El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que en esta semana se entregará el anticipo para la vacuna contra el Covid-19, para garantizar las dosis que se aplicarán en el país.
“Acabo de tomar la decisión de que, de inmediato, antes de que termine la semana, se entreguen ya los anticipos para la vacuna del COVID-19, porque tenemos disponibilidad de recursos y no nos queremos quedar afuera”.
López Obrador explicó que el Gobierno dispone de alrededor de 458 millones de dólares para cubrir esos adelantos.
“Tenemos disponibles 10,000 millones de pesos para anticipos (...) y ya hay ofrecimientos de empresas; nada más estamos revisando de que haya seriedad en los acuerdos”, añadió.
México, que conversa con firmas de Alemania, China, Estados Unidos, Francia, Italia y Rusia, acordó producir con Argentina la vacuna de la farmacéutica AstraZeneca para América Latina, y forma parte de COVAX, una alianza global de acceso universal a las dosis liderada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
México reportó hasta el miércoles 77,646 muertes relacionadas con el coronavirus y 743,216 casos.
El pasado lunes, el canciller Marcelo Ebrard aseguró que México tendrá acceso a una vacuna para el SARS-CoV-2, tan pronto como el primer trimestre de 2021.
En entrevista con Ciro Gómez Leyva en Por la mañana, el secretario de Relaciones Exteriores explicó que, de todas las opciones de vacuna en las que el país está involucrado, la que tiene más probabilidades de ser aprobada primero es la inversión en COVAX.
Esto coincide con el anuncio del viernes, en el que el canciller publicó parte del acuerdo entre el gobierno de México y la Alianza para las Vacunas, Gavi, en su cuenta de Twitter. La imagen revela que el trato es un Acuerdo de Compra Opcional. Esta es una de las dos alternativas propuestas por COVAX para financiar el acceso seguro y prioritario a las dosis de su cartera. La otra es el Acuerdo de Compromiso de Compra.
En el protocolo de COVAX, los países con mayor capacidad económica, llamados “países con autofinanciamiento” aportan una cantidad preestablecida por cada dosis de la vacuna. México pertenece a esta categoría. Luego, cuando la fundación negocie contratos con las farmacéuticas, el dinero que cada país invirtió de antemano sirve para cubrir su demanda y aporta al fondo común donde también participa la fundación. Los países de bajos recursos pueden obtener las dosis que necesitan gracias a lo acumulado en ese fondo.
COVAX fijó el precio por dosis en 3.10 dólares y, ante la incertidumbre sobre la cantidad de dosis necesarias para cada vacuna, estableció una compra de dos dosis de origen. Cada participante pagará 6.20 dólares por persona. Al iniciar el acuerdo, los participantes establecen el porcentaje poblacional que buscan inmunizar, México quiere aplicar la vacuna al 20 por ciento de su población total (alrededor de 127 millones), es decir, 25 millones 500 mil personas. El país debe contribuir a COVAX con 158 millones 100 mil dólares antes del 9 de octubre.
Además, en la alternativa que eligió el gobierno federal, el país tiene la libertad de elegir cuál vacuna específica comprará. A cambio, se compromete a dar un depósito de riesgo compartido de 0.40 dólares por dosis. Es decir, México pagará otros 20 millones 400 mil dólares antes de que venza el plazo.
Al 25 de septiembre, COVAX tenía registrados 86 países con acuerdos de intención de participación no vinculantes, entre ellos, México. Además de una lista de 92 países de bajos recursos que recibirán apoyo proporcional de la fundación y de estos países.
El canciller aseguró que, además de las vacunas en la cartera de COVAX, de las cuales las más adelantadas son las de Moderna y AstraZéneca, México está en proceso de negociar contratos bilaterales con el Fondo de Inversión Directa de Rusia, la farmacéutica del gobierno chino, CanSino Bio y Johnson & Johnson. Con estas tres vacunas, además, tiene memorándums de entendimiento para que ciudadanos mexicanos participen como voluntarios en pruebas de eficacia, o Fase 3.
De acuerdo con Ebrard, estas pruebas comenzarán en octubre, aunque esa calendarización depende, más bien, de la Secretaría de Salud y de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), las dos instituciones involucradas en el diseño de los protocolos de fase 3.
Finalmente, el canciller insistió en la presencia de apoyos a los cuatro proyectos nacionales de vacunas. Dijo que el gobierno confía en la investigación científica nacional para estar preparados contra lo que venga después. Se refirió a la realidad de los virus, de cómo son entidades cambiantes que no desaparecen por completo, ni siquiera con la vacuna, sino que las sociedades aprenden a vivir con ellos.
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