El presidente Andrés Manuel López Obrador se reunió en Palacio Nacional con los descendientes del ex mandatario Adolfo de la Huerta, el jefe del ejecutivo federal sustituto que estuvo entre los líderes revolucionarios Venustiano Carranza y Álvaro Obregón.
“Hoy me visitaron en Palacio Nacional Artemisa, Alfonso y Adolfo, nietos de don Adolfo de la Huerta, uno de los pocos presidentes en la historia de México que, además de sus convicciones revolucionarias, dejó constancia de ser un hombre honesto e incorruptible”, publicó en su cuenta de Twitter.
La relevancia que tuvo de la Huerta en la historia mexicana fue que después del magnicidio de Carranza, a manos del general Rodolfo Herrero el 21 de mayo de 1920, los conflictos políticos que se podían desatar al no tener un líder podrían complicar aún más la situación del país. De tal modo que el contador De la Huerta Marcor, en menos de cinco meses, se vio obligado a concretar la paz interna en el país y convocar a elecciones generales para renovar los poderes ejecutivo y legislativo.
De acuerdo con la historiadora Gloria Delgado de Cantú, para poder materializar esto, De la Huerta tomó una postura conciliadora entre los grupos disidentes y reconoció la fuerza militar de quienes estaban con él: “La formación de su gabinete fue muestra de esa intención, ya que estuvo integrada por algunos representantes de distintos grupos revolucionarios”.
Después de su mandato, el presidente constitucional fue Álvaro Obregón, otro caudillo de la revolución mexicana que gobernó hasta el 30 de noviembre de 1924; sin embargo, la relevancia de De la Huerta no se quedaría hasta la sucesión de poder, pues cuando se aproximaba el final del mandato obregonista, el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), partido al que pertenecían ambos políticos, se fraccionó. Por un lado estaban los que apoyaban a De la Huerta y por el otro los que apoyaban a Plutarco Elías Calles.
Cuando se aproximaba el momento de que Obregón Salido eligiera sucesor y, al notar su preferencia por Calles, Adolfo de la Huerta inició un levantamiento en contra del gobierno, a esta acción se le conoció como la Rebelión Delahuertista.
De hecho, hubo quien le reclamara a AMLO en las redes sociales por la rebelión del político de Sonora, pues señalaron esta rebelión como un golpe de Estado; sin embargo, dicho movimiento fracasó y Plutarco Elías Calles tomó protesta como nuevo presidente de México el 1 de diciembre de 1924. Después, Adolfo de la Huerta bajó su perfil político y se dedicó a ser diputado, senador y gobernador de Sonora en dos ocasiones.
El presidente López Obrador, desde que entró en campaña, tomó como referencia los personajes históricos que participaron en las tres transformaciones de México: la independencia, la reforma y la revolución.
Cabe señalar que constantemente señaló que su preferencia sigue estando en Benito Juárez, pues a su criterio ha sido el mejor presidente en la historia de México. Aunque también declaró que el mejor presidente de México en el siglo XX fue Lázaro Cárdenas del Río, el último gran caudillo de la revolución mexicana.
Aunado a esto, su proyecto de nación lo nombró la 4T (cuarta transformación), en referencia a las otras tres, con la salvedad de que esta transformación sería por la vía pacífica. Finalmente, también, el jefe de la oficina de la presidencia de AMLO tiene antecedentes revolucionarios, esto porque Alfonso Romo es bisnieto de Gustavo A. Madero, hermano de Francisco I. Madero, el político de Nuevo León que consiguió sacar a Porfirio Díaz del poder después de más de 30 años de mandato.
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