La lucha feminista en México se ha ido intensificando en las últimas semanas. Desde la toma de las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) –realizada a principios de este mes de septiembre por parte de colectivos y víctimas de violencia, quien convirtieron el lugar precisamente en un refugio– hasta la manifestación que este lunes se vivió en la capital mexicana como parte del 28-S, movimiento internacional que lucha por el derecho de las mujeres a decidir sobre el aborto.
La gran mayoría de las mexicanas están hartas de la inseguridad que solamente su género les supone. Y no es para menos.
En lo que va de este año, las cifras oficiales señalan que han ocurrido 549 feminicidios –homicidios llevados a cabo solo por la condición de ser mujer–. Algo así como dos al día. Pero esos números se ven ampliamente rebasados por los que reporta el Mapa Nacional de los Feminicidios en México, creado por la geofísica María Salguero. Tan solo entre el 16 de marzo y el 30 de abril, ya con la pandemia, reportaron 405 casos de feminicidio en el país. Es decir, a diario ocurrieron nueve de esos delitos.
Desde el gobierno nacional, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, lejos de verse un apoyo en sintonía con la lucha feminista, cada vez es más evidente una confrontación.
“No sabes cuando te va a tocar. Es horrible. Y aparte que el gobierno no lo entienda, que no lo reconozca, que no lo acepte. ¿Qué no están viendo todo lo que está pasando?”, señaló a Infobae México Arussi Unda.
Arussi, de 32 años, es vocera del colectivo feminista Brujas del Mar, con sede en Veracruz, a quienes se les atribuye el llamado al paro nacional de mujeres del pasado 9 de marzo. Precisamente por esa ocasión acaba de ser reconocida por la revista Time como una de las 100 personas más influyente del mundo, por el alcance y eco que tuvo el llamado que hizo la agrupación a la que pertenece.
“Ni siquiera hay un pronunciamiento; no se ha condenado la violencia contra las mujeres. El presidente no ha salido ni siquiera a condenarla. Todo lo contrario, a lo que ha salido es a criminalizar a las feministas, decir que hay un complot en su contra. Ya es momento de que agarre la onda de que el movimiento feminista es un tema global; está pasando en Argentina, Colombia, España. No se trata de él. Que se baje de su ego”, señaló.
Y es que, también este lunes, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum –quien es partidaria de López Obrador– reveló que desde su administración localizaron apoyos al movimiento feminista que tomó la CNDH, con intereses que iban más allá del de esa causa. Es decir, intenciones políticas.
Entonces señaló a Beatriz Gasca de estar financiando esa ocupación, a su vez, trabajando por los intereses del jefe de la compañía para la que trabajaba (fue separada de su cargo hasta que se esclarezcan las acusaciones).
Sheinbaum no presentó pruebas contundentes de tales señalamientos. “Fue bastante obvio que lo sacaran el día que movilizaciones por el derecho a decidir sobre el aborto”, subrayó Arussi.
En su conferencia matutina de este martes, el presidente Andrés Manuel reiteró su postura.
“Yo empecé a sentir algo extraño cuando empezaron las manifestaciones (...) cada vez queda más de manifiesto que hay gente interesada en afectarnos (...) Al principio cuando no se sabía bien qué estaba detrás, la gente decía que no estábamos nosotros actuando bien; que por qué yo decía que había manipulación. Y ahora poco a poco ha ido quedando claro de que así como se está defendiendo una causa justa hay un propósito de otro tipo”.
Pero desde dentro del movimiento feminista se han manifestado varias figura, conocida y no tanto, sobre Beatriz Gasca, a quien consideran una mujer intachable y cuyas aportaciones han sido desde sus recursos personales, siempre como una feminista más, sin ningún otro tipo de intereses de fondo.
“Lamentablemente no investigaron bien a Beatriz Gasca. Y no saben que ella tiene años de activismo que la respaldan. Y que también muchísima gente la conoce por su labor. Debieron investigar más a qué persona le estaban poniendo esa etiqueta tan horrenda de decir que era poco honorable", reclamó Arussi Unda.
Mientras que desde el interior de la toma de la CNDH, Erika Martínez, una de las mujeres que encabeza estas acciones, dijo a Infobae México que las únicas aportaciones que les ha hecho Gasca han sido en especie: comida y ropa interior.
“Son las mismas autoridades que tratan de callar este movimiento y a las madres que exigimos verdad y justicia para nuestras hijas violentadas donde nuevamente quieren hacer un 2 de Octubre pero las mujeres ya no estamos dispuestas a callar que dejen de dar patadas de ahogado y que se pongan a trabajar”, advirtió.
La misma Arussi Unda ha sido señalada por supuestos vínculos con los opositores del actual gobierno. Todo a raíz de una foto que se tomó, hace ya varios años, en una firma de libros junto al expresidente Felipe Calderón. Eso, actualmente, le ha valido un ataque mediático. Pero la activista se dice tranquila y recuerda que, incluso teniendo gente que le investiga hasta la basura afuera de su casa, no se ha encontrado ni una sola prueba de que tales señalamientos en su contra sean ciertos.
“Él (AMLO) nada más pone la semilla para que todo el aparato del estado reviente a una ciudadana. Sin rectificar, sin pedir disculpas, sin mostrar pruebas. Solamente sueltan el madrazo y esconden la mano, para dejarnos en el centro de una conversación de escrutinio público, de violencia. ¿Qué es lo que quiere? Ya fue suficiente de su pinche persecución política a las feministas. Pone en riesgo la vida de las mujeres a las que señala”, concluyó, con evidente frustración, Arussi Unda.
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