Este jueves, el juez de control del Centro de Justicia Penal Federal de Almoloya de Juárez, Estado de México, vinculó a proceso a José Ángel Casarrubias Salgado, conocido como El “Mochomo”, bajo el cargo de delincuencia organizada con la finalidad de cometer delitos contra la salud. Casarrubias Salgado es uno de los cuatro hermanos viculados con la dirigencia del grupo criminal Guerreros Unidos.
José Ángel Casarrubias es, también, uno de los sospechosos de haber ordenado la ejecución de los 43 normalistas de Ayotzinapa el 26 de septiembre de 2014. Aunque la verdad histórica de Murillo Karam dijo que los normalistas habían sido quemados en el basurero de Cocula, Osvaldo Ríos Sánchez, El Gordo, miembro del cártel, declaró que fueron enterrados en una fosa de Pueblo Viejo por órdenes de José Ángel, El “Mochomo”.
Así, la narrativa de las investigaciones vincula al último detenido del clan Casarrubias en la participación, junto con los policías municipales, en la captura, muerte y desaparición de los normalistas. Sin embargo, el proceso al que fue vinculado este jueves no está relacionado con el caso, sino con sus actividades como operador del cártel.
El 24 de junio de este año, este acusado fue detenido por primera vez por una denuncia que la anterior Procuraduría General de la República emitió y que sí estaba vinculada al caso. Luego, el 1 de julio, una semana después, fue liberado del Penal Federal del Altiplano porque el juez federal del caso dictaminó que la investigación sobre la cual quedó dictada la orden de aprehensión tenía irregularidades. Ese mismo día, Casarrubias fue detenido de nuevo bajo la denuncia de delincuencia organizada por la que fue vinculado a proceso en septiembre.
Con la detención de José Ángel Casarrubias, el cártel de los Guerreros Unidos perdió al último de sus líderes de la familia. Su hermano Mario Casarrubias, conocido como El Sapo Guapo, junto con Cleotilde Toribio Rentería, El “Tilde”, fundó la organización para obtener el control de Guerrero luego de la muerte de Arturo Beltrán Leyva en 2009.
En 2012, tras la detención de el “Tilde”, los Guerreros Unidos disputaron la plaza con la Familia Michoacana. Mario Casarrubias fue detenido dos años después, en abril de 2014. En octubre de ese mismo año, las autoridades detuvieron a las dos personas que asumieron el control de la organización, primero a Salomón Pineda Villa, El “Molón”, hermano de María de los Ángeles Pineda Villa, esposa del ex alcalde de Iguala José Luis Abarca (ambos detenidos), y luego a Sidronio Casarrubias, El “Chino”.
En 2015, seis meses después de que la entonces procuradora, Arely Gómez, anunciara una recompensa de un millón y medio de pesos por información que asistiera en la captura de El “Mochomo” y otros cinco sospechosos del caso Iguala, el gobierno federal capturó a Adán Casarrubias Salgado, El “Tomate”.
Otro de los mencionados en la recompensa era Felipe Flores Velázquez, ex secretario de Seguridad Pública de Iguala. Fue capturado en octubre de 2016. De acuerdo con la versión del sexenio anterior, éste coordinó la participación de la policía local en la desaparición de los estudiantes, por lo que era uno de los tres nodos en la relación entre el ayuntamiento de Iguala, los Guerreros Unidos y la SSP local. En la información más reciente, Flores Velázquez no ha declarado sobre los hechos del 26 de septiembre de 2014.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que el sábado, durante el sexto aniversario de la desaparición de los normalistas, su administración haría pública la información que ha obtenido sobre el caso. El testimonio de José Ángel Casarrubias puede resultar clave para esa nueva versión.
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