Los habitantes de Ometepec, Guerrero, están bajo “el fuego” de los narcomensajes. Esta semana, en redes sociales circuló una nueva advertencia del supuesto grupo criminal identificado como La Vieja Escuela.
En un video aparecen varios sicarios vestidos de militares empuñando fusiles de alto poder: “Nosotros somos gente que únicamente nos dedicamos al narcotráfico, sin meternos con la gente que trabaja. No necesitamos andar haciendo otras chingaderas para mantenernos. Gente de trabajo, transportistas, comerciantes y empresarios, sigan con sus actividades normales que nosotros no los molestaremos en nada. Nosotros ya tenemos bien ubicados e identificados a todos los lacrosos por los que vamos, y a todos los niveles de gobierno se les avisa que la guerra no es contra ustedes, sólo déjennos hacer nuestro trabajo para que Ometepec regrese a la tranquilidad", advierten.
Según los reportes, ésta célula criminal es conocida como remanente del cártel de los Beltrán Leyva que, de acuerdo con el nuevo mapa del narcotráfico, están asentados en los estados de Oaxaca, Sonora, Sinaloa y Guerrero.
El pasado 31 de marzo, la Vieja Escuela lanzó un mensaje, en el que advertía una limpia en el municipio de Juchitán, Guerrero.
En el video, de 27 segundos de duración, se escucha lo siguiente: “Comunicado para toda la gente de Juchitán y sus alrededores: se les avisa que ya estamos en este municipio haciendo la limpia de lacras, ya los tenemos ubicados a todos esos lacrosos que andan secuestrando, extorsionando y cobrando cuota, seguimos firmes y defendiendo el lema, cero robos, cero secuestros, cero extorsiones. Atentamente: la gente de la Vieja Escuela cabrones”.
La grabación se hizo pública, luego de la ejecución de dos habitantes de la región.
Los cuerpos sin vida de los hombres fueron abandonados junto a una narcomanta, en la que se leía un mensaje similar al del video: “Ya estamos en este municipio haciendo la limpia de lacras secuestradores, extorsionadores, vendedores de droga a la gente de trabajo no se tocara sigan con su vida normal ya tenemos bien ubicados a los putos lacrosos” [sic].
En Guerrero, el llanto y la desesperanza se derraman casi a diario como la sangre. Las disputas entre grupos criminales han aterrorizado a las comunidades, mayoritariamente indígenas.
El 16 de diciembre de 2009, la guerra se agravó tras la muerte de Arturo Beltán Leyva, el “Barbas” y/o el “Botas Blancas”, máximo dirigente del cártel con el mismo nombre.
El poder de los Beltrán Leyva se extendía en todo Guerrero. Para afianzarlo, éstos criminales sellaron un pacto de colaboración con el cártel de Los Zetas, pero la tregua terminó tras la caída del “Barbas".
Al menos diez años después, el clan originario de Sinaloa se fracturó en 18 células delictivas que hoy se disputan los municipios guerrerenses.
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