La renuncia de Jaime Cárdenas a su cargo al frente del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep) por irregularidades y corrupción en los procesos de valuación y subastas de los bienes decomisados por el Estado, así como conductas ilegales de servidores públicos que manipulaban joyas y alteraban piezas subastadas, desquició a Andrés Manuel López Obrador, de acuerdo con el periodista Raymundo Riva Palacio.
Según lo escrito por Riva Palacio en su columna del diario El Financiero, “desquiciar es cuando una persona pierde su seguridad y la serenidad, se trastorna su ánimo y se enoja sobremanera. Y desquiciamiento es lo que provocó Jaime Cárdenas en el presidente López Obrador”.
En su texto, el periodista también hizo referencia al señalamiento que Cárdenas realizó durante una entrevista con un diario de circulación nacional respecto a que Alejandro Esquer, secretario particular del presidente, era la fuente de los males en el interior del Indep.
Y es que Alejandro Esquer fue señalado como el funcionario que solapó actos de corrupción en el instituto, en el cual otros robaron patrimonio e hicieron negocios, impactando en el propósito más relevante de López Obrador. Esto, desde la perspectiva de Riva Palacio, es una muestra de que “la corrupción que dice aborrecer, cohabita con él en su casa y oficina”.
Además de eso, el periodista destacó que Esquer ya había estado implicado en otros actos “ilegítimos”, como el hecho de que su hija Carmelita había sido nombrada, en agosto de 2019, como directora de Pemex Procurement International, división encargada de adquirir insumos para la empresa y la cual promedia 1,5000 millones de pesos al año.
El problema que resaltó Riva Palacio en este sentido es que ella no tenía experiencia en ese campo, además de ser elegida para ese puesto Octavio Romero Oropeza, actual director de Pemex y un personaje íntimo a López Obrador.
El periodista también citó un reportaje del medio Eje Central, en el cual se dio a conocer que tanto Esquer como Ernesto Prieto, sustituto de Cárdenas en el Indep, visitaron un almacén en Toluca, en donde guardaban objetos que ya se habían subastado y se los llevaban “sin hacer los registros a los que obliga la ley, con el argumento de que se necesitaban para la pandemia”.
En este sentido, Riva Palacio apuntó que “cada vez más se acumulan prueban de corrupción no sólo en su gobierno, sino en su entorno más cercano, sin que haya acciones para impedirlo y sí, muchas palabras para acallarlo”.
Otro ejemplo que proporcionó en este tenor fue la recepción de dinero en la que estuvo inmiscuido Pío López Obrador, así como la revelación de que otros dos de sus hermanos, José Ramiro y Martín, fueran mencionados en una de las denuncias penales en contra del empresario Valdemar Ibarra Cavazos, quien fue señalado por haber entregado “millones de pesos” derivados de transacciones ilícitas a Juan Collado.
Respecto a este último caso destacó que si bien se entregó la denuncia a la Fiscalía General de la República el 16 de julio del año pasado y una semana después se detuvo a Juan Collado por presunta triangulación de recursos provenientes de la delincuencia organizada, la pesquisa en torno a sus hermanos ha estado congelada todo este tiempo.
Riva Palacio dijo que se entiende la reacción de López Obrador respecto a los señalamientos de Cárdenas por la corrupción en su círculo cercano, pues “pegaron por debajo de la línea de flotación de su pretendida honestidad”.
Incluso refirió que el motivo de su desquiciamiento se debe a que “en su gobierno, la corrupción corre a mayor velocidad que en anteriores sexenios”, por lo tanto, “frente a esta realidad, lo único que resta esperar son represalias”, concluyó.
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