Como se ha informado en los últimos días, la Cámara de Diputados aprobó la extinción de 109 fideicomisos y fondos, cuyos recursos -que suman más de 68,000 millones de pesos- pasarán a manos del gobierno federal.
El dictamen aprobado señala que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) será la instancia encargada de resolver los aspectos relativos al proceso de extinción de los fideicomisos para que los recursos sean transferidos a la Tesorería de la Federación, pero no detallan los mecanismos con los que se redirigirán, ya que tienen la facultad de manejarlos a discreción en un rubro llamado “Aprovechamientos”.
El Financiero consultó a especialistas que consideraron dicho apartado opaco, al no externar de manera explícita el destino de los ingresos no recurrentes. Y es que, como reportan, la Iniciativa de la Ley de Ingresos de la Federación 2021 indica que los recursos públicos reintegrados de los fideicomisos simplemente se podrán destinar a los fines que Hacienda determine.
Manuel Guadarrama, coordinador del Área de Finanza Públicas del centro de investigación en política pública y acción ciudadana IMCO, dijo a dicho medio que pese a que Hacienda promete mayor transparencia en los recursos de los fideicomisos, no hay ninguna disposición jurídica en el dictamen que garantice que dichos recursos van a seguirán entregándose a los mismos destinatarios y dependencias mediante ayudas sociales.
“En los Aprovechamientos no hay reglas claras, siempre se ha hecho mención del uso discrecional de esta partida. Los recursos de fideicomisos podrían entrar a esa bolsa porque tienen un tratamiento distinto de los ingresos excedentes”, dijo a El Financiero.
Dicho sitio consultó también a Paulina Castaño, investigadora de Fundar, quien advirtió que los recursos de los fideicomisos podrían caer en el presupuesto, y se pronunció en mismo sentido de que no se tiene la seguridad de que el dinero vaya a quienes lo necesitan.
“Una vez que el recurso llegue a la Tesorería, desconocemos lo que va a pasar. El gobierno dice que va a garantizar los fines de todos los fideicomisos, pero llegando a la Tesorería ya es una ‘caja negra’ en donde ya es muy difícil darles seguimiento a los recursos”, alertó.
Por su parte, también consultado por el medio de finanzas, Sergio García, presidente de la Comisión técnica de Finanzas y Sistema Financiero del Colegio de Contadores Públicos de México, señaló: “los recursos de fideicomisos de ciencia o tecnología, en teoría, deberán aparecer en el mismo rubro de gasto dentro del presupuesto en el entendido de que solo se está cambiando la forma de administrar ese dinero”.
Irregularidades en fideicomisos
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) presentó las revisiones de las cuentas públicas en los sexenios del panista Felipe Calderón y el priísta Enrique Peña Nieto, en los que detectaron diversas irregularidades.
Entre los años 2006 y 2018, la ASF reportó un “hoyo” en los recursos que dependían de distintos fideicomisos, con montos por subsanar por más de 32 mil millones de pesos, de acuerdo con los reportes consultados por el diario Milenio.
El medio informó que por lo menos 21,566 millones de pesos fueron destinados a daños por emergencias y ocasionados por desastres naturales como huracanes o sismos a través del Fondo de Desastres Naturales (Fonden).
Al respecto, el medio de comunicación mexicano dio a conocer que, por ejemplo, se detectó que algunas secretarías no cumplieron con las disposiciones legales y normativas en la gestión financiera de los recursos autorizados por el Fonden, como lo indicó el periodista Rafael López. Algunas de ellas fueron Hacienda, Gobernación, Conagua, entre otras.
Además, en la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, no se pudo comprobar la reparación total de las casas dañadas por algún siniestro entre 2012 y 2012, cuando el monto destinado fue de más de 14 millones de pesos.
Otros fideicomisos que obtuvieron observaciones por 11 mil millones de pesos a resarcir son el Fondo Nacional de Fomento al Turismo, el Deporte de Alto Rendimiento y algunos ligados al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
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