Al presidente mexicano, Andrés Manuel Lopez Obrador, le preocupan las medidas que pueda tomar el gobierno de Estados Unidos (EEUU) en caso de que el conflicto de Chihuahua por el agua en la presa de La Boquilla impida entregar al país fronterizo el recurso hídrico. “No queremos incmumplir y que haya motivos para confrontación”, admitió el el Jefe del Ejecutivo,
Esto ocurre luego de que una periodista lo cuestionara por las recientes declaraciones de Christopher Landau (embajador de los EEUU en México). El diplomático expresó, en nombre de su país, que “Nosotros siempre esperamos que nuestros socios cumplan con sus obligaciones bajo sus tratados, sus obligaciones internacionales, como nosotros lo hemos hecho”.
Por su lado, el mandatario mexicano asegura que “no descartamos que podamos cumplir”. Él afirma que ha mantenido reuniones con Blanca Jiménez Cisneros, directora de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), donde ella le reportó los avances del caso. Agregó que el objetivo es “buscar por todos los medios cumplir con este convenio”.
Aunque el día de hoy no adelantó ninguna solución específica al conflicto ni señaló alternativa alguna para llevar a buen puerto el Tratado de Aguas entre México y EEUU, aseguró que el próximo lunes tendrá respuestas acerca de cómo se procederá en el asunto. Este acuerdo firmado hace 76 años, estipula que México deberá de aportar a su vecino norteamericano la cantidad de 432 millones de metros cúbicos de agua en periodos de 5 años. La fecha límite para llegar a dicha cuota es el 24 de octubre y el gobierno mexicano todavía debe de entregar 378 millones de metros cúbicos.
Por otro lado, la preocupación de los agricultores en Chihuahua, según lo enuncia Salvador Alcantar, presidente de la Asociación de Usuarios de Riego de Chihuahua, es que el uso del agua para el cumplimiento del tratado internacional dejará a las y los chihuahuenses sin suficiente material de riego para el próximo año.
La presa actualmente, según datos del gobierno, cuenta con 920 millones de metros cúbicos de agua, poco más del 32% de su capacidad total. Alcantar explica a la BBC “Prescindimos de uno de los dos cultivos que antes teníamos por ciclo y también se vendieron derechos de más de 7.000 hectáreas. Lo hicimos para que las presas funcionen como una alcancía, para cuidar la poquita agua que hay ahora, o no sembraremos un solo metro el año que entra”.
Ante esas preocupaciones el presidente mexicano ha pedido confianza a los agricultores del estado de Chihuahua. Él promete que no se les dejará sin agua y que, en caso de poner en riesgo la reserva dedicada al riego de las tierras, “le hablaría al presidente Trump para decirle: ‘¿Sabe qué?, dennos una prórroga, ayúdennos en esto porque no vamos a poder cumplir con el compromiso’”.
De no entregar la cantidad de agua estipulada, esta no sería la primera vez que México incumple este mismo tratado. Según explica el documento publicado por la Conagua “Tratado sobre aguas internacionales entre México y Estados Unidos: Definición y clasificación de sequía”, en caso de una sequía extraordinaria, si el gobierno mexicano no lograra llegar a la cuota, la cantidad faltante se repondrá en el siguiente periodo quinquenal.
En el año 1999 el gobierno de EEUU acusó en una nota diplomática del Departamento de Estado al gobierno mexicano de “hacer un manejo doloso en la operación de sus presas, reteniendo el agua en las mismas”, explica el documento de la Conagua, cuando el gobierno mexicano argumentó una sequía extraordinaria que le impedía cumplir con su parte del acuerdo.
En el año 2000, cuando el poder ejecutivo del Estado mexicano era representado por Vicente Fox Quesada y el presidente de EEUU era George W. Bush, ambos mandatarios firmaron el Acta 307 de la Comisión Internacional de Límites, donde ambos países acuerdan cooperar en lo que concierne al manejo de sequías.
Salvador Alcántar afirma que “En agosto tuvimos el mes más seco de los últimos 90 años, no hay agua”. Pero, recupera la BBC, también está de acuerdo con el poder Ejecutivo en que una renegociación del tratado podría no ser benéfica para México.
López Obrador también recalca que actualmente EEUU se encuentra en campañas electorales. Él teme que “se vaya a utilizar que no estamos cumpliendo con el tratado y se tomen medidas unilaterales que afecten a México”.
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