Con un área de tolerancia cero, las autoridades federales delimitaron una zona para proteger a la vaquita marina en el Norte del Golfo de California; así como el espacio para la pesca donde quedó prohibido el uso de redes hechas con nylon y también las agalleras.
Desde este 24 de septiembre entró en vigor el acuerdo, según lo publicado en el Diario Oficial de la Federación, el cual dispone de 225 kilómetros cuadrados donde está vetada la actividad pesquera, pues corresponde al hábitat de la vaquita marina, que está en peligro de extinción.
Esta disposición es publicada a más de un año y medio después en que el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita Marina solicitó el establecimiento de un polígono que garantizara una zona libre de redes de pesca en el hábitat del cetáceo. También se da un día antes de que sea levantada la veda del camarón en la región, actividad pesquera más importante para embarcaciones menores y de mediana altura.
En el perímetro de tolerancia cero, las autoridades realizarán el patrullaje marítimo, aéreo y satelital las 24 horas del día durante todo el año. De igual forma queda prohibida cualquier actividad de pesca en esta zona, así como la restricción del tránsito, navegación y transporte de equipos: en estos últimos dos casos, a reserva de un permiso previo.
La delimitación, donde quedan prohibidas las redes de enmalle, abarca las costa de Baja California y Sonora, incluye el área de refugio para la protección de la vaquita marina, cercano al puerto de San Felipe, misma que fue establecida desde el 8 de septiembre de 2005. En el acuerdo del DOF se especifican los vértices y coordenadas perimetrales del polígono, así como un mapa de referencia.
Con este acuerdo se regulan “artes, sistemas, métodos, técnicas y horarios para la realización de actividades de pesca con embarcaciones menores y mayores en zonas marinas mexicanas en el norte del Golfo de California y se establecen sitios de desembarque y el uso de sistemas de monitoreo para las embarcaciones”.
Fue suscrito por Víctor Manuel Villalobos Arámbula, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural; María Luisa Albores González, de Medio Ambiente, y el almirante José Rafael Ojeda Durán, de la Secretaría de Marina.
Hasta el 7 de julio pasado, el Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional informó que la estimación de población de vaquita marina descendió en un rango de 4 a 17 ejemplares con al menos tres crías.
“Se prohíben permanentemente todas las redes de enmalle, incluyendo aquellas construidas de hilo de nylon monofilamento o multifilamento, o cualquier modificación de las mismas, incluidas las redes agalleras, operadas de forma activa o pasiva para la realización de actividades de pesca en la zona marina señalada. Las únicas artes de pesca permitidas son redes de arrastre de camarones y redes de arrastre de escama marina, redes suriperas, línea de anzuelos, palangre, trampas y el buceo libre o semiautónomo de manguera y compresor”, especificó Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales en un comunicado.
Apenas este miércoles 23 de septiembre, Sunshine Rodríguez Pena, ex líder pesquero en San Felipe, Baja California, dijo que entregar sus redes en dos meses era una amenaza, incluso, un acto de guerra, pues está en desacuerdo con la nueva disposición federal.
La referencia de Rodríguez Pena sobre el acuerdo fue en su artículo décimo sobre obligaciones correspondientes a los pescadores, quienes tienen un plazo de 60 días naturales, desde este 24 de septiembre, para entregar todas las redes agalleras o de enmalle construidas con nylon de monofilamento o multifilamento, en la oficina de registro de embarcaciones más cercana, dependiente de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA).
“Todas las embarcaciones menores a las que se refiere el acuerdo serán inspeccionadas, sin excepción, al momento de la salida, así como en el desembarque. Estas se realizarán indistintamente por personal de Semar, Guardia Nacional, Conapesca y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en los términos de su competencia”, abundó la Semarnat sobre aquellos que laboren en la zona marina delimitada, además de informar sobre su arribo y partida desee alguno de los 11 puertos de base, así como su interacción con mamíferos.
La vaquita marina es uno de los mamíferos más pequeños del mundo, al medir 1.5 metros como máximo, es una especie endémica y está catalogada peligro de extinción, según la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.
Se encuentra en la lista de especies en riesgo, generalmente asociada con la pesca de “totoaba” (Totoaba macdonaldi), que es ambicionada por el alto valor de su vejiga natatoria que alcanza hasta USD 10,000 en China, donde es consumida por sus presuntas propiedades medicinales y afrodisiacas. En la búsqueda furtiva de totoaba se ven involucradas redes que a su vez atrapan a la vaquita marina y las convierten en víctimas indirectas, al punto de su desaparición.
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