Ante la petición de la ONU al Gobierno de México de liberar de forma inmediata a Brenda Quevedo Cruz, presunta responsable del secuestro y asesinato de Hugo Alberto Wallace Miranda, por su detención de “manera arbitraria”, este martes Isabel Miranda de Wallace, madre la victima, se pronunció al respecto.
A través de sus redes sociales, la activista compartió una carta que le envió esta mañana al presidente Andrés Manuel López Obrador en donde cuestiona sobre la falta de respuesta del Estado mexicano a la petición del organismo internacional.
Y es que de acuerdo a Miranda de Wallace, el canciller Marcelo Ebrard no respondió en tiempo y forma. “¿Tiene usted en cuenta que con ello nos dejó en estado de indefensión a las víctimas y a México?”, señaló
Asimismo, demandó al jefe del Ejecutivo que se investigue todo lo relacionado en torno al caso del secuestro y asesinato de su hijo, ocurrido el 11 de julio de 2005.
Solo le pido como mexicana y víctima indirecta del delito, protegida por la Constitución que dicha comisión actúe en forma imparcial, sin sesgos, señor Presidente exija que le den toda la información y que se investigue a fondo y no se actúe por intención de un funcionario
La ex candidata ciudadana del Partido Acción Nacional (PAN) a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal (GDF) para el periodo 2012-2018, indicó que ha luchado durante 15 años por la justicia en el caso de su hijo.
Continuaré actuando con pleno respeto al Estado de Derecho pero exigiendo justicia al Estado mexicano y solicitandoles a todas las autoridades el respeto a todos mis derechos constitucionales para que mi hijo, mi familia y yo tengamos finalmente justicia y verdad
El pasado 8 de octubre, el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de las Naciones Unidas (GTDA) solicitó la liberación de Brenda Quevedo Cruz, luego de que adoptó semanas antes la opinión 45/2020 en la que consideró que Quevedo Cruz ha sido víctima también de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes durante su proceso legal desde su detención ocurrida en 2009 y hasta la fecha.
“La privación de libertad de Brenda Quevedo Cruz, en contravención de los artículos 3, 9, 10 y 11 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, y los artículos 9, 10 y 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, es arbitraria y se enmarca en categoría III”, señala el documento emitido por el GTDA
La muerte de Hugo Alberto
El caso se remonta al 11 de julio de 2005, cuando Hugo Alberto Miranda de Wallace fue secuestrado por un grupo de seis personas, entre ellas Brenda Quevedo Cruz.
Según la versión de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), basada en los testimonios de los detenidos Juana Hilda González, César Freyre Morales, Jacobo Tagle Dobin, Tony Castillo Cruz y Alberto Castillo Cruz, dicho grupo organizó el secuestro de Wallace Miranda, llevándolo con engaños a un departamento y pidiendo un rescate por USD 950 mil.
Tras el secuestro y asesinato de Hugo Alberto, su mamá Isabel Miranda comenzó una campaña de activismo para presionar a las autoridades para que investigaran el caso y dieran con los responsables.
La activista comenzó a colocar espectaculares con los rostros de los presuntos responsables y al final, las autoridades se movieron a su lado hasta dar uno a uno con los secuestradores y asesinos de su hijo.
Poco a poco, fueron cayendo los implicados, quienes ya con un testimonio en la mano, aceptaron su responsabilidad por el secuestro y asesinato.
En 2007, Brenda Quevedo fue detenida en Estados Unidos, pero en 2009 la joven fue extraditada a nuestro país para enfrentar los cargos en su contra. No obstante, antes y después de su proceso en México, la familia de Brenda Quevedo temía por su vida, pues según ellos fue señalada de manera injusta y tuvo que autoexiliarse en Estados Unidos para no ir a la cárcel.
Al llegar a México, comenzaron las denuncias por tortura. Y como si estas no existieran, Brenda Quevedo pasó de prisión en prisión sin recibir condena hasta cumplir 13 años en detención, sin que las autoridades la acusaran formalmente.
En 2010 Isabel Miranda de Wallace recibió el Premio Nacional de Derechos Humanos, de mano del ex presidente Felipe Calderón (2006-2012), por su lucha en este caso y su trabajo contra el secuestro.
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