De Tijuana, fronteriza con Estados Unidos, a Cancún, la joya del turismo mexicano. De Guadalajara a la capital del conservadurismo en el país, Guanajuato y, por su puesto, la Ciudad de México. Miles de mujeres se manifestaron en todo el país para exigir que los gobiernos de todos los niveles cumplan con una simple demanda: despenalización del aborto.
La “marea verde”, llamada así por el paliacate del mismo color que se convirtió en un símbolo mundial, sobre todo en América Latina, para representar el movimiento a favor de la legalización de la interrupción legal del embarazo, no paró ni siquiera en medio de una pandemia (la del COVID-19) inédita por sus alcances y disrupciones en un siglo.
Y es que, de las 32 entidades del país, apenas en dos, la Ciudad de México y Oaxaca, han despenalizado el aborto.
Sin embargo, al menos en la Ciudad de México, los choques y enfrentamientos con la policía provocaron el saldo de 43 mujeres policías y 13 civiles lesionadas. De las uniformadas, cuatro fueron trasladadas a un hospital para su atención médica y ninguna de las civiles requirió movilización médica, confirmaron las autoridades a Infobae México.
“Las 43 mujeres policías resultaron lesionadas por diversos golpes y quemaduras durante la manifestación de diferentes colectivos feministas”, indicaron. “Una de las mujeres de las que fueron trasladadas al hospital fue tratada por un trauma abdominal por golpes y las otras tres fueron policontundidas”, completaron.
En al menos dos de las tres marchas programadas para manifestarse en la urbe, la violencia se hizo presente: en algunos casos hubo vidrios rotos y se vandalizaron señalamientos de tránsito, así como puestos de periódicos y edificios gubernamentales.
La marcha principal salió del Monumento a la Revolución con destino al Zócalo, en el centro de la capital. Sin embargo, docenas de mujeres se vieron escoltadas por elementos policiacos que, al llegar a la calle Balderas, sobre la Avenida Juárez, les prohibieron el paso.
Ahí ocurrieron los peores enfrentamientos de la tarde de este lunes 28 de septiembre, Día de Acción Global por un aborto legal y seguro. Las mujeres encapuchadas y los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC CDMX) chocaron e intercambiaron agresiones en una de las principales avenidas de la ciudad.
Las manifestantes lanzaron bombas molotov, spray y consiguieron apoderarse de escudos de plástico transparente de las mujeres policías. Algunos colectivos denunciaron que la policía las agredió con gas pimienta, aunque la SSC aseguró que no utilizaron dicho elemento de dispersión.
Las mujeres sólo pedían avanzar hasta la llamada “Antimonumenta”, una estatua representativa de las mujeres que han sido asesinadas en el país, para realizar un mitin. Sin embargo, la policía se mantuvo férrea en sus posiciones.
Por ello, la avenida Juárez se llenó de humo: tanto del intercambio de bombas molotov con petardos, el uso excesivo de extintores para contener los intercambios de golpes y agresiones, y el spray que se usó de parte de los colectivos para intentar romper la “pared humana” ubicada sobre Balderas.
Sin embargo, poco después, las mujeres fueron “encapsuladas”. Las policías, todas mujeres, rodearon al contingente para que no pudiera salir de la avenida Juárez, entre las calles Balderas y Humboldt. Las agresiones continuaron, pero poco después los ánimos consiguieron bajar de tono.
A partir de entonces, fue una cuestión de paciencia. A la calma tensa que se vivía se sumaron dos manifestaciones más: una que avanzó por el Eje Central rumbo a Bellas Artes, y que también fue encapsulada antes de llegar, y otra en la Cámara de Diputados, en el norte de la ciudad, que no pasó a mayores.
Los colectivos y mujeres que se encontraban encapsuladas, así como representantes de los medios de comunicación que reportaron desde el terreno los sucesos, narraron que la policía les impedía salir del cerco a menos que se retiraran las capuchas de la cara y permitieran una revisión de sus mochilas. Las mujeres no pudieron ni salir de ahí para ir al baño ni retirarse de la manifestación.
Casi tres horas después del encapsulamiento, tanto el contingente de Juárez como el de Eje Central avanzaron, con el aval de la policía, que no dejó de mantener cercadas a las manifestantes, quienes llevaban pañuelos verdes y capuchas oscuras, así como cubrebocas.
Las mujeres pudieron llegar a la Antimonumenta, pero no al Zócalo, donde ya estaban preparados cientos de policías un un complejo entramado de vallas para impedir el avance de las mujeres. Y es que ahí se encuentra el campamento de un grupo antagonista del presidente Andrés Manuel López Obrador, que exige la renuncia del mandatario, lo que podría haber provocado un choque entre grupos de civiles.
A pesar de que la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum ha dicho en repetidas ocasiones que su gobierno respeta las manifestaciones de este tipo, las mujeres protagonistas de la marcha mantuvieron las acusaciones de que las autoridades las “gasearon”.
Si no fue con el gas pimienta, como aseguró la SSC, fue con los extintores usados en exceso durante la marcha. Las mujeres, incluidas las policías más cercanas a los choques que se presentaron a un lado de la Alameda y entre Balderas y Humboldt, sufrieron los efectos: mareos, tos, ojos lastimados y pulmones lastimados fueron algunas de las consecuencias reportadas en redes sociales.
Cuando comenzó a oscurecer en la capital mexicana, sin dejar de estar encapsuladas, los colectivos y las manifestantes comenzaron a dispersarse rumbo a las 20:00 horas (tiempo del centro de México). Por ahora, no se han reportado detenidas.
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