La doctora Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del ciudadano presidente Andrés Manuel López Obrador, visitó París. Ahí participó en la inauguración de la exposición Los Olmecas y las culturas del Golfo de México en el Museo Quai Branly-Jacques Chirac de la capital francesa, como parte del evento protocolar, junto con Brigitte Macron, dio lectura a un poema de Amado Nervo dedicado la ciudad de las luces.
De acuerdo con el jefe del ejecutivo federal, la también escritora acudió en representación de AMLO para “conseguir códices, piezas y objetos arqueológicos e históricos de México que serán exhibidos el próximo año con motivo del Bicentenario” la independencia nacional.
Este acto no tiene precedentes históricos y, al contextualizar que ocurrió por parte de un país latinoamericano, donde la misoginia es un fenómeno cultural que ha actuado en detrimento de las mujeres de toda la región, esta visita cobra un significado especial. Por ese motivo, Infobae México, se dio a la tarea de establecer un diálogo con los maestros Norma Soto, experta en Relaciones Internacionales de la Facultad de Derecho de la Universidad la Salle, y Fernando Dworak, especialista en Estudios Legislativos.
Las inquietudes de este evento son varias. En primer lugar se planteo si este acto busca de alguna manera conciliar el discurso de la 4T con el feminista, pues dotar esta encomienda a la doctora en Teoría Literaria por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) representaría un a gran proeza. Otra pregunta que se les planteó a los expertos fue si acaso existe un discurso oculto en esta visita, donde se reafirme que AMLO no sale de México a menos que Donald Trump se lo solicite.
Durante el diálogo, también salieron a lucir las dudas de que si esto forma parte del discurso de López Obrador de insistir en repensar el colonialismo europeo. Asimismo, se preguntó por los elementos con los que cuenta el Estado mexicano para negociar el préstamo de los códices y objetos históricos. Finalmente, qué perspectiva existe en Europa respecto a las culturas que había en Mesoamérica.
La maestra Soto especificó que la formación académica de Beatriz respalda el porqué la encomendaron a dicho acto; sin embargo en cuanto a si esto intenta algún tipo de reivindicación feminista, aseguró que no.
En cuanto a la trascendencia simbólica del evento, ella explicó que Guutiérrez Müller está reafirmando un vínculo ya existente.
Ahorita a ella la han mandado como si fuera la impulsora de la producción cultural e histórica, en este sentido, entre México y Francia con el objetivo de crear exposiciones, vínculos educativos, académicos, entre ambos países, cosa que ya existe
En este punto, Dworak opinó distinto y le dio otra dimensión. Comparó este acto con el de Constantino I, cuando envió a Elena, su madre, a Palestina (tierra santa) para traer reliquias cristianas y poder consolidar esa religión en el Imperio Romano. En esta encomienda, ella pudo traer lo que se conoce como La Verdadera Cruz y por esta proeza se le canonizó y ahora se le conoce como Santa Elena.
Esto no quiere decir que se le tenga que canonizar a la doctora Gutiérrez Müller, sino que estas visitas bien se les podrían encontrar similitudes, pues de acuerdo con el politólogo, la legitimidad del gobierno de López Obrador está basada, en buena medida, en símbolos que apelan a la riqueza histórica mexicana.
Este acto no debe de ser pasado por alto, es un gobierno que ha tratado de gobernar a través de símbolos, se trata de ir al extranjero para apuntalar una legitimidad determinada
Sin embargo, en cuanto al fondo feminista, ambos académicos coincidieron en que no atiende a ese caso.
No estoy seguro si hay un discurso de género. Si bien la doctora Gutiérrez Müller fue recibida por la señora Macron, tiene más que ver con un acto protocolar
Otro punto en el que coincidieron es que el político tabasqueño no salió de México porque los objetivos de la visita no eran determinantes en una agenda diplomática. En un aspecto simbólico y cultural, las civilizaciones prehispánicas llaman mucho la atención de los europeos; sin embargo, esto no justifica un gasto ni la implementación de una logística especial como la que requiere una visita de Estado.
En comparación con la visita de AMLO a Washington, el objetivo dista mucho de una trascendencia económica o política. “No hay un objetivo claro para la agenda bilateral o razón de Estado para salir de México”, aseguró el politólogo del ITAM.
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