Gibrán Ramírez, candidato a la presidencia nacional de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), arremetió contra otros dos candidatos a la dirigencia del partido político que puso a Andrés Manuel López Obrador al frente del ejecutivo federal. En esta ocasión su declaración aludió a Mario Delgado y a Porfirio Muñoz Ledo.
“En esta contienda hay 3 generaciones: la del 68, pero no del lado de la lucha sino del rostro joven que quiso lavar la sangre de Tlatelolco al poder; la de la transición, acostumbrada a mesas como la del Pacto por México (que votó su reforma educativa), y la de la transformación”, publicó este domingo 27 de septiembre el doctor en Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
Para explicar este tuit, es necesario revisar algunas declaraciones del economista del ITAM y del abogado de la UNAM pues, cada uno, en los momentos históricos señalados, demostraron su empatía, solidaridad y apoyo al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
La referencia más cercana en una línea temporal es la de Delgado Carrillo, quien en 2012 apoyó la entonces llamada Reforma Educativa, promovida por el presidente en turno Enrique Peña Nieto, del PRI.
De acuerdo con el boletín 0767 del Senado de la República, en el que se aprobaron los cambios referentes a los artículos 3 y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde se integraron el servicio profesional docente y evaluación nacional para el ingreso, promoción y permanencia en el sistema educativo, el itamita votó a favor “porque la educación es una bandera histórica de la izquierda”.
Cabe recordar que dicha reforma fue condenada por gran parte del sector de trabajadores de la educación y que por tal motivo, a la llegada de López Obrador al poder, se derogaron dichos cambios.
El otro agraviado con esta publicación es Muñoz Ledo y Lazo de la Vega, pues en la breve referencia de Ramírez Reyes, se enuncia un pasaje de la historia de México, pues en 1969, después de que Gustavo Díaz Ordaz presentara su V Informe de Gobierno en el que aceptó la responsabilidad moral, histórica, jurídica y política de la matanza de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas el 2 de octubre de 1968, el entonces joven Porfirio Muñoz Ledo lo defendió el acto y lo definió como “madurez revolucionaria”.
El periodista Rubén Luengas rescató parte de su discurso de aquel momento y publicó en su sitio oficial lo siguiente:
"En todo el mundo existe la convicción de que los últimos movimientos de rebeldía y de protesta han dejado como secuela inmediata el aumento de poder de los enemigos del cambio social. Con la más estricta objetividad podemos afirmar que los conflictos sociales que tuvieron lugar en México y que llegaron a poner en peligro la paz pública no dejaron como saldo el más mínimo incremento de poder o de influencia en favor de quienes se oponen a la transformación acelerada y a la autonomía del país.
"Como miembro de este partido (PRI) y como mexicano que confía honestamente en el destino de la nueva generación, nada me ha conmovido más hondamente en el texto del V Informe que el valor moral y la lucidez histórica con que el Presidente de México (Díaz Ordaz) reitera su confianza en la “limpieza de ánimo y en la pasión de justicia de los jóvenes mexicanos”, declaró en 1969 el miembro fundador de Morena y del PRD.
Cabe recordar que en ese momento histórico, el PRI tenía un poder hegemónico y no había declaraciones en contra del presidente; sin embargo, Gibrán Ramírez rescató este suceso para determinar la postura política que lo diferencia de dos de sus rivales en la contienda interna de Morena.
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