El camino para regresar a unas finanzas nacionales sanas, como las que se tenían antes de la llegada de la nueva cepa de coronavirus, será difícil para el país, aseguró el Banco de México (Banxico).
A través de la Minuta número 79, la institución especificó en el apartado de la Actividad Económica en México que las secuelas que dejó la pandemia de COVID-19 en la república van más allá de lo sanitario, pues desde que esta enfermedad llegó el 27 de febrero, se registró la contracción económica más severa desde 1932.
“En el segundo trimestre de 2020 el PIB mostró una caída anual de 18.7% ajustada por estacionalidad […] En julio la producción industrial registró una caída de 11.6% anual, menor a la contracción de 30.1% registrada en abril”, se lee en el documento, por lo que el banco central se refirió que, para alcanzar el ritmo de las finanzas que se tenían durante el último trimestre del 2018, el Estado mexicano podría tardar hasta 10 años.
La etapa de la recuperación podría durar de dos a seis años, o incluso hasta una década si se considera el PIB per cápita
De tal modo que las estimaciones de la institución presidida por Alejandro Díaz de León Carrillo apuntaron a “que la recuperación económica será difícil y prolongada y agregó que está sujeta a incertidumbre”; sin embargo, detectaron puntos fuertes en la reactivación de actividades económicas tanto en México como en el mundo, especialmente en lo referente a las exportaciones, pues la entrada en vigor del Tratado México-Estados Unidos-Canadá y la expansión de los mercados en EEUU bien pueden ser aprovechadas por México.
“Una expansión mayor a la esperada de la economía estadounidense y del comercio mundial, en combinación con el TMEC, deberían impulsar las exportaciones. Sin embargo, la recuperación del consumo será más lenta dado un desempleo elevado, temores de contagio del virus y la ausencia de un apoyo fiscal suficiente”, se especificó.
En cuanto al desempeño del Estado mexicano y su administración en las esferas de gobierno, Banxico dijo que se aprecia una disposición de generar certidumbre en los mercados. Esto porque la mayoría del consejo “coincidió en que se anticipan condiciones de holgura amplias a lo largo del horizonte en el que opera la política monetaria”, lo cual representa que haya riesgos a la baja para la actividad económica y beneficiará a la actividades productivas del país.
“Por el lado de la oferta, la mayoría resaltó la heterogeneidad en el ritmo de recuperación de los distintos sectores. Señaló que el sector industrial ha registrado el mejor desempeño, impulsado por las manufacturas, particularmente las automotrices, y que, en contraste, los servicios siguen mostrando debilidad. Por el lado de la demanda, la mayoría coincidió en que su recuperación ha estado impulsada por el sector externo”, se lee en el reporte. esto quiere decir que, de acuerdo con la mayoría del consejo de Banco de México, se prevé que las exportaciones sean el motor de la demanda.
Los primeros signos de recuperación se comenzaron a vislumbrar a partir del mes de junio, cuando cuando ciertos sectores se comenzaron a reactivar; sin embargo, los números no son lo suficientemente alentadores como para asegurar que en el 2021 se saldrá de la crisis.
“Es poco probable que aún con la disponibilidad de una vacuna haya una recuperación que de manera relativamente rápida compense la contracción observada en 2020. Ello en virtud de que se anticipa que el desbalance observado entre los determinantes del crecimiento del PIB continúe en 2021”.
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