El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) firmaron un acuerdo de colaboración para que el 40% de la ruta del Tren Maya se mueva con energía eléctrica.
A través de un comunicado, Fonatur informó que los tramos Mérida-Cancún-Chetumal serán electrificados, lo que representa 680 kilómetros de ruta, incluyendo vías dobles para servicios múltiples.
Según ambas dependencias, en apego al compromiso del gobierno de México para la protección del medio ambiente, el diseño de estos tramos se modificó para incorporar la tracción eléctrica en el material rodante y en la infraestructura ferroviaria. Asimismo, para el resto de la ruta queda abierta la posibilidad de electrificar en un futuro.
El convenio tiene el objetivo de modernizar y adecuar las redes eléctricas que suministrarán la energía necesaria para la infraestructura ferroviaria del Tren Maya en el sureste.
“Celebro que se haya concretado este convenio con la CFE. Estoy seguro de que trabajando de la mano, el Tren Maya podrá ser un proyecto de tecnología vanguardista. Además, podrá demostrar que con la electrificación del 40% de su ruta se pueden tener obras de gran calado en el país y que éstas cumplen con la responsabilidad de los gobiernos de ser más amigables con el medio ambiente”, señaló Rogelio Jiménez Pons, titular de Fonatur.
La CFE proporcionará capacidad técnica y humana para realizar los trabajos previos de ingeniería, supervisión y construcción de la infraestructura eléctrica de los estados de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Chiapas, mientras que Fonatur proveerá los recursos, así como las facilidades e información a su alcance, para el desarrollo del proyecto.
El titular de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett, agradeció la confianza en la dependencia. Asimismo, indicó que es un orgullo ser seleccionada e incluida en un convenio histórico. “El compromiso de la CFE es poner a disposición la notable capacidad técnica de su personal para cumplir con los cortos tiempos del proyecto”, destacó el funcionario.
Para concretar los procesos de planeación, desarrollo, implementación, instalación y operación de la infraestructura eléctrica del Tren Maya, participarán CFE Distribución, CFE Transmisión, CFE Suministro Básico y Empresas Productivas Subsidiarias de la CFE.
El Tren Maya es una de las grandes obras de infraestructura del actual gobierno que presume “mejorará la calidad de vida de las personas, cuidará el ambiente y detonará el desarrollo sustentable”. La construcción de esta obra recorrerá una distancia de 1,500 kilómetros aproximadamente y pasará por los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Dentro de los beneficios económicos que traerá consigo el proyecto se encuentran, según la administración federal, la creación de alrededor de medio millón de empleos durante la obra. Además, se espera que “la inversión de este proyecto se traduzca en bienestar para la gente del sureste”.
Sobre el aspecto ambiental, “el nivel de impacto no es relevante sobre la vegetación, pues no afecta la integridad del ecosistema”, señala el documento emitido por el gobierno de México. De igual forma se señala que el Tren Maya no generará desequilibrios ecológicos que comprometan la estructura y función de los ecosistemas presentes.
El pasado martes 22 de septiembre, el Senado solicitó a la Secretaría del Medio Ambiente (Semarnat) un reporte detallado sobre el impacto ambiental que ocasionará la construcción del Tren Maya. Asimismo, se pidió entregar un informe sobre las medidas de prevención y mitigación del daño ecológico, a fin de preservar las especies endémicas, flora y fauna del territorio que abarcará la obra de infraestructura.
El documento debe dar cuenta del porcentaje y el monto presupuestario que el proyecto destinará a la protección ambiental, así como la procedencia pública y privada de dichos recursos.
Xóchitl Gálvez, senadora por el Partido Acción Nacional (PAN), acusó que únicamente se han autorizado algunos tramos de la vía, por lo que “es muy probable que en los tramos cuatro o cinco sean inviables y la Semarnat tenga que negar el impacto ambiental” de todo el proyecto.
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