La extorsión es una actividad criminal que ha sido usada desde los inicios de la civilización humana moderna.
Puede definirse como la acción mediante la cual un individuo obtiene un recurso de otro mediante la intimidación o la amenaza de violencia.
En el caso particular de México, este delito ha formado parte de la vida cotidiana desde la segunda mitad del siglo XX, desde el humilde vendedor ambulante en las calles de Ciudad de México hasta la industria transnacional de aguacate en Michoacán.
Uno de los estados más afectados actualmente es Guanajuato, considerado a día de hoy como la entidad más peligrosa del país.
Mediante volantes entregados en domicilios y firmados por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), a los comerciantes guanajuatenses se les pide el pago de la extorsión o de lo contrario quemarán sus negocios o secuestrarán a sus familiares.
“No tiene ningún caso que intentes irte o esconderte; te tenemos completamente ubicado a ti y a toda tu familia”, dice un volante dirigido a un comerciante y al que tuvo acceso Reforma, que viene acompañado de fotografías de las fachadas y domicilios de los negocios y terrenos del amenazado, así como fotos de su esposa y sus hijos.
“Y ni siquiera intentes jugarle al vivo y acudir a quejarte con las autoridades porque ahí nos van a avisar en cuanto haya algún movimiento tuyo o de tu familia”, advierte el volante.
El comunicado personalizado da un plazo de 24 horas al comerciante para comunicarse a un número telefónico, en caso contrario, interpretarán que no quiere “negociar” ni llegar a un arreglo.
Uno de los principales sectores afectados por este delito son los bares, restaurantes y establecimientos de tacos. Tan sólo en las últimas dos semanas, dos negocios fueron atacados en Celaya.
El viernes fue quemado y baleado el restaurante “Los Tres Hermanos”. Según reportes, en el lugar fueron encontrados dos muertos y un narcomensaje firmado por el “Grupo Los M”.
En tanto, el 10 de septiembre, el bar “El Castillo”, fue atacado a tiros y con bombas molotov. Y la semana pasada, en Irapuato, cinco personas fueron asesinadas a balazos en la taquería “El Cuñado”.
El mediodía del 28 de julio, tres trabajadores del puesto ambulante “Tacos Rafa”, en el Barrio de la Resurrección, en Celaya, fueron asesinados mientras atendían a comensales. Cinco días antes, un empleado de “Tacos Leo”, en la Colonia Las Fuentes, en el mismo municipio, fue atacado a balazos.
El 18 de julio, fue atacada a balazos la fachada de un salón de fiestas que en ese momento estaba vacío, en la ciudad de Cortázar.
El 8 de julio, el dueño del negocio “Diablos Bar” fue agredido a tiros afuera del establecimiento ubicado en Valle de Santiago. El 16 de junio, en la comunidad de Aldama, en Irapuato, las fachadas de un negocio de venta de cerveza y otro de venta de comida fueron atacadas a tiros.
La noche del 27 de marzo se registraron tras ataques simultáneos a sucursales de la taquería Emilio’s, en Celaya.
En la sucursal de la Colonia Los Pinos fueron incendiados dos camionetas del negocio, en la ubicada en la Colonia Emiliano Zapata dejaron una camioneta calcinada y la tercera ubicada en el Eje Norponiente fueron localizadas dos personas sin vida.
Tras estos hechos, ninguna de sus sucursales volvió a abrir.
La noche del 13 de febrero, hombres armados irrumpieron en el bar “El Peregrino”, en el barrio de San Juan, y dispararon en al menos 100 ocasiones desde la fachada hasta el interior, lo que dejó dos personas muertas.
En medio de esta ola violenta, el negocio “Tacos El Cuñadito Sammy”, con 41 años de antigüedad, anunció el pasado 1 de marzo el cierre de su negocio ubicado en la Colonia La Capilla, en Celaya.
“La inseguridad se adueñó de nuestras calles y cada vez nos veíamos más obligados a terminar labores más temprano. Pero debido a que nuestra ciudad no puede brindarnos la seguridad que todos los ciudadanos merecemos, nos vemos en la triste necesidad de cerrar nuestro servicio temporalmente”, publicaron en redes sociales.
La semana pasada, la cadena de tacos “El Gaspe”, con 20 años de historia, también anunció el cierre definitivo de sus cuatro sucursales.
También algunos bares se han visto forzados a cerrar durante los últimos meses debido a la ola de violencia como La Chopería, Micheladas Universidad, Drink City Bar, Bar La Shula, Hermoso Cariño y el restaurante bar La Casa de Kike.
A pesar de las constantes extorsiones que padecen los empresarios guanajuatenses, datos oficiales registran únicamente 13 víctimas de extorsión en todo el estado, pues estas cifras están basadas únicamente en las denuncias presentadas.
A pesar de la captura de José Antonio Yépez Ortiz, “El Marro” el pasado 2 de agosto, la violencia no para en Guanajuato, pues además del alto número de ejecuciones diarias, la entidad padece esta ola de extorsiones.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: