Dos semanas después de la captura del “Marro", el pasado 2 de agosto, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) decretó una tregua unilateral en varias zonas bajo control del Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL).
“El Mencho” envío emisarios con el objeto de entablar negociaciones con los distintos jefes de plaza enemigos para llegar a un acuerdo y poner fin a las hostilidades. Las autoridades estatales y federales festejaron erróneamente el descenso en el número de homicidios que se cometieron en el estado de Guanajuato en ese lapso. Pensaron que había un debilitamiento de la estructura del ‘Marro’ y/o una disminución de la capacidad bélica de los contendientes, cuando en realidad lo que estaban viendo era una tregua, explicó el periodista David Saucedo en su columna para AM.
Sin embargo, el repunte de la violencia homicida en la entidad de las últimas semanas se debe al fracaso de dichas negociaciones de paz. “El Azul”, nuevo líder del CSRL, rechazó las condiciones que planteó el CJNG para poner fin a la guerra.
Aunque algunos jefes de plaza del CSRL aprovecharon la amnistía, desertaron y se sumaron a las filas del CJNG, y aproximadamente tres cuartas partes de los liderazgos de la estructura del ‘Marro’ reconocieron al ‘Azul’ como nuevo líder.
El predecesor del “Marro” identificado como Adán Ochoa, el “Azul”, no sólo quebró la oferta del CJNG, sino que inició una limpia interna en el Cártel de Santa Rosa de Lima y está asesinando a las células que desertaron para unirse al Mencho.
Por su parte, las huestes de la organización criminal de Jalisco empezaron de nueva cuenta con sus ofensivas en varios municipios que controla el Azul.
En paralelo, en el Centro Federal de Readaptación Social Número 1 “El Altiplano”, conocido popularmente como “Almoloya”, dio inicio un audaz esquema de negociación para arrancarle al ‘Marro’ sus preciados secretos.
Él y sólo él está en condiciones de asestarle un golpe mortal a los anillos de protección política y policial que construyó durante más de una década para blindar al CSRL, al amparo de gobiernos emanados del Partido Acción Nacional PAN).
Fuentes federales involucradas en el caso confirman que José Antonio Yépez podría convertirse en testigo colaborador a cambio de una mejora sustantiva en sus condiciones carcelarias, que no se someta a juicio a algunos familiares e integrantes de su primer círculo de colaboradores y que le permitan conservar ciertas cuentas bancarias y propiedades.
Pero si los jefes de plaza del CSRL reciben órdenes del ‘Azul’ y contraórdenes del ‘Marro’ desde su celda, se inducirá a un acuerdo entre ellos para establecer una sola línea de mando o bien, se provocará un eventual rompimiento en la cúpula del cártel. Es decir, si se permite que el ‘Marro’ tenga comunicación con el exterior, el gobierno federal podría tener un as bajo la manga para volver a incidir en el curso de la guerra.
Se había contemplado que el ‘Marro’ hiciera acto de presencia con explosivas revelaciones contra el PAN (fiscales regionales, directores de policía, alcaldes) en la víspera de las elecciones del próximo año. Pero el fuego que incendia nuevamente al estado de Guanajuato podría adelantar los planes.
Guanajuato, uno de los estados más prósperos del país, convive con 13 homicidios al día, una guerra entre organizaciones criminales y el enfrentamiento de éstas con las autoridades por el combustible.
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