Paulino Rojo García, investigador de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), aseguró que la formación rocosa del Arco de Cabo San Lucas desaparecerá dentro de 2 mil o 3 mil años para darle paso a unas nuevas columnas, destacando que esto es un proceso natural, pues los ciclos costeros son muy dinámicos, específicamente en la rama de la Geología.
De igual forma, Rojo García indicó que las formaciones como playas o acantilados son tan rápidas que el hombre no llega a percibirlas. Asimismo, resaltó que el oleaje de una formación ciclónica es lo que más abonó en la formación del Arco de Cabo San Lucas, sin embargo, ese mismo factor está contribuyendo a su destrucción.
Para el profesor de la UABCS, la formación rocosa del Arco es frágil a los eventos de lluvia, calor, viento y agua. Por el momento, explicó Rojo García, serán solamente fracturas, pero cuando los bloques tengan movimientos, comenzarán las fallas.
“¿Qué hacer para cuidarla? De alguna forma se tendría que limitar o prohibir el paso a la estructura, ya que a veces por cosas tan absurdas como que la gente quiere una muestra de piedra para el recuerdo puede dañar el Arco. Estas acciones evitarían fallas y, con ello, la destrucción. ¿Pronto? No lo creo, a mi me parece que es una estructura robusta y entre más la protejamos, más nos va a durar”, declaró el investigador en una entrevista para el portal BCS Noticias.
Posteriormente, desmintió que la formación rocosa tenga un origen de cientos de millones de años, pues explicó que los encargados de hacer formas o estructuras de rocas, es el oleaje junto a la arena, estos elementos se mueven con una corriente litoral y van poco a poco lijando la piedra.
Rojo García relató que, para que una estructura como la del Arco de Cabo San Lucas se forme, debe de estar un agua actuando en el lugar, por ende se sabe que el nivel del mar se remonta a aproximadamente 10 mil años, es decir que el agua estaba mucho más abajo de lo que se encuentra ahora. Incluso, trascendió que hace 50 mil años, estaba 200 metros más abajo que la altura que tiene en la actualidad.
Tiempo después, el académico de la UABCS explicó que las denominadas cascadas de arena se encuentran por donde está la piedra en forma de península invertida. Rojo García dijo que no es extraño que la base del Arco tenga acumulación de arena, esto dependerá de cómo se han comportado las lluvias y que tanto material hayan bajado de tierra firme hasta la línea de la costa.
En las playas de Baja California Sur donde conviven el océano y el desierto hay otras formaciones rocosas emblemáticas que al igual que “El Arco” son producto de los efectos de la erosión. En playa Balandra se encuentra “El Hongo”, otro llamativo capricho de la naturaleza.
Otra roca célebre es “Finisterra” (Fin de la Tierra), una formación en el mar que marca la punta meridional de la península de California, justo donde el Mar de Cortés y el Océano Pacífico, unen sus aguas.
“El Arco” es lugar de reposo de una colonia de lobos marinos que pacientes observan las embarcaciones que a diario se acercan para que los turistas admiren la belleza de la formación.
La hipnotizante belleza de “El Arco” es peligrosa. Las embarcaciones no pueden acercarse demasiado a la formación porque el oleaje es potencialmente peligroso y podría estrellarlas contra las rocas.
Cada tres o cuatro años se presenta un fenómeno de marea baja y acumulación de arena que permite el paso terrestre por debajo del arco, aunque la Capitanía del Puerto lo prohíbe estrictamente.
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