AMLO confunde información de inteligencia con espionaje: el contundente análisis de Raymundo Riva Palacio

“Tantas veces ha dicho el presidente Andrés Manuel López Obrador que el espionaje político ya no existe, que hay muchos que se la creen” acusa el periodista mexicano.

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En junio de 2017 el espionaje político perpetrado por el gobierno del ex presidente de México, Enrique Peña Nieto, en el cual utilizó el software malicioso Pegasus para vulnerar la privacidad de periodistas y otras personalidades públicas, fue conocido a nivel internacional. Sin embargo, pese a lo sonoro del caso, este no fue el final de las actividades de espionaje político por parte del gobierno mexicano, según la columna del periodista Raymundo Riva Palacio.

“López Obrador confunde información de inteligencia, que es un proceso de recolección de información que permite determinar si hay amenazas a un país a fin de tomar decisiones, y espionaje, que si bien se nutre de la inteligencia, cambia su finalidad al usarse políticamente para chantajear, lastimar o desacreditar a quienes representen una molestia para algún funcionario de cualquier gobierno”, acusa el columnista en una pieza publicada este lunes en El Financiero.

A diferencia del caso de Pegasus con el ex presidente, en el cual el espionaje político surgió a manera de revelación, con el actual Jefe del Ejecutivo las evidencias de este tipo de actividades son publicitadas por él mismo en sus conferencias matutinas.

“López Obrador ordenó al gabinete de seguridad investigar de dónde salía el financiamiento para la movilización de agricultores en la presa de La Boquilla, en Chihuahua, y la Secretaría de Seguridad Pública le proporcionó una red de vínculos con políticos, que el mismo Presidente reveló en una mañanera”, sin embargo, como explicó el periodista, la información difundida no demostraba ninguna ilegalidad. De tal forma que la intención de difundirla, según Riva Palacio, no estaba orientada a la seguridad nacional, “sino para un ajuste de cuentas porque estaba indignado por la protesta.”

FOTO DE ARCHIVO: Un hombre con una máscara protectora asiste a una protesta contra la decisión del gobierno mexicano de desviar agua de la presa La Boquilla a EEUU, como parte de un tratado bilateral de agua de 1944 entre los dos países, en Delicias, estado de Chihuahua, México. Septiembre 20, 2020. El escrito dice, "El agua pertenece a Chihuahua". REUTERS/José Luis González/
FOTO DE ARCHIVO: Un hombre con una máscara protectora asiste a una protesta contra la decisión del gobierno mexicano de desviar agua de la presa La Boquilla a EEUU, como parte de un tratado bilateral de agua de 1944 entre los dos países, en Delicias, estado de Chihuahua, México. Septiembre 20, 2020. El escrito dice, "El agua pertenece a Chihuahua". REUTERS/José Luis González/

Como ocurrió en el año 2017, cuando Peña Nieto aseguró “Somos un gobierno que condena de manera categórica cualquier intervención que se tenga en la vida privada de quienes son activistas y de cualquier persona”, el columnista opina que el presidente sigue haciendo afirmaciones que no se demuestran en los hechos: “Tantas veces ha dicho el presidente Andrés Manuel López Obrador que el espionaje político ya no existe, que hay muchos que se la creen”.

Riva Palacio narra la manera en que el propio presidente mexicano alguna vez fue objetivo de las instituciones de inteligencia mexicanas como el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) que se convirtió más adelante en el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Según él, la actitud que López Obrador pudo tener acerca de este tipo de actividades cambió con su llegada al poder: “López Obrador fue persuadido por su amigo, el general retirado Audomaro Martínez, quien encabeza el CNI, de no desaparecer el servicio de inteligencia civil, al ver la utilidad que podía tener toda la estructura de recopilación de información”.

Resultado de eso está el caso mencionado anteriormente sobre los conflictos por la presa La Boquilla en Chihuahua, sin embargo, el periodista recupera un caso más reciente. Según el columnista, el nuevo objetivo del presidente es el Frente Nacional Anti Amlo (FRENAAA), cuyas críticas han irritado al mandatario.

“Quiere saber de dónde viene el dinero para ese movimiento que encabeza Gilberto Lozano, un empresario regiomontano que emplea un lenguaje incendiario característico de la extrema derecha, y si hay empresarios de Monterrey que apoyan al movimiento social.” asegura Raymundo Riva Palacio.

Además, ahora López Obrador cuenta con un nuevo actor que le permite continuar con este tipo de actividades: la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, encabezada por Santiago Nieto. A través de esta institución, se han realizado varias investigaciones, entre las cuáles una terminó con “la orden de congelar las cuentas del municipio de Delicias, porque formaban parte de la protesta por el agua en Chihuahua” Según Riva palacio, este “fue un ejemplo de cómo el Presidente abusa de los recursos del Ejecutivo”.

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