La pandemia por coronavirus ha causado estragos en las economías de distintos países. Para mitigar la propagación del virus SARS-COV-2, los gobiernos tuvieron que adoptar medidas de confinamiento y distanciamiento social.
En México, la Jornada Nacional de Sana Distancia, estrategia para evitar el contagio de COVID-19, representó un reto para la economía del país. Al no poder operar normalmente, muchas empresas vieron severamente disminuidos sus ingresos, por lo que dejaron sin trabajo a grandes cantidades de personas.
Esta caída se vio reflejada en los indicadores de empleo de los primeros meses del año; no obstante, a partir de junio las tendencias comenzaron a recuperarse, debido a la implantación del regreso a la “nueva normalidad”, reapertura gradual y ordenada de la vida económica, social y educativa del país.
De acuerdo con el reporte económico de la calificadora HR Ratings, “aunque todavía muy deteriorado respecto a los niveles alcanzados antes de la pandemia”, el mercado laboral en junio y julio continuó presentando mejoras.
En los últimos dos meses se ha observado un importante progreso en los indicadores de empleo. El número de asegurados en agosto, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se ubicó en 19.588 millones, 92,000 por arriba de lo observado en julio, tratándose del primer avance mensual desde febrero.
Por otro lado, respecto al mismo periodo del año anterior, los asegurados han mostrado una caída de 4.08%, lo cual representa una ligera recuperación contra el desplome anual de 4.36% registrado en julio.
Con base en la información generada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la población ocupada no ausente, la cual se refiere las personas suspendidas de su trabajo, pero manteniendo un vínculo laboral mientras que reciben algún pago, alcanzó los 46.1 millones en julio respecto a 44.3 millones en junio, mostrando todavía una importante disminución de 13% comparado con el año anterior.
No obstante, esta caída representa una fuerte recuperación contra el desplome pronosticado para mayo de alrededor de 20 por ciento.
HR Ratings estima que la tasa de desempleo bajó de 23.6% en abril a 12.6% en julio, lo que significa una disminución de 11 por ciento.
En cuanto a la tasa de crecimiento de la población asegurada en el IMSS relativa al mismo mes de 2019, se encontró que agosto (-4.08%) fue el primer mes desde que inició la contingencia sanitaria por COVID-19 en el cual la tasa de cambio refleja una mejora respecto a la reportada el mes inmediato anterior (-4.36%).
Asimismo, el octavo mes del año es el primero en el que el número de asegurados (19,496) es mayor que el mes inmediato anterior (19,588).
Los datos del Inegi muestran que existe una parte de la población laboral que ha sufrido mayores afectaciones que los trabajadores asegurados. De acuerdo con la calificadora de valores mexicana, se estima que de marzo a julio el número de asegurados cayó en 4.8% mientras que la población ocupada en total experimentó un desplome de 10.6 por ciento.
Excluyendo la población ausente de su trabajo, pero manteniendo un vínculo laboral con su fuente de empleo y recibiendo un pago, la caída fue de 14.8 por ciento.
Así pues, de junio a julio, el mercado laboral recuperó aproximadamente 1.5 millones de puestos de trabajo (más 226 mil que regresaron a sus puestos de trabajo) mientras el IMSS perdió 4 mil asegurados.
Aunque el desplome anterior es muy relevante, este es mucho menor que la reducción de aproximadamente 37% entre marzo y abril (de 54.1 millones a 33.8 millones).
“[…] con base en los datos anteriores, se puede observar que existe un importante progreso en el camino hacia el regreso a la “normalidad”, sin embargo, el deterioro en el mercado laboral provocado por la pandemia del COVID-19 ha sido de tal magnitud, que tomará varios trimestres para recuperar los niveles prepandemia.”, concluyó el informe.
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