Representantes del comercio establecido del Centro Histórico de la Ciudad de México declararon que nuevos grupos delictivos llegaron al perímetro B de la zona con la siguiente advertencia: “¡Ya compramos la calle y aquí vamos a mandar nosotros para que nadie se estacione!”.
Las víctimas relataron al diario Excélsior que a diferencia de grupos extorsionadores de organizaciones criminales como la Unión Tepito, este nuevo grupo se traslada en vehículos de lujo, además de vestir ropa que los distingue como parte de la banda: chamarras y pantalones camuflados, así como playeras alusivas al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
“Son nuevos, no los conocemos, muchos de nosotros no los habíamos visto antes, con esa amenaza llegaron y están pidiendo desde hace dos semanas cuotas que van de los 30 a 300 mil pesos mensuales, cifras imposibles de pagar debido a las bajas ventas que se han tenido por la pandemia”, señaló un comerciante
“Hubo uno de nuestros agremiados a quien llegaron y le exigieron los 300 mil pesos; definitivamente cerró y nos dijo que se iba a otro estado”, expuso. Por seguridad mantuvo su nombre anónimo.
Los entrevistados afirmaron que las acciones operativas realizadas por la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) para reducir la presencia de organizaciones delictivas en el Centro Histórico han disminuido.
Enfatizaron que el resguardo de calles como Apartado Manuel de Peña y Peña y Colombia, el perímetro del Eje 1 y avenida Circunvalación se “distrae” con otros operativos.
“Los operativos se han frenado mucho, por la distracción que hacen los plantones o las manifestaciones porque a todos (los policías) los mueven”, comentó otro entrevistado.
Los comerciantes afectados también criticaron los cierres y el acceso controlado a ciertas calles de la zona, ya que en una alianza, el comercio informal y policías han aprovechado las restricciones para cobrar por actividad.
Los entrevistados revelaron el medio que para que un vehículo de carga acceda a una calle cerrada se cobra el monto de 50 pesos. Si se necesita descargar mercancía se debe pagar otra cantidad a los ambulantes: si no lo hacen retiran la placa del vehículo y solamente la regresan con el pago de 400 a 500 pesos.
COVID-19: locatarios del Centro Histórico agonizan tras una vida abiertos
La pandemia de coronavirus paralizó la vida de millones de personas al rededor del mundo y, en nuestro país, no fue la excepción. El Centro Histórico de la capital mexicana cerró sus puertas durante casi 6 meses, por primera vez en su historia. Como resultado, los locatarios están al borde de la quiebra y del cierre definitivo de negocios que tienen hasta un siglo de historia sin que exista un apoyo claro por parte de las autoridades mexicanas.
“Estamos siendo ignorados. Somos la comunidad del centro, no somos empresas grandes, no somos cadenas que puedan soportar esta situación, tenemos que hacer algo.” Dijo a El Heraldo de México, María Elena Yazmín Lozano, quien opera el primer restaurante vegetariano en la Ciudad de México, con 96 años de tradición.
“Se está acabando todo, estamos al borde del quiebre; están dejando perder parte de la historia del centro, su comunidad real de décadas para que lleguen cadenas comerciales a invadir. El cierre ya es asfixiante”, dijo sobre la falta de apoyo del gobierno.
Debido a la falta de acercamiento por parte de los representantes de la Ciudad de México, o de la Autoridad del Centro Histórico, que encabeza Dunia Ludlow, los locatarios han comenzado a organizarse en grupos, uno de ellos representado por Yazmín Lozano, para exigir que sean escuchados y buscar alternativas que les permitan sobrevivir y no se conviertan en desplazados comerciales del Centro Histórico.
A pesar de que, según los comerciantes, se calcula que existen más de 1,000 locales afectados y unos 300 ya en situación de quiebra, debido a la carga que ha representado el pago de las rentas y los costos de operación, con un cierre total que ha disminuido a cero las entradas, la oficina de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, solo les otorgó una cita para recibirlos, hasta octubre, aunque la solicitaron en una carta hace casi dos meses.
“La situación es grave, consideramos que hay falta de sensibilidad por parte de las autoridades cuando no valoran el impacto brutal que estamos padeciendo por las decisiones de gobierno, por el cierre de calles, y por la falta de apoyos, esta actitud nos condena a la quiebra”, dijo María Elena, quien además aseguró que los apoyos que dio el gobierno a inicios del cierre han sido completamente insuficientes, no sólo por el monto, sino porque no fueron universales y sólo unos cuántos accedieron a ellos.
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