisis psicosocial y criminológico y toda esa parte que consideramos importante. Y luego los casos de éxito, que es lo más importante en decir, bueno, sí se puede, sí son casos sumamente complicados, pero no por ende son casos menos importantes. Tocar los casos de éxito para que no sea nada más la parte de: ‘este niño mató, este niño hizo eso’.
Yo creo que ya estamos demasiado expuestos a temas de violencia todo el tiempo como mexicanos y eso hace que normalicemos de una manera la violencia. Creo que ahí es justo donde queremos combatir esa parte. Sí te hablo de las casos, pero bajo un contexto de análisis y de trascendencia
De acuerdo con las cifras del libro, existen de 35,000 o casi 45,000 niños en México que hoy se encuentran capturados por la delincuencia organizada. Entonces, ¿cómo escogieron seis casos que representaran a todos?
"La verdad es que fue muy al azar. Damián es un caso complicado porque fue un caso que tuvimos que ir a ver porque era un niño sin identidad. Nos buscaron del mismo gobierno para sacarlo de Tamaulipas. Entonces yo lo entrevisté y a partir de ahí fue muy simbólico. Fue muy doloroso. Ese ha sido de los casos más dolorosos que he entrevistado en mi vida y de casos que hemos ido conociendo (...)
“La verdad es que creo que de lo más doloroso es que son casos muy al azar. Literalmente a dos de ellos en el penal Nuevo León les dijimos ‘vamos a escribir un libro, ¿quién quiere contar su historia?’ Y de ahí son dos de los casos. Que eso también es super doloroso. O sea, sí esto hubiera sido así de ‘hay un caso en Nayarit que está cabrón’, pero no, donde lo busques está jodido”.
Sobre los obstáculos enfrentados al crear el libro, Niño de Rivera reveló que fue un proceso sencillo. “Fue un libro que sacamos en dos meses”, dijo. Sin embargo, contó que la parte más difícil fue el vivir con las historias. “Yo me acuerdo con Damián y fue muy duro emocionalmente para mí. Le hablé a Mercedes Castañeda, mi socia, llorando, así de ‘no sabes la historia que acabo de escuchar, no puedo’. Y cuando me regresé en el avión venía escuchando la entrevista en el audio y sí era, como, ‘no puede ser posible esto’”.
Ese caso me parece muy doloroso, como que entre nosotras nos íbamos retroalimentando de las entrevistas, y la conclusión siempre era que era sumamente doloroso
Durante los últimos siete años se ha observado un aumento delictivo en México, pasando de 21.6 millones de víctimas estimadas en 2012 a 24.7 millones en 2018, de acuerdo con el libro. La autora remarcó que al observar la dinámica social del país, el gobierno federal ha atendido los síntomas y no las causas de la problemática.
"Yo creo que México es muy reactivo. La estrategia general de seguridad en nuestro país es muy reactiva. Tenemos que entender que una estrategia para combatir la inseguridad en México sea reactiva no nos lleva a absolutamente nada, porque justo estamos trabajando con los síntomas y no estamos trabajando con el problema de raíz, entonces para nosotros es muy importante poder contar el porqué (...)
“Para mí es más importante que tener una estrategia de seguridad a que haya un buen trabajo de docencia, por ejemplo, y que los maestros aprenden a que no pueden correr a los niños que se portan mal porque sí, si son los niños que más ayuda necesitan y que más están gritando por ayuda. Es empezar a arreglar de raíz esto. Sin duda y sin olvidar que hay que arreglar lo que está pasando ahorita, porque de pronto le apostamos mucho a la prevención primaria y nos olvidamos de la prevención secundaria y terciaria”.
El proceso de reinserción, al cual se dedica la organización Reinserta, es “complicado”. “Es complicado porque son adolescentes, de hecho nosotros llevamos ya cinco años trabajando en un modelo y es complicado trabajar el tema de la reinserción como tal, con una madurez y con una estructura distinta, sino que tienes que atacar el problema también como parte de un desarrollo”, dijo.
Se debe partir de la noción que la adolescencia es una etapa complicada de la vida. “Tienes que atacar desde ahí”, comentó. Un consenso que ha notado es que los menores de edad captados por la delincuencia organizada tienen una infancia interrumpida.
“Un día, en la casa de medio camino, teníamos a un chavito que se dedicaba a desaparecer personas. Tienes un chavo de 16 años perteneciente al Cártel de los Beltrán Leyva, y de repente volteo y está en las escaleras de la fundación y lo estoy observando y está jugando a ser un conejito, y está brincando las escaleras como si fuera conejito. Me acerco y le digo, ‘¿qué haces?’ y me dice ‘es que estoy jugando a ser un conejito’, y le digo, ‘no, cabrón, no eres un conejito, güey’. En mi cabeza digo, ‘eres un sicario’. Está cabrón que empiezan tan chiquitos, que literal tienen infancias interrumpidas”, relató.
Entonces, ¿qué viene después del libro? ¿Existen propuestas de reinserción por parte del gobierno? De acuerdo con la autora, el objetivo del libro es buscar generar una conciencia, para que las personas volteen a ver esta problemática “y digan ‘aquí hay algo que tenemos que hacer y no estamos haciendo y tenemos propuestas, tenemos ganas’”.
Por parte del Gobierno de México no hay programas de reinserción. El país ni siquiera tiene un programa de testigos protegidos, confirmó la autora.
“Ahorita me hablaron del Senado porque quieren presentar el libro [en el Senado], lo cual me parece sumamente importante, para ver de qué manera podemos empezar a implementar estrategias claras hacia la mejora de este problema”, señaló.
“Considero genuinamente que seguir estigmatizando al delincuente y únicamente ver a una persona por el acto que cometió es algo que nos retrocede a los mexicanos. No nos ayuda y no nos acerca a tener un México en paz. Al contrario, estamos alimentando odio con más odio y eso me parece sumamente importante y justo el objetivo de contar las historias es ‘tratemos de ver más allá del delito y contemos el contexto social en el que viven esas personas’”, declaró.
“Con que te haga reflexionar y que no odies a esta persona, sino que te haga reflexionar el contexto me parece que ya vamos de gana. Porque México está muy lastimado, está muy dolido y tenemos que sacar el enojo de alguna manera, y eso es lo que tiene a México tan lastimado y no nos damos la oportunidad de ver mucho más allá”, dijo.
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