El muro de piedra que rodea la extensa mansión “Las Mil y una Noches”, ubicada en las calles Primo de Verdad y Alfonso Iberri de la colonia Pitic, en Hermosillo, Sonora, se cae a pedazos. Desde la calle se alcanzan a observar las tupidas copas de árboles que compiten en altura con las habitaciones que componen este enclave suspendido en el tiempo.
Famoso por su estructura tipo árabe, el hito arquitectónico —construido por el capo mexicano y fundador del Cártel de Juárez, Amado Carrillo Fuentes, alias el “Señor de los Cielos”— desaparecerá.
Según ha trascendido en diversos videos, uno de ellos pertenecientes al diario El Universal, el inmueble de 2,500 metros de terreno está siendo demolido por un par de retro excavadoras que trabajan en el sitio desde el lunes.
Los vecinos del lugar detallan que el complejo tenía enormes habitaciones con vestidores a base de cedro, jacuzzis con espejos y acabados de plata, además de una alberca. En la residencia existieron también rastros de la guarida de un narcotraficante, pues estaba construida con pasadizos subterráneos, cuya salida se desconoce.
La terrorífica y excéntrica historia de esta casona se escribió en 1992, cuando el narco mexicano, que tenía debilidad por las grandes mansiones, se hizo de la propiedad, conocida primero como la “casa de la familia Ciscomani”.
Ésta propiedad fue derribada a los pocos días de concretarse la transacción y en su lugar se edificó una espectacular construcción que emulaba a los palacios de “Las mil y una noches”, ya que de entre sus altas bardas sobresalían torres estilo árabe.
En 1993, la entonces Procuraduría General de la República (PGR), incautó el inmueble. José Morales Buenrostro, apoderado legal de Juan Jorge Mexía Monge, presunto presta nombre de Amado Carrillo, promovió un juicio de amparo en el Juzgado Tercero de Distrito, bajo el expediente 945/93, para evitar la incautación.
No obstante, Gonzalo Hernández Cervantes, juez Tercero de Distrito, y el Segundo Tribunal Colegiado negó el amparo y ratificó facultades a la segunda agencia del Ministerio Público Federal para asegurar la residencia.
Juan Jorge Mexía Monge era uno de los tres doctores que participaron en la cirugía estética donde perdió la vida el “Señor de los Cielos”, en 1997. Cuatro meses más tarde aparecería asesinado.
La mansión de uno de los delincuentes más legendarios de México terminó en un remate de bienes asegurados por la PGR. Hace dos años, ésta tenía un letrero de venta por una inmobiliaria. Hasta ahora sólo se sabe que el terreno tiene varios dueños.
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