Miedo, incertidumbre, desesperanza. Estos tres sentimientos, entre muchas otras reflexiones, dudas y cuestionamientos reveló un informe especial realizado en México a miles de adolescentes de todas partes de la República que, como el resto del mundo, tuvieron que recluirse debido a la pandemia de COVID-19.
Se trata del Reporte Especial de Personas Jóvenes en el marco de la Consulta Infancias Encerradas por el coronavirus. Fue presentado este jueves en el Senado por la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), Nashieli Ramírez Hernández, y la senadora Josefina Vázquez Mota, titular de la Comisión de Derechos de la Niñez y de la Adolescencia.
La consulta #InfanciasEncerradas tuvo dos objetivos: conocer las opiniones, sentimientos, pensamientos y anhelos de niñas, niños, adolescente y jóvenes en el contexto de la pandemia, y brindar insumos para orientar las etapas de diagnóstico, formulación y seguimiento de la política pública en el inmediato y largo plazo", expresa el documento consultado por Infobae México.
En el informe específico para la adolescencia mexicana de la consulta se analizó el impacto de la pandemia en 8,313 personas jóvenes de 15 a 20 años de edad. “Se resaltan las vivencias particulares y las dificultades que enfrentan, y se analizan sus deseos y anhelos sobre el mundo que les espera afuera”, detallaron.
El ejercicio, indicaron, permitió confirmar que, como ya han señalado algunos organismos internacionales, “las personas jóvenes vivieron un triple impacto” en esta pandemia de COVID-19. En primer lugar, enfrentan obstáculos relacionados con su desempeño, permanencia y continuidad en sus estudios.
Además, algunos de ellos reportaron que han sufrido afectaciones en sus actividades remuneradas. Por último, externaron su preocupación ante la incertidumbre de no saber y no poder continuar con sus respectivos proyectos de vida.
Aunado a ello, se identificaron indicios de hacinamiento, es decir, un número insuficiente de cuartos por número de habitantes, en los espacios donde tuvieron que realizar el confinamiento al que obligó la pandemia de coronavirus.
“Una característica de la vivienda que podría contrarrestar lo anterior está asociada a que más de la mitad de las viviendas de los jóvenes cuenta con patio, azotea, jardín o terraza. Algunos jóvenes indicaron que ellos o sus familiares deben salir a trabajar para buscar el sustento diario, lo que pone en riesgo a los habitantes del lugar donde están pasando el confinamiento”, ahondó el reporte.
Se observan sobre todo afectaciones a la salud emocional: los jóvenes refieren ansiedad, preocupación, tristeza e incertidumbre sobre sí mismos y sus proyectos de vida, además de expresar sentimientos de tristeza por la situación que enfrentan
El principal medio de conexión para los jóvenes está relacionado con los teléfonos celulares y las computadoras. “Hay indicios de que la conectividad a internet y redes sociales está ligada sobre todo a la interacción con pares, el esparcimiento, la comunicación con personas externas a la vivienda y a la diversión”, remarcaron.
Además de extrañar los lugares de interacción y socialización con sus pares, amigos y parejas, también se reportó preocupación por el abandono de algunas actividades, como deportes colectivos de campo abierto.
El reporte alertó sobre dos realidades a las que se debe prestar atención: hogares configurados por personas externas al núcleo familiar que podría exponer a las mujeres al abuso sexual y la preocupación por dar a conocer su sexualidad en el entorno en el que se encuentran.
Otra de las grandes preocupaciones entre jóvenes tiene que ver con la economía familiar y el desempleo de la mamá, el papá o el propio. En los sueños y anhelos, muchos externaron el deseo por ver resuelta su situación económica y tener un ingreso que les permita culminar sus estudios o ayudar a sus familias, indicaron.
“Las preocupaciones en este sentido también dan indicios de una angustia de las y los jóvenes respecto de contar con lo básico para vivir. Una afectación específica para los jóvenes está asociada con la interrupción de rituales, fiestas y celebraciones que son significativos, como las fiestas de graduación y XV años”, enlistaron.
Ramírez Hernández subrayó que particularmente quienes transitaron de secundaria a nivel medio superior expresaron frustración al no haber realizado eventos que habían preparado con un año de antelación. “No nada más son los duelos ante las pérdidas humanas; también están los duelos por otras pérdidas de algo que no pudieron realizar, y es igualmente importante atenderlas en términos de salud mental”, manifestó.
Vázquez Mota, por su parte, destacó que, ante este tipo de revelaciones que trajo consigo el reporte, “todos están y estamos convocados a la acción inmediata”. “Esta consulta es un referente obligado para todo el país. Tenemos dos opciones: paralizarnos ante estas voces o actuar en consecuencia”, añadió.
Las reflexiones de los adolescentes
A continuación, se enlistan algunas declaraciones que el reporte reunió durante su recopilación de experiencias de los jóvenes mexicanos:
“Que mi hija se enferme de sarampión, coronavirus u otra cosa” Mujer, 19 años, Ciudad de México. “Que mi papá se contagie y le sigan bajando el sueldo” Mujer adolescente, 17 años, Tabasco. “Lo que más me preocupa es lo que va a hacer mi papá, ya que lo despidieron de su trabajo” Mujer adolescente, 17 años, Ciudad de México.
“La violencia que se va a desatar por las restricciones y el abuso” Mujer adolescente, 16 años, Estado de México. “Salir del clóset y que mis padres me corran de la casa” Joven no binario, 17 años, Ciudad de México. “Me da tristeza la situación de violencia en mi casa” Mujer adolescente, 16 años, Estado de México.
"Es angustiante que no tengamos dinero. Mi madre perdió su trabajo y vendemos tacos afuera de casa, pero no se vende porque la gente no tiene dinero. Ya no tenemos qué comer y mi madre llora todos los días por no tener qué darnos. Necesitamos trabajo y comida, ya no podemos más” Mujer adolescente, 17 años, Estado de México.
MÁS SOBRE ESTE TEMA